Vinos submarinos: Cuatro sorprendentes botellas criadas bajo el océano

Hablar de vinos submarinos es evocar los pecios de viejos barcos naufragados con una buena dotación de vino en sus bodegas. Galeones, galeras, y lujosos trasatlánticos se fueron a pique con un tesoro enológico que, sorprendentemente, mostraba una asombrosa vitalidad. Vinos cuyo valor alcanzaron precios astronómicos en subastas, y que ahora tratan de emular algunas bodegas. Lo vienen haciendo en países como Croacia, Italia, Francia, o Chile. En España, el inquieto enólogo Raúl Pérez fue uno de los primeros. Su albariño Sketch estuvo sumergido a 19 metros de profundidad en jaulas metálicas bajo las aguas de la ría de Aurosa. Otro Pérez, en este caso José Luis, de Jerez de la Frontera, elaboró el primer vino andaluz bajo el mar en ánforas con el sugerente nombre Garum Submarino, un guiño a los romanos. La guinda la ha puesto Crusoe Treasure, bodega-laboratorio submarino, situada en un arrecife artificial en el mar Cantábrico (Plentzia), que combina investigación y asesoramiento. Otras bodegas siguen sus pasos como ElixSea, la única bodega submarina en España que ofrece servicios legales de crianza submarina a otras bodegas, MareVinum o Bodegas Verónica que elabora vinos submarinos a 40 metros de profundidad en la franja marina de Cabo Cope. El vino conquista un nuevo horizonte en las profundidades del océano. Una experiencia verdaderamente inmersiva.

Esta práctica enológica innovadora consiste en sumergir botellas de vino en el mar durante un tiempo determinado para que desarrollen su proceso de crianza y afinamiento en un entorno único. Porque el mar ofrece un entorno excepcional, donde factores como la temperatura constante, oscuridad total, presión elevada y el suave y continuo movimiento provocado por las corrientes desempeñan un papel crucial. El resultado es un vino con características sensoriales diferentes a los elaborados en las bodegas tradicionales.

Por ejemplo, las profundidades marinas actúan como un regulador térmico natural, manteniendo una temperatura estable y minimizando las fluctuaciones que podrían afectar a la calidad del vino. A su vez, bajo la presión de las aguas penetra más oxígeno a través de los tapones y, en consecuencia, los vinos jóvenes tintos estabilizan su color como si estuvieran en una barrica. La ausencia de luz protege al vino de la radiación solar, ralentizando su evolución. Finalmente, las corrientes submarinas generan un movimiento constante que afecta a la estructura del vino de manera grácil, suavizando los taninos y evitando aromas reducidos, lo que permite unan mejor expresión frutal. A todo lo que cabe añadir cambios significativos en el color, especialmente en los vinos tintos, que tienden a adquirir un tono más profundo y brillante, mientras que los blancos preservan mejor sus tonalidades verdosas. También se observa una mayor complejidad e intensidad aromática, con predominancia de los aromas primarios de frutas y flores, complementados por sutiles notas salinas. En boca, el vino se percibe con mayor volumen y frescura, acompañado de una sedosidad notable y un equilibrio armonioso. Y aún queda mucho por descubrir.

¿Son los vinos submarinos una moda pasajera, un capricho de sibaritas o simplemente una curiosidad? Quizás un poco de todo. Lo cierto es que esta práctica, aunque relativamente reciente, está ganando cada vez más aceptación entre aficionados y expertos del mundo vinícola. Los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores y sugieren que el mar podría convertirse en un aliado valioso para la producción de vinos de calidad con características únicas. Además, el proceso añade un toque de singularidad, con las botellas adornadas por algas, conchas y otras adherencias marinas del atesoramiento submarino, lo que, junto con su habitual precio elevado, los convierte en una opción atractiva para quienes buscan un regalo exclusivo y memorable.

ATTIS MAR 2022

Attis

Robustiano y Baldomero Fariña, tercera generación de una familia vinculada a la Ría de Arousa, elaboran vinos con vocación marinera. Como su albariño Attis Mar. Tras la fermentación, el vino se cría durante 6 meses en fudres de roble. Finalmente, las jaulas con las botellas se sumergen en bateas de mejillones a 12 metros de profundidad durante 6 meses. Aroma de evocaciones salinas, con notas de fruta carnosa enriquecida por la presencia de recuerdos de bollería y ligeras especias. En boca es golosamente fresco, mórbido y largo.

·Teléfono: 986 744 790
·DO: Rías Baixas
·Tipo: blanco crianza , 13%
·Cepas: albariño
·Precio: 88,20 euros
·Puntuación: 9,3/10

NAUTILUS MALVASÍA VOLCÁNICA 2022

Nautilus

Lanzarote, con sus corrientes oceánicas, es un lugar ideal para el afinamiento submarino de vinos. La bodega submarina Nautilus es un claro ejemplo. Han desarrollado un atractivo proyecto basado en la malvasía volcánica. Tras la fermentación en barrica y seis meses de reposo con sus lías, se lacra el corcho y se enjaulan las botellas para su inmersión. Aroma frutal enriquecido con sugestivas notas florales (azahar, jazmín), en perfecto equilibrio entre la fresca presencia cítrica y lo afrutado. En boca, resulta fresco, vibrante y armonioso.

·Teléfono: 665 152 868
·DO: Lanzarote
·Tipo: blanco crianza, 13,5%
·Cepas: malvasía volcánica
·Precio: 84 euros
·Puntuación: 9,2/10

VINA MARIS BLANCO 2022

Carchelo

Con una espectacular botella, diseñada para resistir las profundidades marinas a unos 40 metros, la bodega murciana Carchelo logra un vino con el atractivo del método de afinamiento submarino. Antes de ser sumergido en las aguas del Mediterráneo, donde permanece seis meses, el vino fermenta en barricas de roble francés y reposa durante tres meses con sus lías. Su aroma presenta sutiles recuerdos yodados, notas frescas de cítricos, flores, bollería, especias y leves ahumados. En boca, es sedoso, con un paladar ligero y un largo posgusto.

·Teléfono: 968 435 137
·DO: No tiene
·Tipo: blanco, 12,5%
·Cepas: verdejo y sauvignon blanc
·Precio: 59,90 euros
·Puntuación: 9,2/10

HABLA DEL MAR

Habla

Aunque Bodegas Habla se encuentra en Trujillo (Cáceres), decidieron elaborar un blanco seco submarino, Habla del Mar, y se trasladaron a la localidad vascofrancesa de San Juan de Luz para hacerlo. El vino realiza una segunda fermentación bajo las aguas marinas, a 15 metros de profundidad, en depósitos herméticos, donde permanece 6 meses en contacto con sus lías. Aroma expresivo, potenciado por una leve burbuja, con notas de fruta carnosa y exótica, yodados, herbáceos y florales. Sabroso, con un final fresco y salino.

·Teléfono: 927 659 180
·DO: No tiene
·Tipo: blanco crianza, 10%
·Cepas: mezcla atlántica de viñedos costeros
·Precio: 20 euros
·Puntuación: 9/10

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