Un aperitivo, una pizza y un postre con higos
Los higos son la fruta estrella de septiembre. Su carnosidad y dulzura permiten múltiples usos en la cocina: marchando un aperitivo convertible en ensalada, una pizza blanca y un pastel con más higo que la Pantoja.
Septiembre no es el mes más alegre del mundo, sobre todo para los que tenemos las vacaciones en agosto. Pero hay algo capaz de combatir la bajona más feroz, y que vive su esplendor justo en este mes: los higos. En su punto óptimo de madurez, esta fruta que no se parece a ninguna otra es una explosión de dulzor en la boca, y además su carnosidad permite darle múltiples usos en la cocina.
Los higos funcionan muy bien en frío pero también resisten con bastante entereza el calor, por lo que podemos incorporarlos sin problemas en platos que pasen por el horno. Nosotros los hemos usado para un aperitivo que se puede transformar sin dificultad en ensalada, una pizza blanca (es decir, sin salsa de tomate), y un pastelazo que es pura lujuria mediterránea.
HIGOS RELLENOS DE ROQUEFORT
Ingredientes
Para 4 personas
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8 higos grandes
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100 g de roquefort, gorzonzola o cualquier queso azul
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100 ml de Pedro Ximénez o cualquier vino dulce
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2 cucharaditas de miel
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El zumo de ½ limón
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Una rama de romero fresco
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Aceite de oliva virgen extra
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Sal
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Pimienta
- Brotes verdes o lechuga (opcional)
Preparación
- Calentar el horno a 220 grados.
- Mezclar bien el roquefort o el queso azul con una cucharadita de miel y un chorro de aceite de oliva.
- Cortar los higos por la mitad quitándoles la parte del tallo. Hacer un pequeño corte en la base de cada mitad para que no se tambaleen sobre la bandeja (ver vídeo). Hacer un poco de hueco en el centro de los higos y rellenarlos con la pasta de queso. Colocarlos en una fuente cubierta con papel de horno, rociar con un chorrito de aceite y hornear unos 5-10 minutos o hasta que empiecen a ablandarse.
- Poner a calentar cuatro cucharadas de aceite, la otra cucharadita de miel, el zumo de limón, el Pedro Ximénez, una ramita de romero fresco, sal y pimienta negra. Cuando hierva y el vino reduzca un poco, retira del fuego, tapa y deja que se enfríe.
- Los higos se pueden tomar como aperitivo aliñados con esta vinagreta, o como ensalada acompañados por brotes verdes o lechuga.
PIZZA BLANCA DE HIGOS Y JAMÓN
Ingredientes
Para 1 pizza
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Una masa de pizza fresca
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4 higos
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50 g de jamón ibérico
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120 g de mozzarella
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Hojas de albahaca
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Aceite de oliva virgen extra
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Pimienta negra molida
Preparación
- Romper la mozzarella en trozos y déjala sobre un colador para que pierda líquido.
- Calentar el horno a unos 240-250 grados.
- Poner la masa sobre papel de horno en la base del mismo.
- A mitad de la cocción, sacar la pizza del horno y añadir el queso repartido en trozos. Poner otra vez la pizza en la parte de arriba del horno, y seguir cociéndola hasta que la mozzarella se derrita
- Retirar el tallo de los higos, cortarlos en gajos y repartirlos sobre la pizza. Dejar un minuto más en el horno para que se templen.
- Sacar la pizza y terminar con jamón troceado con las manos, unas hojas de albahaca, un chorrito de aceite y sal y pimienta negra.
PASTEL DE HIGOS Y ALMENDRA
Ingredientes
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De 8 a 12 higos, dependiendo del tamaño
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100 g de almendras crudas
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150 g de azúcar (y un poco más para espolvorear)
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125 g de harina
- ½ cdta. de levadura química (tipo Royal)
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60 g de mantequilla (y un poco más para engrasar el molde)
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3 huevos
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2 cucharadas de miel
Preparación
- Calentar el horno a 190 grados.
- Untar con mantequilla un molde bajo de unos 22 centímetros de diámetro.
- Poner las almendras y el azúcar en un robot de cocina y triturar hasta obtener un polvo grueso.
- Añadir la harina, la levadura química y la sal y mezclar.
- Batir los huevos en un bol con la mantequilla derretida y la miel.
- Añadir la harina de almendras y mezclar hasta obtener una masa homogénea. Verterla en el molde.
- Retirar el tallo de los higos y cortarlos por la mitad. Repartirlos sobre la masa con la pulpa hacia arriba, espolvorear con azúcar y hornear unos 40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y cuando introduzcas un cuchillo salga limpio. Dejar enfriar.
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