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Lo que aprendes comiendo en 14 bodas

En los tres últimos años, nuestra reportera Lucía Taboada ha ido a más bodas que la prima de Liz Taylor. Por eso sabe cómo aprovechar al máximo los banquetes, y qué se lleva y qué no en la gastronomía nupcial.

Una mesa de quesos y embutidos nunca falla
Una mesa de quesos y embutidos nunca fallaCARAVAN MADE

Contando con las bodas que tengo en este 2018 habré estado en 14 nupcias en los últimos tres años: ríete tú de Katherine Heigl. 14 bodas que me han servicio para hacer acopio de ideas -muchas de ella de venganza- y también para proponer este artículo a los jefazos comidistas, que han accedido por solidaridad obrera. Habrá gente que diga que el mejor momento de una boda es el “sí, quiero”; la entrada resplandeciente de la novia, la coreografía que los casados llevan meses ensayando abnegados con el espectáculo, el baile paterno-filial o el discurso-emotivísimo-de-turno. No os dejéis engañar: el mejor momento de una boda es comer, un ejercicio que vas profesionalizando a medida que acumulas experiencia. Así, boda a boda, aprendes que:

Después de volcar aquí todo mi conocimiento en este campo -con el tiempo que he empleado documentándome, podría haberlo vendido a 21 Días-, decidí adentrarme en la parte técnica. Para ello pregunté a profesionales del mundo del catering bodorril qué se lleva y qué no en las bodas contemporáneas: sobre si pasan miedo o no cuando las hordas se les abalanzan como si las croquetas fueran la vacuna del ébola en plena pandemia mundial no me atreví a preguntar. A veces es mejor no saber lo que piensan de ti mismo.

Lo que está de moda en las bodas

“Hemos notado que los novios ya no quieren una comida tan formal de varios platos. Hay platos en mesa pero con aperitivos más largos” nos cuentan desde el catering Cardamomo, que este año tiene más de ochenta bodas en agenda. El aperitivismo que se prolonga durante horas es la principal tendencia, con el showcooking presente en varios puestos en los que “se preparan huevos de codorniz, arroces, huevos trufados, o hamburguesas”, dice su propietario Carlos Gamito. En este sentido, continúan en auge los foodtrucks o gastronetas.

Silvia Cabra sirviendo delicias a los invitados
Silvia Cabra sirviendo delicias a los invitadosLA DICHOSA

La empresa barcelonesa Caravan Made nació en el año 2014 con el objetivo de crear un proyecto gastronómico propio a través de caravanas vintage. “Empezamos a ofrecer servicio para bodas porque nos llamaban interesados por la caravanas, donde hacíamos parte de la comida, o donde ésta servía como complemento”, nos cuenta Silvia Cabra, cofundadora de un proyecto que cuenta además con un obrador de catering y un restaurante. Por ejemplo, como parte del aperitivo, hacen “un córner de barbacoa en la caravana”, que también se podría proponer como recena.

El sushi triunfa
El sushi triunfaCARDAMOMO CATERING

El aperitivo ha sufrido una progresiva internacionalización, con platos de la gastronomía japonesa, mexicana o hindú, pero todavía se mantiene una prevalencia por lo nacional. “Triunfa mucho la croqueta”, dice Gamito, y además existe una tendencia que invita a resaltar la gastronomía local. Si estás en Galicia tiene que haber una pulpeira. Si estás en Castilla La-Mancha, que no falten los torreznos, sofisticados . Si es en Madrid, “nos han llegado a pedir hasta puestos de callos a la madrileña”. Y claro está, también se reclama el motivo biográfico personalísimo, “unos novios que se conocieron en Bélgica nos pidieron, por ejemplo, un puesto de mejillones con patatas”, cuenta Silvia Cabra.

En definitiva, cuenta, lo que se demanda es algo que “se sale de lo convencional, con “productos más frescos, exóticos y sorprendentes”. Incluso bodas que llegan a convertirse en “un mercado, con varias caravanas”. Una sofisticación que también ha llegado a la bebida “con cocteleros que hacen de todo”. Lo mismo te sirven un Rob Roy que te recolocan la corbata. También está en boga la autonomía del invitado: “el botellín frío es el rey. Así que ponemos tarros, cubos o bañeras antiguas llenas de botellines”, cuenta Carlos Gamito. El botellín I. Y el Vermú, V de España, que también triunfa dispuesto en vasos serigrafiados.

El picoteo es el rey de las bodas
El picoteo es el rey de las bodasCARDAMOMO CATERING

Lo que ya no está de moda

El bogavante contundente, más crecido que tu primo del pueblo, “ha desaparecido mayoritariamente". "Al menos encima de un plato como tal", describen desde Cardamomo catering. "Ahora se pide marisco de otra manera, como base de algún plato. Por ejemplo, un tartar de tomate, aguacate y bogavante con vieira”.

En el mismo lugar en el que se quedó el bogavante, pidiendo cita en el INEM, están también los solomillos y los canapés demodés con medio kilo de hojaldre. “El típico entrante frío menos fresco cada vez es menos reclamado, especialmente por la gente joven”, asegura Cabra. Y como guinda del pastel, el propio pastel. Las tartas repollo recubiertas de toneladas de nata, con figurines apolillados de los novios en la cima y con un sable propio de Sir Lancelot, ni están, ni se les espera.

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