Pan de centeno con alcaravea y nata
Pan con sabor y textura intensos, que bebe de la tradición panadera centroeuropea y puede servir tanto para preparar un sándwich Reuben 100% casero como unas deliciosas tostadas de desayuno.
El centeno y la alcaravea, especia prima hermana del comino y el anís, han ido de la mano desde tiempos muy remotos y regiones diversas. Más recientemente, este tipo de panes se han hecho populares para acompañar bocadillos de embutido, entre ellos el famosísimo y neoyorkino sándwich Reuben de pastrami o corned beef. Hoy os presentamos una versión con personalidad, gracias al centeno integral y con un regusto meloso insospechado debido a la nata, pero sobre todo fácil de elaborar (siempre teniendo en cuenta que es una masa, claro).
Se puede cambiar la harina integral de centeno por otro tipo de harina: centeno blanco, espelta o trigo integral, etc. Pero el centeno integral le da un cuerpo y un sabor que no le aportará ninguna otra harina, así que probad esta receta tal cual antes de cambiarla.
Hemos añadido una buena cantidad de masa madre de centeno, nada más y nada menos que el 40% del peso de la harina. Pues bien, si no la tenéis –aunque el maestro Yarza y Robin Food os enseñan a prepararla en un tris en este vídeo– no es un crimen cambiarla simplemente por harina. Simplemente hará falta añadir entre 30 y 50g de agua más para corregir la hidratación: empezad con 30 y si véis que la masa necesita un poco más, id ajustando. El resultado no será tan maravilloso como la versión con masa madre, pero igualmente tendrá encanto y conquistará a más de uno.
Otro de los grandes aciertos de esta receta es la nata (el 30% del peso de la harina). No, no estoy obsesionado con la nata –bueno, quizás un poco–, pero en este pan queda de fábula, pues contrarresta la acidez del centeno acompañándola y dando un fondo envolvente al asunto.
El toque de gracia final del pan es la alcaravea, que sumada a todo lo anterior hace que este pan sea un serio candidato a convertirse en vuestro nuevo favorito. Los 10 g de semillas escaldadas de esta receta son suficientes para que se note su aroma sin ser agresivo ni predominar sobre los otros ingredientes. Podéis probar con estos 10 g y después modificarla a vuestro gusto, variando la cantidad.
Ingredientes
- 800 g de harina panificable de trigo
- 300 g de harina integral de centeno
- 300 g de agua
- 45 g de azúcar
- 25 g de sal
- 10 g de levadura fresca
- 330 g de nata
- 10 g de semillas de alcaravea
- 440 g de masa madre de centeno (o 440 g más de harina integral de centeno y entre 30 y 50 g de agua)
Instrucciones
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.