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Buenas salsas de bote para alegrar toda clase de platos

Mostazas de diferentes tipos, mojos, aliolis, de rábano picante, mexicanas y hasta de queso: estas recomendaciones te aseguran una buena dosis de salseo sin más esfuerzo que el de abrir una botella o un tarro.

Salseo del bueno
Salseo del buenoPEXELS.COM

Venga, lector, reconócelo: tú también compras salsa de bote. Aunque el prestigio de este tipo de producto se reduzca cuanto menos exótica sea la salsa -nadie te juzga por comprar Sriracha, pero la mayonesa hecha en casa tiene un caché aparente mayor que la industrial- lo cierto es que las salsas ocupan buena parte de nuestras neveras. Vosotros sois muy jóvenes, pero servidora aún recuerda un tiempo en el que la salsa tártara de bote era el colmo de la sofisticación y en el que uno podía creerse un Ferran Adrià avant-la-lettre elaborando salsa rosa por el expeditivo método de mezclar ketchup con mayonesa (según confiesa con los ojos pixelados y la voz distorsionada haber hecho en su infancia. Bueno, vale, la amiga soy yo). Así que sin más dilación, pasamos a recorrer algunos favoritos de comidistas y amigos. Ojo, que alguna van con otra recomendación complementaria de regalo.

ALIOLI -Y OLIVADA DE DELICIOUS AND SONS

Nuestra editora Mònica Escudero describe los aliolis de Delicious and Sons como "una maravilla capaz de convertir un pescado a la plancha en un plato de fiesta". "También están muy buenos con unas verduras al vapor o como aliño para ensaladas, aligerados con un poco del zumo de la fruta que llevan: hay de albahaca y limón y de azafrán y naranja. Están muy muy suaves de ajo, son perfectamente compatibles con la vida social o laboral y puedes compartirlos con tu prima la vegana y tu tío alérgico al huevo, porque no tienen animalitos (pero a pesar de eso son cremosísimos y deliciosos)”. Participa del entusiasmo por la marca la periodista gastronómica y fundadora del portal Gastronomistas Carme Gasull, quien dice del paté dulce de olivas negras de la misma marca que “francamente, está muy rico”, y que se lo come “casi a cucharadas con el queso o como aliño de ensaladas”. Precio: 4,99 euros.

PASTA DE TAMARINDO SUREE

Nuestro bodeguero más dicharachero, el abogado Alberto García Moyano, artífice del blog En Ocasiones Veo Bares y copropietario de la Bodega Carol no elige como condimento de cabecera una salsa brava, sino que opta en principio por otro aderezo más exótico. “Utilizo pasta de tamarindo con los fideos, no necesariamente al estilo thai. Incluso ayer se me cayó en unas lentejas, pero esto no lo puede saber todo el mundo. No es exactamente una salsa, en el sentido de que no puedes rebañarla con pan a palo seco, pero si que le da un toquecito a todo”. Precio: 4,78 euros.

ROMESCO FRUITS S&P

Sacamos nuestras malas artes periodísticas con el pobre Alberto Moyano, quién tras un cuestionamiento verdaderamente incisivo reconece ante nuestros micrófonos -bueno, nuestros micrófonos imaginarios- que su verdadera pasión es otra mucho más tradicional. “Me he quitado de comprar el romesco de Fruits S&P porque me ponía finurrio. Trabajo en casa y era un drama lo que llegaba a atacarlo. A cucharadas. Es para mi el más parecido al hecho a mano”. Precio: 1,99 euros.

ALIOLI CHOVÍ

Otro que admite veleidades industriales es Rubén Galdón. Su primer salsagate es que su alioli no es otro que el del humilde mortero de la marca Choví. Así como te lo dice: ”Me pirra el allioli en casi todos los platos, y como la mayoría de las veces no tengo tiempo ni ganas de darle al mortero, Choví me da lo que quiero por mucho menos esfuerzo”. Precio: 1 euro.

SALSA DE CABRALES SALSAS ASTURIANAS

No contento con el momento iconoclastia del alioli, Galdón se arriesga a tener que exiliarse cubierto de brea y plumas de su tierra natal con otra noticia-bomba, y es que… compra la salsa de Cabrales preparada. “La más fácil de encontrar en los supermercados de aquí es la que hace Salsas Asturianas”, dice. ¿Y por qué? “Pues es fácil cocinarla en casa, pero sucede que el queso de Cabrales deja un olor en la cocina durante días en cuanto le metes un poco de calor. Así que lo mejor es comprar una, que lo mismo te sirve para darle vida a unas tristes patatas fritas que para alegrar un escalope de ternera. Y ya en plan placer culpable, pues un bocata de solo salsa de Cabrales pues puede ser lo máximo.” Fue un placer, Rubén. Precio: 3,65 euros.

