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Coctelear en casa es sencillo, pregúntenos cómo

Guía para iniciarse en la coctelería casera en un pispás, sin dejarse un dineral ni en cachivaches ni en botellería. Tu vida social te lo agradecerá, y tus papilas gustativas también.

Bonito kit básico para el coctelero casero.
Bonito kit básico para el coctelero casero.365MM.CAT

Supongamos que te ha entrado el gusanillo de los cócteles. Supongamos también que, además de tomártelos en los bares, decides sentirte como toda una lady británica (o un publicista de Mad Men) y no confinarlos al espacio de la barra, sino también darte un homenaje mientras recibes en casa o simplemente miras una reposición de La que se avecina en pantuflas y bata.

Entonces, ¿hay que desdinerarse para hacer cócteles en casa? ¿Compramos una coctelera? Para ir a responder todas estas cuestiones hemos acudido a los dos tops de la formación en coctelería en España. A un lado del ring, Patxi Troitiño, coordinador del Curso de Experto en Bartender y Coctelería Moderna del Basque Culinary Center – Universidad de Mondragón. Al otro, Damià Mulà, coordinador del Diploma de Extensión Universitaria en Coctelería y Mixología del CETT- Universidad de Barcelona. Ambos son experimentados formadores con más años tras la barra que tú gin tonics en el cuerpo y, como buenos bartenders, les encanta hablar de su oficio y contagiar su pasión por los cócteles.

Lo primero que ambos destacan es que no hay que tenerle miedo a la coctelería casera. “¿Quién no ha tenido en casa un bote de melocotón y una botella de cava sobrantes de un lote, por ejemplo?”, dice Troitiño, “pues ya estamos a medio camino de tener un Bellini en casa”. “Obviamente, con buenas herramientas se trabaja mejor. Pero si somos imaginativos, podemos encontrar las herramientas en casi cualquier lugar”, comenta Mulà. Por ejemplo, un vaso de chupito nos puede servir como medidor. Y un colador es un colador, aunque sea menos funcional y bonito que los de un bar.

“Hombre, puestos a invertir, quizás mejor no comprarse una coctelera de plástico", matiza Damià, "pero venden unos kits caseros muy apañados que llevan de todo y no hay que pedir un crédito para comparlos”. Vale, pues ya contamos con herramientas. ¿Y los vasos? “Yo soy muy partidario de rescatar la cristalería de la abuela ésa que sólo sacamos en Navidad, esas copas talladas tan bonitas que no merecen estar guardadas”, propone Troitiño. Mulà apunta a su vez a dos tipos de vasos: “La mayoría de las personas cuando se imaginan un cóctel en una copa de Martini, así que es una pena no tenerlas. Yo también invertiría en un vaso de sidra alto, que no será útil para muchos combinados distintos”.

Es el turno del alcohol. La mandanga. El alpiste. ¿Hace falta tener un mueble bar enorme? Ambos expertos concuerdan en que no. Los imprescindibles serían, posiblemente, ginebra, ron, vodka, tequila y whisky –además de vermuts, que deben guardarse en la nevera– para ir añadiendo después botellas según nuestros gustos. Troitiño aprovecha para desmentir uno de los mitos urbanos, el de las botellas que explotan en el congelador. “Si tenemos la temperatura del congelador por encima de la graduación alcohólica" en negativo, matizamos, "esto no ocurre”.

También hay que prever algunos elementos para mezclar, como ginger ale, sifón, granadina, limón y menta. “Se pueden utilizar zumos envasados, si son de buena calidad, aunque el de limón mejor natural”, opina Mulà, mientras que Troitiño recomienda tener siempre el cava a mano porque “es versátil, y los cócteles que lo llevan suelen ser sencillos de preparar”. 

Llegados a este punto, solo nos falta el hielo. Si lo hacemos en casa hay que vigilar con los olores y aislarlo bien: de lo contrario, el Dry Martini olerá a merluza. Según nuestros expertos tampoco hay que complicarse la vida: el de la gasolinera o el súper es aceptable. Para rematar la faena, Troitiño –que también es autor de un libro dedicado al bartender amateur, Cócteles a domicilio (Ed Bainet, 2011)– propone tener siempre a mano nata líquida en casa para ofrecer un buen café irlandés, o cassis y cava para hacer uno de los más conocidos cócteles de bienvenida, el Kir Royal. Mulà se decanta por el Gin fizz, del que dice que es un buen cóctel para ir más allá del gin tonic que además se puede tunear. Así que esta vez traemos dos recetas por el precio de una.

KIR ROYAL

Dificultad

“Royal” viene de “reyes”.

Ingredientes

Para un cóctel (servido en copa de cava)

Preparación

  1. El día antes, poner a enfriar la botella de Cassis en el congelador y el cava en la nevera. 
  2. Servir el Cassis en una copa de cava. 
  3. Añadir la decoración. 
  4. Acabar de llenar la copa con el cava y servir inmediatamente.

GIN FIZZ DE FRUTAS

Dificultad

Haces “fizz” y aparece a tu lado.

Ingredientes

Para un cóctel (servido en vaso de tubo y con cañita)

Preparación

  1. Poner el hielo pilé en el fondo del vaso. 
  2. Añadir los demás ingredientes menos el sifón. 
  3. Removerlo una sola vez suavemente. 
  4. Llenar hasta las tres cuartas partes con soda. 
  5. Decorar con la fruta y servir con la pajita.

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