Natalia Lacunza sale de su autosabotaje y publica disco: “Hay muchísimos tíos que han hecho barbaridades y ahí están, en festivales”
Tras un largo proceso de introspección, la cantante presenta su primer trabajo largo, ‘Tiene que ser para mí’, marcado por la honestidad y en el que plasma sus vivencias personales
Natalia Lacunza (Pamplona, 23 años) no se calla nada. Han pasado casi cuatro años desde que saltó a la fama gracias a su participación en la décima edición de Operación Triunfo, tiempo que le ha servido para publicar dos EP (Otras alas, en 2019; y EP2, en 2020) y para sentirse “lo suficientemente segura” como para fiarse de sí misma y de su criterio. “He pasado mucho tiempo dudando y quedándome calladita observando. He observado tanto que creo que ya estoy en un punto en el que puedo participar en el juego. Creerme de verdad que soy una tía inteligente, con sensibilidad y con capacidad de análisis y dejar de cuestionarme a mí misma constantemente”, expresa la cantante. Ahora publica su primer disco, Tiene que ser para mí (que presenta el 24 de junio en el festival Tomavistas Extra de Madrid), un repertorio de 12 canciones en las se muestra más franca que nunca. “Siempre he sido muy sincera, pero creo que ahora estoy contando algo que realmente es importante para mí. Es mucho más crudo. Un reflejo de todas las reflexiones a las que he llegado durante este tiempo, del proceso de adaptarme a la vida adulta y de las situaciones tanto sentimentales como profesionales a las que me he tenido que enfrentar”.
El nombre de su nuevo trabajo es como una especie de mantra que se ha estado repitiendo a sí misma durante estos años en su duelo con el autosabotaje. “Es un poco el enfrentarme a esa sensación de que no soy suficiente, de que no voy a llegar, de que no soy lo suficientemente buena, ni lo suficientemente carismática, ni lo suficientemente guapa, porque parece que las mujeres de la industria tenemos que ser lo mejor de lo mejor. Al final es algo que se aleja de la realidad y que viene impuesto desde fuera, pero que muchas veces también somos nosotras mismas las que nos lo autoimponemos”, reconoce. “Este disco habla de ese duelo, de esa autoexigencia. De encontrar mi fortaleza y decir: ‘Todo lo que estás trabajando y todo el esfuerzo que estás haciendo te será devuelto”.
Las numerosas referencias musicales que reúne el disco hacen que resulte complicado englobarlo bajo un género musical común, aunque a la cantante le gusta catalogarlo como dream pop (sueño pop, en su traducción), un subgénero que se caracteriza por los sonidos suaves, oníricos y atmosféricos. “Le pongo el término dream porque es como un viaje sonoro, pero hay desde un bolero, una canción que recuerda al pop estadounidense de los 2000, sonidos electrónicos… tiene muchísimas referencias”. Confiesa que componerlo ha sido como una especie de terapia para ella. “Escribo para entenderme a mí misma. Muchas veces mi manera de intentar procesar las cosas que me pasan es plasmar lo que siento sobre un papel y así poder hacer una valoración más objetiva”.
En una de las canciones, No me querías tanto, aborda las consecuencias de una relación tóxica que, asegura, ha “vivido en sus propias carnes”. “En un primer momento no las ves. Tiene que pasar un tiempo para enfadarte, para procesar ese enfado, para poner la culpa donde la tienes que poner y dejar de atribuirte a ti misma cosas que no te corresponden. Y luego, finalmente, llegar a estar en paz, porque te deja muy trastocada y te puede condicionar a la hora de tener otras relaciones”.
Aunque no quiere señalar a nadie, quien haya seguido de cerca los pasos de la cantante recordará un polémico vídeo que se hizo viral en las redes sociales a mediados de 2021, en el que su expareja y también cantante Pol Granch aparece interpretando en uno de sus conciertos un tema que lanzaron a dúo, En llamas, adoptando un tono de burla en las estrofas que le corresponden a Lacunza, lo que provocó un aluvión de críticas en contra del artista. “Las palabras hablan por sí solas, que cada uno piense lo que quiera y saque sus propias conclusiones”, zanja, apuntando que la canción no solo hace referencia a las relaciones sentimentales. “También a la misoginia que hay implícita en la industria, a las relaciones laborales y al abuso de poder”, detalla. “Los hombres malos siempre se hacen ricos”, entona en una de las estrofas. “Muchos cabrones acaban en puestos superimportantes y se blanquean sus comportamientos. Este tema nace de que me digan: ‘Pues haz una canción y te desahogas’. Pero yo no quiero hacer una canción, yo quiero justicia. Pero al final te encuentras en una realidad en la que no la hay”.
Lacunza no duda en denunciar la misoginia y el machismo que, reconoce, impera en la industria musical. “Se sabe que hay muchísimos tíos que han hecho barbaridades. Traperos y gente que ha hecho cosas como para estar en la cárcel toda su vida. Y ahí están, en festivales, y yo tengo que coincidir con ellos y ver que en el cartel aparece mi nombre junto al suyo. Si fuera una mujer la que hiciera alguna de esas cosas se la tacharía para siempre. Estoy harta de que me pregunten sobre qué se siente al ser una mujer en la industria, harta de que me pregunten si la industria es misógina, si hay igualdad. Mira, tío, no la hay, pero al que le tienes que preguntar por esto es al gilipollas de turno, al tío que trabaja en esta discográfica, a este artista que ha hecho esto que claramente todo el mundo sabe y nadie hace nada”, reivindica la cantante.
“El trabajo ya no es mío ni de ninguna de nosotras, el trabajo está ahora en el otro lado. Que les pregunten a ellos ‘¿Qué haces tú para que la sociedad sea más inclusiva? ¿Qué haces tú para que la sociedad sea menos machista? ¿Qué haces tú para pelear contra eso?’. Nosotras ya llevamos peleando muchísimo tiempo, no tengo que estar justificando mi existencia constantemente cuando tú estás justificando tus actos de mierda y yo tengo que estar pensando en si soy suficientemente buena como para decir lo que pienso. Es absurdo. Llega un momento en el que dices ‘¿Qué es esto?”.
Reconoce que hay personas a las que les molesta su sinceridad. “Gente con poder me ha recomendado que me calle. ‘Quédate callada porque vas a salir perdiendo’. Lo peor es que lo dicen porque es verdad. Eso es lo más triste de todo, que te lo dicen por tu bien, cuando tu bien debería ser otro, pero esa es la realidad. Tendría que cambiar la dinámica entera de arriba abajo”.
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