Esther Doña, viuda del Marqués de Griñón, confirma su relación con el juez Pedraz con un vídeo en alta mar
La última esposa de Carlos Falcó, fallecido por covid-19 el año pasado, ha puesto fin a los rumores iniciados hace algunas semanas a través de su cuenta Instagram
Después de semanas de rumores, la protagonista habló. Relajada y sonriente, Esther Doña, de 42 años, publicó este miércoles por la tarde un vídeo en su cuenta de Instagram junto al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de 63 años, en la que se les puede ver en un barco detenido cerca de la costa. Una grabación hecha por ella misma que decidió acompañar de un revelador mensaje: “Y por fin comenzaron nuestras vacaciones”. Esta es la primera vez que la viuda de Carlos Falcó, fallecido en marzo de 2020 a causa del coronavirus, se pronuncia sobre la relación que se le atribuía desde comienzos del mes pasado con Pedraz, con quien se le ha podido ver en diferentes ocasiones. La última, en unas fotogarafías tomadas en diferentes días, publicadas este miércoles por la revista ¡Hola!. Horas más tarde, Doña sorprendía con la publicación en la red social.
La viuda de Griñón no ha desvelado el lugar en el que ella y Pedraz se encuentran de vacaciones, aunque no esconde su ilusión por esta recién estrenada etapa en la bio de su perfil, en la que se asegura que está “comenzando un nuevo capítulo” en su vida con “alegría y vitalidad”. Antes de convertirse en pareja, Doña y Pedraz eran amigos ya que el magistrado de la Audiencia Nacional acudía con frecuencia a las fiestas que ella y el empresario Carlos Falcó celebraban en el palacio El Rincón, en la localidad madrileña de Aldea del Fresno.
Casada con Falcó desde 2017 y tras otros dos años de relación, Doña prevé lanzar el próximo 27 de octubre unas memorias editadas por Planeta, en las que abordará su vida junto al marqués de Griñón y que arrancan, según indica la nota de prensa, con el momento en el que le comunicaron el fallecimiento de su entonces marido: “Los muros de piedra del palacio de El Rincón parecen de pronto mucho más oscuros y amenazantes. El que hasta hace un minuto era mi hogar ha perdido el alma y el encanto y ahora es un castillo solitario, frío y vacío. Aún tengo el teléfono en la mano temblorosa cuando los ojos se me llenan de lágrimas que no sé cómo gestionar. ‘El señor ha muerto —susurro—. El señor ha muerto”.
Tanto la propia Doña como algunos de los hijos de Falcó han confirmado en diversas ocasiones la nula relación que mantienen. En octubre de 2020, la viuda aseguraba que no hablaba con varios de ellos desde hacía meses y que, por ejemplo, Tamara Falcó —hija del aristócrata e Isabel Preysler y actual marquesa de Griñón— ni siquiera le había llamado para darle el pésame. La última vez que se pudo ver a Doña junto a los vástagos del marqués fue en su funeral, celebrado el pasado 29 de junio con más de un año de retraso debido a la pandemia en la basílica madrileña de San Francisco el Grande. Entonces, preguntada por su encuentro con la última mujer de su padre, Tamara Falcó respondió con un esquivo “todo fenomenal”. Doña, a la que se había mantenido al margen de un homenaje al marqués celebrado anteriormente, aseguró aquella tarde que él fue la persona que le descubrió “lo que es realmente el amor”, y agregó que seguía siendo el hombre de su vida.
Por su parte, aunque ahora Pedraz ha saltado a las páginas de la prensa del corazón, ya era uno jueces más mediáticos por su trayectoria como magistrado en la Audiencia Nacional. Él ha sido el encargado de investigar, por ejemplo, la caja B del Partido Popular y otros grandes o polémicos casos como la muerte del cámara de televisión José Couso en Bagdad, la estafa filatélica de Afinsa y la denuncia contra el movimiento Rodea el Congreso. Discreto con su vida sentimental, hasta la fecha se le conocen dos relaciones anteriores, con la filóloga y periodista Paula Arenas y con la joven abogada Sylvia Córdoba.
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