_
_
_
_

‘Blanc-manger’: la versión norteña del histórico manjar blanco

Desde su receta original persa, que incluía carne y otros ingredientes de origen animal, el plato ha evolucionado hasta convertirse en el postre de almendras con múltiples versiones de hoy

Podríamos llamarlo jetapostre
Podríamos llamarlo jetapostreClaudia Polo

Según Pierre Leclercq, historiador de alimentos en la Universidad de Lieja, una de las recetas que podría situar el origen del manjar blanco se ubica en Persia y consistía en una carne hervida con una salsa de harina, arroz y almendra. En la Edad Media los árabes introdujeron esta elaboración en Europa y muy pronto se popularizó entre las clases altas. Su blancura, signo de pureza, restauraba el apetito y se recomendaba para enfermos.

Esta crema espesa de almendra, azúcar, caldo de gallina y vacuno fue de las elaboraciones más apreciadas en Europa durante la Edad Media. No cierres aún el ordenador: con los años esta receta se fue afinando y los elementos cárnicos desaparecieron de la ecuación, dando como resultado en la Península Ibérica una crema de leche de almendras con canela y limón riquísima (de la cuál ya publicamos receta).

Fue Françoise Pierre de La Varenne quien perfeccionó la receta y designó la elaboración como un pudin de carne, con mucho sabor a leche de almendras y servido frío. Hay que tener en cuenta que en esta época empezó a hacerse una distinción entre alimentos dulces y salados en los menús, algo que no se hacía hasta entonces. A partir del siglo XVII los platos dulces empiezan a servirse después de la comida. Fue Antonin Carême quien clasificó el blanc-manger como un postre, eliminando la carne de ave y el arroz de su composición.

De entonces a ahora, según el lugar, el manjar blanco ha tomado distintas formas, eso sí, ya siempre como dulce. En España se quedó como una crema espesa, sin embargo, en el norte de Europa y Gran Bretaña tiene más bien forma de flan y se le llama blanc-manger. Como si de una panna cotta de almendra se tratase, esta será la versión que enseñaremos aquí. Esta receta también cruzó el Atlántico: al llegar al Caribe se incluyó un nuevo ingrediente, el coco, y hoy es uno de los postres más importantes de las Antillas.

Dificultad: Bastante poca. Si se usa un molde fantasioso, seguramente sacarlo de ahí

Ingredientes

  • 500 ml de bebida de almendras con el mayor porcentaje de almendra posible
  • 1 rama de canela
  • 150 g de azúcar
  • 150 ml de nata
  • 4 hojas de gelatina
  • Frutos rojos para servir

Instrucciones

1.

Calentar la mitad de la bebida de almendra, el azúcar y la canela. 

2.

Añadir la gelatina previamente hidratada y retirar del fuego cuando hierva.

3.

Mezclar con la nata y el resto de la bebida de almendras. 

4.

Colar y rellenar un molde grande o varios moldes individuales previamente enfriados en el congelador. 

5.

Refrigerar mínimo seis horas.

6.

Desmoldar y servir con unos frutos rojos. Si cuesta desmoldar, humedecer un paño con agua hirviendo y calentar el molde. 

Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a elcomidista@gmail.com. También puedes seguir a El Comidista en Youtube.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_