Menú semanal de El Comidista (11 a 17 de marzo)

Unos buenos guisantes serán la base para esta reconfortante crema, cuyo sabor se intensifica gracias al puerro previamente dorado. Un aceite de menta fresca y un poco de queso cremoso rematan la jugada.

¿Hamburguesa a la japonesa? Sí, y con el sello del chef Yoshihiro Narisawa. ¿Dificultad? Cero. ¿Sabor de la salsa? Mejor que cualquiera que compres envasada.

Sentimos decirte que las naranjas no curan los resfriados, pero siguen estando bien ricas.

Que no te vendan imitaciones: la auténtica ensalada César no es yanqui ni italiana, sino mexicana. Tampoco lleva pollo ni anchoas, tan sólo unos cuantos ingredientes con los que marcarte un primer plato espectacular.

Preparamos una pasta cremosa como si fuera un risotto y la acompañamos de alcachofa. Para rematar, un toquecito de sobrasada fundida.

Este pudin resulta de lo más económico porque sirve para aprovechar restos de repostería seca: brioches, cruasanes, suizos, panes dulces...

Si te gusta el hummus, pero te cansa hacerlo siempre de la misma forma, te dejamos esta otra receta para que conozcas todas sus variantes.

Damos un giro contemporáneo a un plato tradicional de Semana Santa, acortando la cocción de unas espinacas y cocinando el huevo con el calor residual para que quede cremoso. ¿Resultado? Mismo sabor, mejor textura.

Los pasteis de Belem son unas tartaletas de hojaldre y crema cuya fórmula secreta solo conocen los dueños de la pastelería homónima de Lisboa.

Patata cremosa, mayonesa casera, una cantidad generosa de variantes para darle vidilla, atún y huevo duro: si te tiemblan las piernas solo de pensar en una ensaladilla con guisantes, esta es la tuya.

Era el último plato mencionado en el estribillo de la sintonía de 'Con las manos en la masa', y con él homenajeamos al programa de Elena Santonja.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para prepararse de cara a la primavera.

Este tartar de salmón fresco, ahumado y aguacate se hace crema en la boca. Si sabes 'picar cosas', puedes prepararlo.

Cocinar esta pieza del pato no tiene más truco que encontrarle el punto. La salsa rápida multiplica el sabor por cien.

Esta maravilla te hará conocer tocar el cielo y a cada bocado necesitarás más. El secreto para alcanzar una textura increíble está en la temperatura.

Es fisiológicamente imposible no derretirse como un ídem ante el invento inglés más lujurioso de todas las eras: el bocadillo de queso fundido.

El descubrimiento de este postre/merienda/desayuno significará un antes y un después para los intolerantes a la lactosa.

Además de enjundia y abundancia de ingredientes cárnicos y vegetales, el cocido leonés tiene dos particularidades: el 'relleno' y el orden en el que se disfrutan sus tres partes.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos, pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

Este cóctel tiene una dificultad de preparación tal que lo podrás elaborar aunque ya lleves dos mojitos. ¡Saca la batidora!