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Jodie Foster y el trauma que desde hace 40 años le impide actuar en el teatro

La actriz siempre ha evitado pronunciarse sobre el acosador que disparó a Ronald Reagan en 1981 con la intención de impresionarla, hasta ahora. Entonces tenía 18 años, y el suceso la apartó el resto de su vida de los escenarios. “El mundo se vino abajo, había gente del Servicio Secreto por todas partes, tenía guardaespaldas y me tuvieron que llevar a una casa de seguridad”

Jodie Foster
Jodie Foster en la proyección de 'True Detective: Night Country' en el Saban Media Center, el 4 de junio de 2024 en North Hollywood (California).Jeff Kravitz (FilmMagic/HBO/Getty)
El País

El 30 de marzo de 1981, 70 días después de que Ronald Reagan asumiera la presidencia de Estados Unidos, un hombre llamado John Hinckley Jr. intentó asesinarlo. Fue a su salida de una conferencia en el Washington Hilton Hotel de Washington, y Reagan y otras tres personas resultaron heridas tras recibir disparos. Hinckley Jr. admitió en su juicio que sus razones para el intento de magnicidio poco tenían que ver con la política: estaba obsesionado con la actriz Jodie Foster después de verla interpretar a una prostituta adolescente en el clásico de 1976 Taxi Driver. También admitió que el intento de asesinato lo llevó a cabo con la esperanza de impresionar a Foster, afirmando que fue “la mayor ofrenda de amor en la historia del mundo”. Para la actriz, que hoy tiene 61 años, esta supuesta ofrenda de amor lo único que ha supuesto ha sido un trauma que ha acarreado durante más de 40 años y que le impide actuar en el teatro. “Finalmente, puedo admitir que la única obra de teatro que hice fue cuando estaba en la universidad porque había mucho trauma involucrado. La obra sucedió en dos fines de semana. Hice el primero y, entre el primero y el segundo, John Hinckley le disparó al presidente”, relata ahora la intérprete en una entrevista con la actriz Jodie Comer para la revista Interview.

La actriz, protagonista de El silencio de los corderos o Nyad, nunca ha querido revivir este suceso en público desde que sucedió. De hecho, introdujo durante años unas cláusulas en sus entrevistas que vetaban cualquier referencia al tema. Han sido necesarias cuatro décadas para que, por fin, se atreva a sincerarse sobre cómo lo vivió y lo que ha supuesto para ella. “El mundo se vino abajo, había gente del Servicio Secreto por todas partes, tenía guardaespaldas y me tuvieron que llevar a una casa de seguridad”, detalla. “Estaba en medio de estos dos fines de semana de esta obra, y tuve la tonta idea de ‘el espectáculo debe continuar’. Así que pensé: ‘Tengo que hacer ese segundo fin de semana”, explica en la entrevista. Sin embargo, Foster admite que durante ese segundo fin de semana se produjo un incidente aterrador que finalmente la traumatizó lo suficiente como para renunciar al teatro de por vida.

Ese “incidente bastante aterrador” le ocurrió cuando acababa de cumplir 18 años. Así es como lo recuerda: “Había gente por todas partes, cámaras por todas partes, y había un tipo en la primera fila [del teatro], y me había dado cuenta de que era la segunda noche que había estado allí, y decidí gritar durante toda la obra: ‘¡Que te jodan, hijo de puta!’. Simplemente, decidí que iba a usar a este tipo. Y luego, al día siguiente, se reveló que este tipo en particular tenía un arma, y la había traído a la actuación, y luego estaba huyendo, y yo estaba en una clase, y el guardaespaldas vino y me tiró al suelo mientras estaba en la clase, lo cual fue realmente vergonzoso porque solo había 10 personas allí. Fue un momento traumático, y nunca he admitido que tal vez eso tenga algo que ver con el hecho de que nunca quise volver a hacer una obra de teatro”.

Ronald Reagan moments before the assassination attempt by John Hinckley Jr. on March 30, 1981, at the Washington Hilton in Washington. James Brady is visible third from left, the White House press secretary was hit in the head by a bullet and left partially paralyzed for life.
El presidente Ronald Reagan saluda momentos antes del intento de asesinato por parte de John Hinckley Jr., el 30 de marzo de 1981 en el Washington Hilton en Washington. James Brady es visible en tercer lugar desde la izquierda, el secretario de prensa de la Casa Blanca una bala le alcanzó en la cabeza y le dejó parcialmente paralizado de por vida.The White House (Getty Images)

Foster admite que, en última instancia, se convenció a sí misma de amar el teatro e ir al teatro, pero de alguna manera sentía que no podía comprometerse a actuar sobre el escenario de nuevo. Esa parte de su carrera quedó truncada por culpa de Hinckley Jr., que fue declarado no culpable por causa de locura y en junio de 1982 ingresó en el hospital psiquiátrico de San Elizabeth en Washington ―lo que se usó para llevar a cabo la Ley de Reforma de la Defensa por Demencia de 1984―. Tras años de sucesivos beneficios penitenciarios, Hinckley obtuvo la libertad vigilada en 2016. “Fue un momento duro. Fue hace mucho tiempo. Probablemente, ni siquiera lo sepas, pero le disparó para impresionarme, y me había escrito cartas, así que fue un momento decisivo en mi vida”, le cuenta Foster a su entrevistadora. Comer, que ha protagonizado obras de teatro tanto en el West End de Londres como en Broadway, le pregunta si la podría “convencer” para que volviera a subirse al escenario. “Seré la primera persona de 80 años en subir al escenario con mi andador, tal vez”, bromea Foster.

John Hinckley Jr. poses for a portrait in a park next to the Williamsburg Regional Library on Thursday, July 28, 2022.
John Hinckley Jr. posa para un retrato en un parque junto a la Biblioteca Regional de Williamsburg el jueves 28 de julio de 2022.The Washington Post (Getty Images)

Ahora se han cumplido los dos años desde que Hinckley, que ya tiene 69 años ―tenía 25 cuando llevó a cabo el tiroteo―, finalmente alcanzó la libertad condicional en junio de 2022. A los pocos días, habló con la CBS en la que supuso su primera entrevista televisada. Expresó remordimiento por sus acciones y afirmó que no recuerda las emociones que tenía en el momento en que perpetró el atentado. También dijo arrepentirse por todas las vidas afectadas por sus acciones y pidió perdón a su familia, a Reagan y a la familia de James Brady, el secretario de prensa de la Casa Blanca a quien una bala le alcanzó en la cabeza y le dejó parcialmente paralizado de por vida. También se disculpó con Foster. “Sé que probablemente ellos no me pueden perdonar ahora, pero solo quiero que sepan que me arrepiento de lo que hice”, admitió. Cuando se le preguntó qué sentimientos lo llevaron a hacer lo que hizo, obvió su fascinación por la actriz y simplemente contestó: “Eso es algo que yo no quiero recordar”. 43 años después, es ella quien se ha animado a recordar el incidente públicamente.

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