_
_
_
_

Sopa de tomate y parmesano

Fresca y deliciosa. / EL COMIDISTA
Fresca y deliciosa. / EL COMIDISTA
Mikel López Iturriaga

La sopa fría de hoy la probé por primera vez en la masía de unos amigos ingleses en la provincia de Girona. Su artífice es María, una fantástica cocinera que trabaja para ellos cuando tienen tropecientos invitados como yo gorroneando. Esta circunstancia se da con bastante frecuencia, puesto que la casa es chulísima y ellos, los anfitriones más generosos del planeta.

Me gustó porque no se trata de un gazpacho enguarrindongado con queso. Más bien estamos ante una sopa que presenta, en un formato diferente y muy veraniego, tres ingredientes que se llevan muy bien en todo tipo de platos: el tomate, el parmesano y la albahaca. La simplicidad de preparación es máxima, y el resultado, de lo más satisfactorio.

La guarnición que usó María fueron unas colas de gamba pasadas por la plancha, pero se le puede poner lo que se quiera: jamón, piñones... o nada. Lo más importante para que este plato brille es que el tomate no venga de algún invernadero alienígena, sino que haya sido criado por algún ser humano en la tierra y haya madurado al sol.

Dificultad: Para estúpidos.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 800 g de tomate maduro
  • 1/2 cebolla tierna
  • 1/2 ramita de apio
  • 200 ml de nata líquida ligera (18% de materia grasa)
  • 100 g de parmesano
  • 40 g de piñones
  • 3 o 4 ramas de albahaca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Azúcar
  • Sal
  • 12 colas de gambas (opcional)

Instrucciones

1.
Triturar la albahaca con los piñones y el suficiente aceite de oliva como para que quede una especie de pesto muy líquido. Reservar.
2.
Quitar la parte dura del tomate con un cuchillo. Picarlo y triturarlo bien con la cebolla tierna, el apio y una pizca de sal. Pasar por el colador chino, ajustar de sal, añadir una cucharadita de azúcar si está muy ácido y reservar en la nevera.
3.
Rallar el parmesano. Calentar la nata y, sin que llegue a hervir, ir añadiéndole queso hasta que coja sabor a éste, pero sin que espese demasiado (puede que no sea necesario todo el queso). Dejar enfriar.
4.
Si se van a usar, saltear las colas de gambas muy brevemente para que no queden secas.
5.
Poner en los platos un fondo de crema de parmesano (unas tres o cuatro cucharadas). Colocar las gambas encima y cubrirlo todo con el tomate. Terminar con el aceite de albahaca y piñones, y servir.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_