Todas las veces que la reina Camila ha recordado a Isabel II luciendo sus joyas
El funeral de la monarca o en su reciente visita de Estado a París, la esposa de Carlos III ha llevado broches, collares o tiaras de su difunta suegra en algunas de las ocasiones más especiales de su primer año como reina consorte
El rey Carlos III y la reina Camila comenzaron el pasado miércoles 20 de septiembre una visita de Estado de tres días en Francia. La primera jornada tuvo su momento culminante durante la noche, en una cena de gala en Versalles, el icónico palacio a 25 kilómetros de París donde los presidentes de la República reciben a mandatarios de primer rango desde mediados del siglo XIX. El presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte Macron, recibieron a los nuevos monarcas británicos con una puesta en escena en la que ellos vestían esmoquin negro y ellas, un vestido azul. Ellos llevaban una pajarita anudada al cuello y Camila lucía algo mucho más especial: un collar largo de zafiros y diamantes que Jorge VI regaló a su hija, la reina Isabel II, en su boda con Felipe de Edimburgo. La actual reina consorte acompañó el look con un par de aretes realizados en Carrington & Co y una pulsera, también de zafiros, que en su momento también llevó la difunta monarca.
El collar y los pendientes entregados como regalo de bodas a Isabel II fueron los primeros de la colección de zafiros de Jorge VI en entrar en la colección real ―cuando murió, la reina de Inglaterra tenía un joyero personal tasado en 120 millones de euros y otro institucional que pasa por ser el más valioso del mundo―. Isabel II les tenía tanto cariño que encargó el brazalete y los anillos a juego en 1963, algo inusual según su entorno, ya que se dice que no le gustaban sus manos y evitaba llamar la atención sobre ellas. La última vez que se puso estas joyas con un vestido azul, de la misma tonalidad que el que lució en París Camila, fue para una fiesta en The Ritz durante la celebración de su Jubileo de Oro, era noviembre de 2002. Camila, por su parte, optó 20 años después por la misma colección, con tiara de zafiros incluida, cuando se unió al recientemente proclamado rey Carlos para un lujoso banquete de Estado celebrado en honor del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, en noviembre de 2022 ―aunque en esta ocasión hizo quitar el colgante del collar para usarlo como gargantilla―. Así que la de París no ha sido la primera vez que Camila ha rendido homenaje a su difunta suegra vistiendo sus joyas para una ocasión especial. Durante su primer año como reina consorte lo ha hecho en varias ocasiones.
El collar del día más esperado
El día en el que Carlos III y Camila fueron coronados oficialmente como rey y reina del Reino Unido, el pasado 6 de mayo, todos los focos estaban posados sobre ellos y sus coronas. Pero había también otra joya que deslumbraba en el cuello de Camila: un collar de 26 diamantes creado en 1858 y diseñado explícitamente para la reina Victoria por Garrard, el primer joyero de la corona. La pieza se entiende como un símbolo de la continuidad de la monarquía británica, ya que ha adornado los cuellos de varias reinas a lo largo de la historia. Entre ellos, el de la reina Isabel II durante su propia coronación, en 1953.
Antes de su gran día, el palacio de Buckingham compartió tres retratos oficiales de sus majestades para conmemorar la coronación. En ellos, Camila complementó un vestido de crepé de lana azul con un collar de perlas de su colección privada y pendientes de gota de perlas, engastados con zafiro y rubí, que pertenecieron a la reina Isabel II. La difunta monarca usaba perlas a menudo, tanto para el día a día como para ocasiones formales, y recibió muchos regalos de joyas de perlas de sus abuelos y padres durante sus años de formación antes de llegar el trono.
Un conjunto con valor sentimental
En su primera visita oficial como reyes a Alemania, a finales de marzo de 2023, tras ser recibidos con una salva de 21 cañonazos y un desfile aéreo al aterrizar en Berlín, Carlos de Inglaterra y su esposa disfrutaron de la bienvenida ceremonial del presidente Steinmeier y su mujer, Frau Büdenbender, en la Puerta de Brandemburgo de la capital alemana. Para esa ocasión, Camila lució un conjunto turquesa adornado con un elegante broche del mismo color. La joya es una reliquia que la reina María le regaló a su nieta, la entonces princesa Isabel, para su confirmación en 1942. Era tradición entregar una joya turquesa para las confirmaciones reales dentro de la familia Windsor, según el medio especializado The Court Jeweller. La propia madre de María, la princesa María Adelaida de Cambridge, también recibió un broche de este color como regalo para su confirmación y lo usó cuando hizo su primera aparición oficial en el palacio de Buckingham.
