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Milán llena de flores la pasarela de moda masculina

La semana de la moda de la ciudad italiana, con Valentino, Dolce & Gabbana, Emporio Armani o Prada, revela dos tendencias para la próxima primavera: los estampados florales y el regreso a un sentido de la elegancia ligada a lo formal, pero no a lo clásico

Semana de la Moda de Milán
Desfile de Valentino en la semana de la moda de Milán, el 16 de junio de 2023 en la ciudad italiana.
Carlos Primo

Las flores siempre han sido un símbolo poderoso en la moda femenina. Son el estampado más popular, pero también el símbolo de la alta costura desde la posguerra, cuando el new look de Christian Dior, con su silueta floral, dio a este sector un impulso que dura hasta hoy. En la moda masculina, sin embargo, cuentan con menos tradición. Por eso resulta revelador que, durante la semana de la moda masculina de Milán, que se inició el viernes 16 de junio y se cerró este lunes 19, las flores hayan sido un motivo constante, que salta de una colección a otra y revela lo compleja que se ha vuelto la masculinidad contemporánea.

Para Pierpaolo Piccioli, director artístico de Valentino, las flores son un símbolo de vida y de vulnerabilidad masculina, la misma que recorre Tan poca vida (2015), la novela superventas de Hanya Yanagihara cuyas citas aparecían estampadas en camisas y vaqueros. En la colección que inauguró la pasarela milanesa, flores de todo tipo aparecen bordadas tono sobre tono en chaquetas de sastrería y camisas, o aplicadas con pedrería y elementos tridimensionales en esas mismas prendas. En sus camisas, las flores ocultan el cierre del cuello y sustituyen a la corbata, dando un giro artesanal y preciosista a prendas que, por lo demás, confirman otra tendencia de la temporada: el regreso a un sentido de la elegancia ligada a lo formal, pero no a lo clásico.

Un modelo con chaqueta de flores, una de las propuestas de Pierpaolo Piccioli de la colección primavera-verano 2024 de Valentino, en el desfile en la semana de la moda de Milán.
Un modelo con chaqueta de flores, una de las propuestas de Pierpaolo Piccioli de la colección primavera-verano 2024 de Valentino, en el desfile en la semana de la moda de Milán.CLAUDIA GRECO (REUTERS)

En esta idea incidieron Dolce & Gabbana con su colección para la primavera de 2024. “Uno no se pone vaqueros y camiseta para ir al Teatro de la Scala”, explicaba Domenico Dolce durante el encuentro con la prensa previo al desfile del pasado sábado. “Es una cuestión de respeto, y también de estilo, de lo que no cambia”. Los italianos confiesan haberse planteado ciertas preguntas durante el proceso de diseño de una propuesta que se interroga sobre el presente. “¿Qué recordaremos de estos años en el futuro? ¿Qué parte de nuestras colecciones pasará a la historia?”. La respuesta ilustra el momento introspectivo y de madurez de una marca conocida por su universo expansivo y celebratorio: una paleta cromática de blanco, negro, gris, camel y marrón que subraya la sastrería marca de la casa: ligada a la silueta del cuerpo, con golpes de efecto y vocación sexy. “La sastrería es eterna”, afirmaba Dolce. “Una chaqueta bonita nunca pasa de moda. Si te queda bien, te la quedas para siempre. Por eso es tan complicado encontrar prendas de nuestro archivo en tiendas vintage. ¡Nadie se deshace de nuestras prendas!”.

El modelo español Jon Kortajarena en el desfile de la colección para la próxima primavera de Dolce & Gabbana, en la semana de la moda de Milán.
El modelo español Jon Kortajarena en el desfile de la colección para la próxima primavera de Dolce & Gabbana, en la semana de la moda de Milán.MONIC

Una de las conclusiones de la temporada es que la fiebre por la ropa urbana de los últimos años ha dado paso a una noción de elegancia asociada a los tejidos con carácter y los acabados artesanales, tal y como dejó patente la edición 104 de la feria Pitti Uomo, celebrada la semana pasada en Florencia. En Emporio Armani, los tradicionales acentos utilitarios de la firma conviven con prendas holgadas que demuestran por qué el milanés es imbatible a la hora de trabajar con la seda, a la que confiere una fluidez casi deportiva: sus camisas y pantalones de texturas brillantes y motivos vegetales —hojas en forma de abanico de ginkgo biloba, un árbol con una importante tradición simbólica en Japón— comparten espacio con la organza y las transparencias. También en Etro el diseñador Marco de Vincenzo indaga en el legado artesanal de la casa, con camisas brillantes, chaquetas de jacquard y ponchos que remiten a la tradición viajera de la firma. Saturada de estampados, motivos y colores, la colección se inspira en la Iconología de Cesare Ripa, el manual de emblemática que empleaban los artistas del barroco a la hora de plantear las alegorías de sus obras.

