Choco en salsa, la receta de sepia guisada al estilo canario
Un guiso marinero tan sencillo como sabroso, en el que las patatas y el choco se animan con una salsa de tomate picante de las que reconfortan
Muchos guisos marineros españoles siguen la misma fórmula, que se podría resumir así: pescado o marisco + patata + sofrito + agua o caldo. Lo que no significa que sean iguales, porque en esa combinación de elementos puede haber múltiples variantes en función de los ingredientes o el proceso de preparación. En el caso del choco en salsa en versión canaria, para mí el punto diferencial lo ponen el cefalópodo protagonista, el picante del sofrito y la densidad final del conjunto.
El choco viene a ser lo mismo que la sepia o la jibia, que en este caso conviene que esté limpia. ¿Se podría hacer este plato con calamares? Rotundamente sí. ¿Y con choco congelado? Igual hasta queda más tierno. La presencia de patata en el guiso es optativa, pero si no se le pone, no es mala idea acompañarlo con patatas fritas o cocidas.
Si tienes la suerte de estar en Canarias, un picante apropiado sería la pimienta palmera; si no, cualquier guindilla puede cumplir con dignidad. Y un último apunte: la genial -aunque nada canónica- idea de potenciar el sabor del sofrito con tomate seco es de Clara Pérez-Villalón, a quien debo el haber conocido este platazo. Mira el vídeo de arriba para saber cómo se prepara.
Ingredientes
Para 4 personas
- 500 g de choco o sepia limpia (puede ser descongelada)
- 2 patatas medianas
- 8 tomates secos en aceite
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 pimienta palmera o entre 1 y 3 cayenas
- 1 cucharadita de pimentón no ahumado
- 3 cucharadas de tomate frito o salsa de tomate
- 100 ml de vino blanco
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
Picar el choco en trozos de unos tres o cuatro centímetros.
Pelar los dientes de ajo y la cebolla y picarlos.
Saltear el choco en una cazuela con un chorro de aceite a fuego medio alto unos tres minutos. Pasarlo a un plato hondo o bol con todo el líquido que haya soltado.
Bajar el fuego a medio, añadir otro chorrito de aceite de oliva a la cazuela y rehogar la cebolla, el ajo y la guindilla con un poco de sal unos 10 minutos, hasta que la cebolla esté blanda y ligeramente dorada.
Incorporar el pimentón a la cazuela y remover un minuto.
Sumar los tomates secos, el tomate frito y el vino. Cocinar un par de minutos más hasta que deje de oler a alcohol.
Pelar y picar las patatas en trozos de bocado.
Triturar el sofrito y devolverlo a la cazuela junto con el choco y las patatas. Añadir agua hasta que casi los cubra del todo (unos 500 mililitros aproximadamente), y salar.
Cocinar a fuego suave unos 30 minutos, o hasta que la patata esté hecha; el choco, tierno, y la salsa, espesa.
Corregir de sal y servir con perejil picado por encima.
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