_
_
_
_

Bocadillo de tofu crujiente con tomate asado y pesto

Solo hacen falta un par de trucos para convertir el insípido tofu 'normal'en la base sabrosa y crujiente sobre la que construir un rico bocadillo. El tomate asado y el pesto rematan la jugada.

Tofu crujiente y bien acompañado después de pasar por un baño de soja
Tofu crujiente y bien acompañado después de pasar por un baño de sojaMÒNICA ESCUDERO

El tofu es un acompañamiento recurrente en muchos platos vegetarianos y veganos, pero no es fácil conseguir que tenga sabor y textura agradables por sí mismo. Mezclarlo con otros ingredientes en un estofado, una ensalada o cualquier otra preparación –para que no tenga demasiado protagonismo– es una de las soluciones recurrentes, pero también existe la posibilidad de darle un papel principal solo con un par de trucos.

Primero, hay que empaparlo de algo que le aporte el sabor que le falta. Esto lo conseguiremos marinando con uno o varios elementos que aporten umami, como soja, tamari o miso rebajado con algún líquido. El de la foto lleva una soja con poca sal, que le da color -tanto que no parece tofu, directamente- y sabor sin dejarlo muy salado. Segundo, conseguir una corteza crujiente sin tener que rebozarlo y darle a la fritanga: un poco de maizena nos ayudará en este supuesto.

El tomate ya hace las veces de salsa, pero un pesto rápido con tu fruto seco favorito y el toque aromático de la albahaca y el limón acabarán de rematar la jugada. Ya solo queda escoger el pan, que en este caso recomiendo que sea tirando a esponjoso o de miga muy aireada para redondear la combinación.

Si eres de los que creen que un bocadillo no merece tanto curro y que como plato valdría más la pena, no hay problema. Solo tienes que servirlo acompañado de arroz integral, sobre un lecho de polenta cremosa o acompañado de tu pasta favorita: triunfarás seguro. Una opción sin horno es posible si haces los tomates abiertos por la mitad a la sartén.

Si no te sienta bien el ajo crudo en el pesto, puedes poner un par de dientes en el horno envueltos en papel de aluminio y dejar que se asen junto a los tomates: contrólalos a los 30 minutos para que no se quemen, y si ya están hechos, sácalos. Al estar cocinado no será agresivo para el estómago -ni olerá-, pero dejará un sabor muy rico y particular. Vale la pena multiplicar la cantidad de pesto por cinco o por 10 y dejarlo en la nevera: servirá para aliñar puerro o calabaza al horno, pasta -mejor añadiendo un poco de queso- una ensalada de rúcula o unas judías verdes o mejillones al vapor.

Dificultad: Lleva algo de tiempo, pero no mucho trabajo.

Ingredientes

Para un bocadillo

  • Un bollo o pan de barra de miga y corteza no muy duras
  • Unos 150 g de tofu firme en piezas de unos 1,5 cm de grosor
  • Salsa de soja, tamari o miso
  • 2 cucharadas de maicena
  • 2 tomates de pera (3 si son pequeños)
  • 20 g de almendras, avellanas, pistacho, cacahuetes o piñones
  • ¼ de cucharadita de ralladura de limón al gusto
  • 12 hojas de albahaca
  • ¼ de diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal (si es necesario)
  • Pimienta

Instrucciones

1.
Marinar el tofu con soja, tamari o miso durante por lo menos una noche en una tartera en la nevera.
2.
Asar los tomates en el horno a 150 grados durante unos 45 minutos, hasta que se les despegue la piel, estén dorados y huelan bien. Otra opción es hacerlos en una sartén, cortados por la mitad y primero por el lado de la piel. Cuando no quemen, pelarlos, cortar en trozos medianos y drenar el exceso de líquido para que no empape en pan.
3.
Mientras, preparar un pesto en el mortero o un robot de cocina con el fruto seco escogido, el ajo, la albahaca, la ralladura de limón y un par de cucharadas de aceite de oliva (o un poco más si es necesario).
4.
Escurrir bien el tofu, y secarlo muy bien con papel de cocina, presionando ligeramente. Espolvorearlo con la maicena y dorarlo en la sartén a fuego medio hasta que esté crujiente.
5.
Servir en el pan, con los tomates encima, pimienta, -si es necesario, sal, aunque el tofu habrá cogido bastante sazón- y un poco del pesto por encima y por debajo. Comer inmediatamente, antes de que el tofu se ablande.

Nota de la Defensora del Cocinero: Es recomendable utilizar un tofu sedoso o que no tenga textura terrosa (muy porosa y con gran capacidad de absorción) para evitar que el resultado sea demasiado salado.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_