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Los vaivenes sentimentales y judiciales de Amber Heard

La exmujer de Johnny Depp pasa la cuarentena en su casa a la espera de su próximo juicio por difamación contra el actor y junto a su nueva pareja, una directora de cine

La actriz Amber Heard en los Spirit Awards celebrados el 8 de febrero en Santa Mónica, California.
La actriz Amber Heard en los Spirit Awards celebrados el 8 de febrero en Santa Mónica, California.LUCAS JACKSON (Reuters)
María Porcel

La vida de Amber Heard lleva meses, si no años, siendo escrutada por el ojo público. La actriz, que este próximo abril cumplirá 34 años, ha logrado eso que pocos intérpretes quieren para sí: ser más conocida por su vida privada que por su carrera profesional. Pese a que tiene casi medio centenar de proyectos en su haber y lleva tres lustros tratándose de hacerse un hueco en la industria, al final lo que ha cambiado en su vida han sido 15 meses: los que estuvo casada con el también actor Johnny Depp.

La unión de Heard con el actor de Piratas del Caribe duró entre febrero de 2015 y mayo de 2016, pero aquellos días siguen pasándole factura cinco años después. Sus problemas judiciales con Depp no han acabado, por lo que su imagen todavía sigue marcada por aquella unión. Igual que sus fans siguen sacando las uñas por ella, también las críticas contra ella siguen siendo voraces. Por ello, por ejemplo, no permite comentarios en sus publicaciones en redes sociales. De hecho, en ellas tampoco muestra a sus parejas.

En su última publicación, Heard se deja ver en lo que parece el jardín de su casa recogiendo romero y naranjas de un árbol como parte de su dieta de confinamiento y “manteniendo distancia social”, como ella misma dice. Se escucha una voz femenina que graba su vídeo, pero se desconoce quién es, porque no sale en cámara ni se dirige a ella por su nombre. Sin embargo, todo apunta a que podría ser Bianca Butti, directora de cine de 38 años.

Butti es la última pareja de Heard y se la ha visto con ella durante los últimos tres meses. La actriz sale con ella ahora, después de pasar varios años junto a la fotógrafa Tasya van Ree, de casarse con Johnny Depp y de salir durante aproximadamente un año con el magnate Elon Musk, fundador de la marca de automóviles Tesla. Como la propia Heard contó hace unos meses, su vida y su carrera “comenzaron a cambiar" cuando reveló públicamente su bisexualidad.

“Solo fui honesta pero por la cara de la persona que me entrevistaba sabía que me había metido en un problema (...) me convertí en una etiqueta. Nunca me había sentido definida como persona por quien era mi pareja”, explicó Heard, que recordó que su nombre junto a la palabra “bisexual” fue un gran problema en su carrera y como mujer. La actriz de Aquaman afirmó que la sexualidad sigue siendo tabú en Hollywood: “Si cada hombre gay que conozco en Hollywood saliera del armario mañana, en un mes todo se olvidaría. Pero aún nos queda mucho por recorrer”.

Más allá de esa etiqueta que afirma que la persigue está la cuestión judicial, que es lo que realmente está marcando su vida y en parte su carrera: en 2019 solo hizo una cinta y en 2020 una pequeña serie; sus dos próximos estrenos solo han sido anunciados, pero no se están grabando aún. Además, no parece que cuente con el apoyo de los poderosos de Hollywood: en las últimas semanas, nombres de calado como los de Winona Ryder, Penélope Cruz y hace un par de días Javier Bardem se pronunciaban a favor de Johnny Depp, afirmando que Depp nunca fue una persona agresiva, como trata de hacer ver Heard.

“No quiero llamar a nadie mentiroso, pero por mi experiencia con Johnny me es imposible creer que estas terribles acusaciones sean ciertas. Lo encuentro extremadamente desconcertante conociéndolo como lo conozco”, afirmó Ryder, mientras que Cruz aseguró que Depp era un buen amigo al que conocía desde hacía años. “Siempre me ha impresionado su amabilidad, su mente brillante, su talento y su peculiar sentido del humor”, explicó la actriz española.

Afirmaciones que no hacen más que dejar en entredicho la versión de Heard, al menos ante una industria que tiende a proteger a los suyos y a no sacar su basura a relucir; no hay más que ver el caso de Harvey Weinstein, que tardó años en salir a la luz pese a afectar a decenas de personas de la industria.

El cruce de acusaciones entre la pareja se lleva extendiendo un lustro. El uno y el otro se acusan mutuamente de peleas, gritos y golpes. Recientemente ha salido a la luz una grabación que demuestra que Heard atacó a Depp: “Siento no haberte cruzado la cara con un tortazo como debía ser, pero estaba pegándote, no empujándote. Cariño, no te estaba empujando”, se oía decirle, ella a él, sobre una pelea de la noche anterior. “No sé cual fue el recorrido de mi mano, pero estás bien, no te he hecho daño, no te he empujado, solo te golpeé”.

Mientras que él ha declarado “ser víctima de Amber Heard” y la acusa de haber acudido al juzgado con moratones pintados, ella ha escrito cartas en medios de comunicación donde afirma que él la abofeteaba y arrastraba del pelo: “Se convertía en una persona totalmente diferente a menudo delirante y violenta. Llamamos a esa versión de Johnny 'El Monstruo”. En el diario The Washington Post aseguró: “Hace dos años, me convertí en una figura pública representando el abuso doméstico y sentí la fuerza total de la ira cultural que existe contra las mujeres que alzan la voz”, dando a entender que su versión no era aceptada ni comprendida y explicando que había llegado a sufrir amenazas de muerte.

Por ahora, su lucha judicial está parada, como las de otros tantos famosos. Depp ha decidido denunciar al diario británico The Sun por difamación y tenía la vista el lunes, pero el coronavirus lo ha pausado. El 1 de marzo de 2019 Depp había presentado una demanda por difamación contra su exesposa por insinuar que era un maltratador y causar que le despidieran de la franquicia de Piratas del Caribe. Por ahora, Depp seguirá en su casa de Francia, con sus abogados tambien en cuarentena y sin poder viajar. Y Heard podrá respirar alejada de la tormenta mediática y seguir recogiendo naranjas frescas cada mañana.


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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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