Menú semanal de El Comidista (15 a 21 de julio)

Si no te gusta el pepino o te sienta mal, ésta es la ensalada que te reconciliará con él. Otra buena noticia: se tarda solo cinco minutos en hacerla.

En este plato la pera te aporta dulzor y ayuda a que la carne se ablande. Si no te gusta esta fruta, cámbiala por manzana, kiwi, piña o lo que se te ocurra.

Esta ensalada mira un poco por encima del hombro a las macedonias: lleva canela, vainilla, jengibre y... el resto te toca descubrirlo a ti.

Obra maestra del minimalismo viejuno, el melón con jamón resiste los envites del tiempo. Dale una nueva oportunidad con dos versiones diferentes.

La caponata es un entrante italiano pero también puede servir como relleno en diferentes platos. Esta lasaña es uno de ellos.

Son perfectas para comerlas cuando te da el ataque de vagancia y pasas de pelar fruta, porque la piel no da cosica.

Un plato apto para los que no comen animales, con el dulzor de la miel de caña, el crujiente de los frutos secos y la intensidad del queso azul.

Fresca, cremosa, crujiente y bien aliñada: esta ensalada de legumbres, que se puede convertir en bocata cual Transformer, es una apuesta segura.

Si los bombones de trufa te saben a poco, prueba a hacer esta lujuriosa tarta de chocolate. LA tarta, vamos. Tiene sólo tres ingredientes, pero más ciencia e intríngulis de lo que parece.

Rebozar un aguacate puede parecer raro, pero el contraste entre la capa exterior crujiente y el interior cremoso es una fiestón para los sentidos.

Para que el aliño quede realmente bien, deja madurar un buen rato el aceite con la guindilla y el ajo, para que coja sabor. Añade el perejil en el último momento.

Es pariente del melocotón y de la ciruela, tiene muy pocas calorías, y una buena cantidad de fibra que lo convierte en una fruta bastante saciante.

Lo fundamental de la receta es tratar con cierta delicadeza la berenjena, deshaciéndola con las manos. Si se pasa por la batidora, te lo cargas.

Otro plato fresco, fresco, ahora que llega el calor, y que se prepara en un pispás. Salvo que seas un bivalvo.

Si a estas alturas ya te has aburrido de comer melón solo, puedes hacer clic en esta receta y darle una vuelta de tuerca.

Un bocadillo diferente y sabroso para comidas informales y picoteos. La potencia del cordero combina a la perfección con la salsa de tahina y limón, y la frescura la ponen los brotes y las aromáticas.

Debe tener una mancha amarillenta en la zona que ha estado en contacto con la tierra, y al darle golpecitos con los dedos se debe "sentir hueca".

El sándwich mixto es riquísimo, vale, ¿y qué tal si le pones un huevo frito y salsa morney? La crème de la crème!

La receta es más simple que una alpargata, y lo único que hay que cuidar es que el jarabe de la cocción no espese demasiado. Eso, y usar un vino potable.

Un agua de mango, melón y lima que crea más adicción que el glutamato monosódico y el azúcar juntos.