_
_
_
_

Receta invitada: galletas de cacao con escamas de sal

 Coco, chocolate y felicidad por un tubo / PAUL AND PIPPA
Coco, chocolate y felicidad por un tubo / PAUL AND PIPPA

Hace poco cayeron en mis manos las mejores galletas que he probado nunca. Puede sonar fácil de decir, pero cuando has probado muchas galletas en tu vida, algunas de ellas para ponerles un piso, encontrar unas que te pongan los ojos redondos como un dibujo manga y te hagan pensar que tu vida ya no va a volver a ser igual no es algo que te pase cada día. A partir de ese momento solo tuve una misión en la vida: conseguir la receta para compartirla con vosotros. Recordad que vosotros también podéis mandar vuestras recetas a recetascomidista(arroba)gmail.com, y nosotros las prepararemos, fotografiaremos y publicaremos para que podáis presumir de talento cocinillas delante de vuestros amigos (y todavía más, de vuestros enemigos).

Las galletas en cuestión venían en un precioso tubito ilustrado y tenían un nombre de lo más divertido: Paul and Pippa. Se preparan en ocho sabores diferentes con nombres cachondísimos, desde Seeds of love –con semillas de calabaza y girasol– hasta Tomato bravo (tomate con orégano, seguramente una de sus variedades más sorprendentes), Cheese me –parmesano en estado puro con un toque de comino– o sus versiones dulces Lime after time, con un sorprendente toque ácido o Me and Grandma, de canela y manzana. Me costaría mucho decidir cuál de estos sabores es mi favorito, porque son todos deliciosos y especiales, pero seguramente el que de verdad marca la diferencia es Cocoa Chips. Una galleta a medio camino entre lo dulce y lo salado –lleva cacao, pero también escamas de sal Maldon– que me dejó como a un conejo al que le han dado las largas.

Sus autoras –que prefieren mantenerse en el anonimato pero muy amablemente nos cedieron una versión casera de su receta, que sabe exactamente igual que la que ellas venden envasada– solamente trabajan con ingredientes orgánicos, aunque esto les haya hecho tener que dar muchas vueltas en busca de buenos proveedores (especialmente con cosas como el tomate y la lima liofilizada o las semillas). Su obrador huele a verdadera delicia, y en él cada día se elaboran, empaquetan y venden de manera artesanal y manual un par de las variedades que forman su deliciosa familia galletil, de la que tardaron más de un año en dar con la fórmula adecuada y que aseguran que sigue en constante mutación.

Y es que Paul and Pippa se definen como "una familia de gente simpática a la que les gusta lo natural", donde cada uno aporta algo especial que convierte la familia en un festival de personalidades diferentes y complementarias. Una familia de la que no podrás comer solo una, como decía el eslógan de aquellas patatas nuestra infancia, y que cambiará el concepto de cualquiera sobre las galletas envasadas.

Sus autoras recomiendan, sobre todo, cocinarlas y comerlas en buena compañía, y aseguran que una lista de reproducción adecuada, con temas de Elvis Costello, Radiohead y The Jam, puede hacer que salgan y sepan todavía mejor. Su única complicación reside en vigilar el horno y congelarlas previamente para poder cortar medallones del tamaño adecuado: el resto es de primero de galleterío. Respecto a con qué acompañarlas, ni Paul ni Pippa saben nada de esto, pero yo les puse un poco de helado de vainilla –vainilla de verdad de las buenas– encima y el resultado fue apoteósico.

Dificultad: Para Pauls, Pippas y gente que sabe amasar y encender el horno.

Ingredientes

  • 100 g de mantequilla
  • 60 g de azúcar moscovado o moreno
  • 1 cucharadita de sal en escamas
  • 100 g de harina de espelta integral
  • 15 g de cacao en polvo sin azúcar
  • 3 g de levadura en polvo

Instrucciones

1.
En un recipiente pesar la harina, y añadir la levadura y la mantequilla fría, cortada a dados. Con las yemas de los dedos, friccionar ambos ingredientes hasta obtener una arena de color amarillo. Incorporar la sal en escamas, el cacao y el azúcar moreno, amasando hasta que todos los ingredientes formen una bola. Amasar hasta que esté homogéneo. Dejar enfriar en la nevera.

Tiempo aproximado: 10 minutos.

  1. Hacer un cilindro de unos 4 cm. de diámetro con la masa –con ayuda de un poco de film de cocina–, y poner en el congelador.Mientras, precalentar el horno a 160-170 grados.

Tiempo aproximado:30 minutos.

  1. Una vez frío el cilindro, cortar "monedas" de aproximadamente medio centímetro de grosos, colocándolas en la bandeja de horno encima de un papel de hornear, dejando un espacio entre ellas para que cuando evolucionen no se peguen. Hornear, vigilándolas a partir de los seis minutos para que no se quemen (el cacao, si se cuece mucho, amargará).

Tiempo aproximado:8-10 minutos.

  1. Sacar las galletas cuando todavía estén un poco blandas (deben quedar duras al enfriarse). Acompañar con café, té, grappa, moscatel o solas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_