SALSAS MEJICANAS VERDE Y DE CHIPOTLE (LA COSTEÑA Y ZAASCHILA)

Pero no todo son salsas suaves. Es el turno de la periodista Almudena Ortuño, a la que literalemente le flipa el picante. ¿Cuánto, Almudena? “Pues nivel 'mi madre me tiene miedo, mis amigos me miran mal'. Así que me dejo llevar por las recomendaciones de Michel Reséndiz, que tiene un puesto glorioso en el Mercat de Russafa: La Despensa de Frida, donde venden todo tipo de especialidades mexicanas. Ella fue la primera en recomendarme la salsa verde La Costeña, con tomatillo y chile jalapeño. Tiene una textura molida, sin llegar a ser líquida, que va genial para tacos y emparededos varios. Si nos ponemos suaves, entonces la salsa de chipotle Zaaschila, cremosa y con sabor ahumado". Se puede usar en cualquier plato del día a día y, como dato, mola mucho en los sándwiches. “Lo cierto es que no soy de botes en mi despensa -aunque hubo un tiempo de salsa de curry y mango de Mercadona del que no quiero acordarme-, así que me tiro al postureo picantil”. Bien postureado, porque apunta por el pinganillo Mónica Escudero que en su casa lo que hay por el chipotle La Costeña es devoción. Precios: La Costeña verde 4,50 euros; chipotle, alrededor de 2 euros; Zaaschila chipotle, 2,93 euros.

MOSTAZA A LA ANTIGUA MAILLE

¿Qué tiene que decir sobre las salsas alguien que sí cree en mojar pan en ellas? Al habla con Ibán Yarza, panarra mayor del reino; su voto va por un clásico: “Mostaza a la antigua (por ejemplo Maille). No solo para esparcirla libidinosamente sobre un filete, sino para colarla de manera subrepcticia en muchos platos sin que el personal se dé cuenta, como potenciador de sabor. Evidentemente en aliños de ensalada, pero en muchos platos y guisos donde haya un sofrito -pasta, verduras, etc-, le pones una cucharadita y aquello sube enteros, sin que sepa a mostaza, claro. (Hoy en #confesiones: Tostada de pan integral con bien de mantequilla y bien de mostaza a la antigua. Sí, desde hace mucho. No, no puedo dejarlo)”. No hay Maille que por bien no venga, Ibán. Precio: Sobre 2,50€.

SÅS SENAP & DILL + bonus 

La mostaza que, dato de Trivial Pursuit, recibe su nombre porque se utilizaban en tiempos de los romanos para condimentar el mosto -y era así mustum ardens-, también encanta a la cocinera y escritora Clara Pérez Villalón, aunque en su vertiente Ikea “Yo soy fan de la dulzona mostaza con eneldo , la Sas Senap & Dill, que tienen allí (precio: 2€), pero también de la salsa fresca nórdica de Ahumados Domínguez (precio: 3,23 euros)”.

SÅS PEPPARROT

La marca líder en muebles de nombre impronunciable también está en la ranking de Marta Miranda, quien además de Defensora de nuestros cocineros es también compradora regular de Sas Pepparrot. “Aparte de tener un nombre sonoro y peculiar, es la salsa de rábano picante de Ikea. Me sirve para días de vagancia extrema en los que quiero servir comida fría – salmón marinado o espárragos–, como aliño para ensaladas y para acompañar algún que otro plato de pescado a la plancha. Es una salsa suave en la que se notan los trocitos de rábano, perfecta para salirse de la rutina de la mahonesa”. Otro que le da sus dieses a la salsa de rábanos nórdica es Mikel López Iturriaga, quien la bendice con una frase contundente: “Todo mi apoyo a la salsa de rábanos de Ikea. Cualquier bocata mejora con ella”. Precio: 2 euros

MOJOS LABUELAFLORA

Y de unas islas a otras. Mikel López the boss Iturriaga nos habla de los mojos canarios, que para él son “una de las grandes creaciones del salserío español". "Me da la sensación de que en la Península no les damos la importancia que merecen. Los godos podríamos justificarnos diciendo que las versiones envasadas que nos llegan jamás son tan buenas como las que se toman en las islas, pero la excusita igual ya no nos vale si nos ponen delante los de Labuela Flora. Sus tres versiones -picante, suave y verde- contienen sólo los ingredientes que manejaría cualquier señora o señor canario si los hiciera en casa. Los puedes emplear para carnes, pescados o verduras, pero una simple patata cocida se convierte en un fiestón con ellos. Se encuentran en distintos puntos de venta y también online en Casa Santoña". Precio: 4,46 euros.

SALSA WORCESTERSHIRE (LEA & PERRINS)

Pero si hay una salsa que aparece en boca de casi todas las fuentes consultadas es la Worcestershire Lea & Perrins. De ella nos dice nuestro Rodrigo Casteleiro que la usa como comodín para dar un toque de sabor en muchas elaboraciones: salsas, sopas, vinagretas y marinadas. El bartender Mauri Jiménez, de Cocktailsperquesi dice que es “muy fanático de todas las mostazas del mundo”, pero que como barman, nunca falta en su despensa -ni en su mueble bar- la salsa Worcestershire, por si a alguien le apetece un bloody mary”. Marta miranda la usa a su vez como comodín para dar un toque de sabor en elaboraciones como salsas, sopas, vinagretas y marinadas. En fin, una verdadera chica para todo de la cocina (la salsa, y también Marta). Precio: 2,70 euros.

¿Cuál es tu salsa favorita? Cuéntalo en los comentarios y salsearemos juntos.

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