Propuesta para la próxima primavera de las firmas Emporio Armani y, a la derecha, Etro, en la semana de la moda de Milán.
Propuesta para la próxima primavera de las firmas Emporio Armani y, a la derecha, Etro, en la semana de la moda de Milán.

Para Prada, los estampados florales de sus camisas son un pretexto para deconstruir sus formas y motivos, y hacerlos borrosos a través de flecos y distorsiones. En una pasarela sobre la que caían cortinas de fluido viscoso, Miuccia Prada y Raf Simons prosiguieron su indagación sobre la ropa de trabajo incorporando nuevos elementos a su repertorio: chalecos multibolsillos, grandes chaquetas de motorista, acabados brillantes y trajes que, con la chaqueta metida por dentro del pantalón con cintura elástica, recuerdan más a un mono de aviación que a la sastrería tradicional. En su propuesta no hay golpes de timón, sino una sana continuidad que demuestra que su visión de la moda masculina ha calado entre el público. Tampoco hay sobresaltos estéticos en Zegna, para la que Alessandro Sartori presentó una colección basada en el lino que revela el peso que los materiales tienen en este clásico del textil italiano, comprometido con la sostenibilidad.

Desfile de la colección primavera - verano 2024 de Prada, el 18 de junio de 2023 en la semana de la moda de Milán.
Desfile de la colección primavera - verano 2024 de Prada, el 18 de junio de 2023 en la semana de la moda de Milán.ANDREAS SOLARO (AFP)

En otro plano, Dsquared2 ha seguido fiel a su estilo posiblemente por el mismo motivo: sus señas de identidad están claras y funcionan. Por eso, en un desfile mixto lleno de referencias al deporte y a los años noventa, con vaqueros desgastados y camisetas ajustadas, el golpe de efecto vino de la mano de una heterodoxa representación de celebridades sobre la pasarela: la estrella del cine para adultos Rocco Siffredi, la actriz Julia Fox y el cantante español Yung Beef, con la presencia estelar de la modelo Esther Cañadas.

De izquierda a derecha, Esther Cañadas, Rocco Siffredi y Julia Fox en el desfile de Dsquared2 en Milán.
De izquierda a derecha, Esther Cañadas, Rocco Siffredi y Julia Fox en el desfile de Dsquared2 en Milán.Andreas SOLARO (AFP) / Luca Bruno (AP)

La semana de la moda de Milán, muy ligada a la potente industria textil italiana, también ha tenido espacio para firmas más jóvenes e independientes. Federico Cina, por ejemplo, se inspira en su Romaña natal para proponer prendas en tonos crudos que rinden homenaje al trabajo agrícola de la región italiana. A su vez, el desfile de Magliano ha dejado una de las mejores colecciones del boloñés, que este mismo mes recibía el premio Karl Lagerfeld concedido por el gigante LVMH. El estilo de Magliano, que se inspira en la lucha de clases y la estética de lo cotidiano, es un suntuoso ejemplo de arte povera: sus prendas minuciosamente destrozadas, tan poéticas como sólidas, son frágiles solo en apariencia, porque están elaboradas con materiales lujosos y primorosas técnicas artesanales. Su expresividad las ubica en las antípodas del lujo silencioso: no hay nada discreto en las chaquetas amplias que se drapean sobre el cuerpo, en sus pantalones de seda o terciopelo o en las camisetas serigrafiadas.

Una de las propuestas de Federico Cina para la próxima primavera presentada en la semana de la moda masculina de Milán.
Una de las propuestas de Federico Cina para la próxima primavera presentada en la semana de la moda masculina de Milán.

Entre los monstruos sagrados y los talentos emergentes están las firmas de media trayectoria: 1017 ALYX 9SM, la firma de Matthew Williams, declinó su estética nocturna y técnica con prendas de lona teñidas con aerógrafo, y con sofisticadas chaquetas de punto o cuero. A su vez, Massimo Giorgietti llenaba su colección de MSGM de estampados crepusculares, colores desteñidos y prendas de proporciones amplias. En uno de sus jerséis, una gran flor tricotada demuestra que, en un sector saturado por tendencias y estilos aparentemente contradictorios, algunas ideas logran abrirse paso de forma clara. Y las flores, signifiquen lo que signifiquen, son un síntoma del cambio en la moda masculina.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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