En esta misma visita, el primer viaje fuera de las fronteras británicas de los nuevos monarcas, también asistieron a una cena de gala en el palacio de Bellevue de Berlín. Para la ocasión, Camila escogió un vestido negro de Bruce Oldfield con el llamado City of London Fringe Necklace. Esta joya de hilo de seda gris y 56 diamantes de diferentes tamaños, engastados en plata y oro, debe su nombre a que en 1947 la ciudad de Londres se lo regaló a la reina Isabel II como obsequio de bodas. Hasta que Camila lo lució en esta cena, el collar no se había utilizado en público desde que su suegra lo llevó con la tiara Queen Mary Fringe para su retrato del Jubileo de Diamante en 2012. En el evento en el palacio alemán, Camila también lució una tiara, pero no la del retrato. La reina consorte escogió la tiara de Greville para rematar su atuendo, una joya que perteneció a la Reina Madre y que pasó a formar parte de la colección de Isabel II tras la muerte de esta, en marzo de 2002. Ahora es una de las favoritas de Camila, que la ha lucido en galas, cenas de Estado y aperturas del Parlamento.
Un tributo conmovedor
Hay toda una historia detrás del llamativo broche que la reina consorte decidió usar para el multitudinario funeral de Estado de Isabel de Inglaterra, celebrado el 19 de septiembre de 2022. El broche del Jubileo de Diamante de Hesse perteneció a la reina Victoria, quien recibió la joya como regalo de sus nietos para conmemorar su Jubileo de Diamante. Tiene una silueta en forma de corazón y está compuesto por un trío de zafiros azules y 60 diamantes en honor al reinado de seis décadas de la monarca. La Reina Madre heredó la pieza, y más tarde la propia Isabel II. Sin embargo, la revista Vogue destacaba entonces que el broche no se había visto públicamente durante décadas hasta que Camila lo convirtió en una pieza fundamental de su colección tras lucirlo en 2005, cuando pasó a formar parte de la familia real británica oficialmente tras casarse con Carlos. Después, la ha utilizado en varias visitas de Estado y, en esa ocasión, como tributo a su majestad el día de su funeral.
La nueva reina consorte también tuvo un gesto simbólico con Isabel II durante su funeral escocés, el 12 de septiembre de 2022. Eligió para la ocasión un broche con la flor nacional de Escocia, el cardo, una joya de diamantes que utiliza, sobre todo, durante sus visitas al país montañoso. Aunque la pieza ha sido usada con más frecuencia por la Reina Madre que por Isabel II, fue ella misma quien se la regaló a Camila, todavía en vida, según confirmó una fuente real a CNN. Ella se lo puso durante la procesión del ataúd de la reina desde la catedral de Edimburgo hasta el palacio de Holyroodhouse en un conmovedor gesto de respeto y recuerdo que no pasó desapercibido.
En su primera visita a Gales tras la muerte de Isabel II, también en septiembre de 2022 y también vestida de luto, Camila lució el broche de puerro de la Guardia Galesa, que ha adornado los atuendos de muchos miembros de la realeza durante décadas ―entre ellos los de Diana de Gales ―. La propia reina Isabel también usó este broche en varios eventos de la Guardia Galesa a lo largo de los años. La pieza está recubierta de diamantes brillantes, con una simplicidad y delicadeza discretas que la convierten en el acento ideal para ocasiones sombrías. La actual princesa de Gales, Kate Middleton, lució una réplica mientras participaba junto al príncipe Guillermo en el desfile militar del Día de San David, patrón de Gales, en marzo de 2023.
Una joya de largo recorrido
El azul es un color muy habitual en el armario de Camila y los zafiros, por tanto, también tienen un lugar destacado en sus joyas. Los luce, sobre todo, en celebraciones, como las de Día de la Mancomunidad de Naciones, que se celebra el segundo lunes de marzo. Para el de este año, el primero de Carlos y ella como monarcas, lució un impresionante broche con un gran zafiro rodeado de 18 diamantes engastados en oro. En los círculos reales, la pieza es reconocida como el broche de racimo de zafiro ruso. Data de finales del siglo XIX y perteneció a la consorte rusa Maria Feodorovna. Tras su muerte en 1928, las hijas de Feodorovna vendieron sus joyas, entre ellas este broche, que la reina María compró. Cuando esta murió en 1953, su nieta, la reina Isabel II, heredó la joya que lució, por ejemplo, durante su visita al Vaticano en 2014.
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