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Lorena Canals hizo su primera alfombra en el garaje de casa hace 25 años, hoy lidera un imperio textil

La marca catalana, que comercializó la primera alfombra lavable infantil del mercado, celebra su cuarto de siglo como una de las firmas de referencia del sector, una previsión de facturar 10 millones de euros en 2024 y la voluntad de tener 200 puntos de venta por el mundo en dos años

Lorena Canals
La empresaria y diseñadora Lorena Canals, en una foto cedida por la marca.Cortesía de Lorena Canals
Elena Muñoz

A Lorena Canals (Barcelona, 62 años) el nacimiento de su primera hija le cambió la vida por completo. Y no solo por la completa transformación vital que supone la maternidad, sino porque de una necesidad particular motivada por este nacimiento se crearon los cimientos del que sería su negocio, una marca de alfombras que este año celebra sus 25 años de existencia.

Todo empezó cuando Canals buscó para su hija una alfombra infantil apta para la lavadora, pero tras mucho indagar no encontró nada en el mercado. Lejos de resignarse, decidió hacerla ella misma: “Me inspiré en un vestidito con unas ondas de mi hija, la alfombra se llamaba Galleta y, de hecho, sigue estando en nuestro catálogo y seguimos vendiéndola. Yo creo que es la más vendida en unidades de todo el catálogo, porque lleva 25 años”, cuenta Canals, fundadora de su firma homónima.

Desde la compañía presumen de que aquella fue la primera alfombra infantil lavable del mundo. El diseño, confeccionado en algodón, salió del garaje de casa de la propia Canals, vecina de la localidad barcelonesa Sant Just Desvern. Ese garaje de apenas ocho metros cuadrados se convirtió en un pequeño despacho desde el que vender las alfombras, pero esa base de operaciones no tardó en quedarse pequeña. “Primero cogí un pequeño almacén e iba los fines de semana con mis hijas y mi marido a hacer los pedidos. Luego un local más grande en un edificio lleno de locales, y al final acabamos teniendo siete locales porque no cabíamos. Por último, llegamos a la nave que tenemos actualmente, que está en Sant Just Desvern”, cuenta su evolución en conversación con EL PAÍS. Lo que se fraguó como un negocio unipersonal fue mutando en una empresa familiar; el marido de Canals es en la actualidad el director financiero de Lorena Canals y sus hijas también están involucradas en la marca, si bien ellas tienen una empresa propia, Oli&Carol, una marca de juguetes ecológicos para bebés.

El negocio iba sobre ruedas cuando la hecatombe económica de 2008 amenazó con teñir de rojo las cuentas de resultados. Fue entonces cuando llegó el gran salto internacional de la marca, que encontró en las exportaciones el antídoto soñado al descenso de ventas nacional. Canals recuerda que antes “la empresa era mucho más pequeña” y que “se abrió un mundo gigantesco” cuando optaron por vender las alfombras también fuera de España. Actualmente, en la provincia de Barcelona trabaja un equipo de 42 personas, parte del cual gestiona el mercado de Estados Unidos, su principal comprador. En ese país cuentan con almacén propio en el Estado de Nueva Jersey. Pero la internacionalización de la marca catalana no se queda ahí, ni mucho menos.

Lorena Canals sigue siendo una empresa muy familiar: el marido de Canals es en la actualidad el director financiero y sus hijas también están involucradas en la marca.
Lorena Canals sigue siendo una empresa muy familiar: el marido de Canals es en la actualidad el director financiero y sus hijas también están involucradas en la marca.FOTO CEDIDA (Cortesía de Lorena Canals)

Hace más de una década, Lorena Canals decidió abrir una fábrica propia en la India, donde se confeccionan todas sus alfombras y objetos de decoración textil. “Para mí es una de las cosas de las que más orgullosa estoy”, explica y añade, quizá por la polémica que siempre rodea a los frágiles derechos laborales de los trabajadores en ese país, que los empleados de la fábrica tienen “una jornada de ocho horas con un descanso para comer”. Además, la empresa abrió una escuela infantil para niños sin recursos del país asiático, con el objetivo de facilitar su acceso a la educación, además de proporcionales dos comidas diarias. “Abrimos las puertas por la mañana, entra el niño que quiere con la edad que tenga y tenemos dos profesoras que imparten clases”, cuenta acerca de esta iniciativa, denominada Proyecto Sakûla. Más de 200 personas forman parte de la plantilla de la fábrica, donde artesanos especializados en diferentes técnicas dan forma a las alfombras de Lorena Canals.

Desde esa primera alfombra para lavadora creada hace un cuarto de siglo, sus referencias se han ido multiplicando hasta alcanzar los 750 productos. A lo largo de este tiempo han patentado la lana lavable bajo la etiqueta woolable, un hito con el que han vuelto a ser pioneros en el sector con, según la marca, la primera alfombra de lana lavable del mercado.

Más allá de las alfombras

La compañía no se ha limitado a sus exitosas alfombras. Como toda empresa enfocada a captar público nuevo, el catálogo se ha ido diversificando a lo largo del tiempo sin perder el foco en la sostenibilidad, un pilar clave en su filosofía. Precisamente para subrayar ese compromiso con el medio ambiente lanzaron hace unos meses una línea de juguetes sostenibles realizados con sobrante textil de las alfombras. “Durante el covid me pasé tres años sin ir a fábrica, cuando volví no sé si yo era otra persona o nos cambió a todos el coronavirus, pero me di cuenta de que tenía muchos restos. Los enviábamos a reciclar, pero había restos de mucho tejido o de colores que se han teñido mal o que no han quedado bien. Ahí se me ocurrió hacer una línea de juguetes sostenibles”.

Hace más de una década, Lorena Canals decidió abrir una fábrica propia en la India, donde se confeccionan todas sus alfombras y objetos de decoración textil.
Hace más de una década, Lorena Canals decidió abrir una fábrica propia en la India, donde se confeccionan todas sus alfombras y objetos de decoración textil.foto cedida (Cortesía de Lorena Canals)

Viajaron a la prestigiosa feria Maison&Objet de París para presentarla y la acogida no pudo ser mejor porque Harrods quiso comprar los juguetes para venderlos en sus míticos y lujosos grandes almacenes de Londres: “Estaban remodelando la planta de juguetes porque quieren sacar todo lo que son plásticos y ahí pudimos encajar, me hizo mucha ilusión porque es un riesgo, nunca sabes si el cliente final lo va a entender y que Harrods se parara y lo comprara para nosotros fue un gran comienzo”, dice orgullosa Canals, quien asegura tener especial cariño a este lanzamiento, ya que le recuerda a cuando hacía juguetes a mano para regalárselos a sus hijas por Navidad.

Además de en Londres y Estados Unidos, la red comercial de la marca se extiende por buena parte del globo y la perspectiva es crecer todavía más. “Nuestro principal mercado ahora mismo es Estados Unidos, en Brasil tenemos un distribuidor muy bueno desde hace muchos años, también vendemos mucho en Grecia desde hace 15 años. Polonia es un país que funciona muy bien y Bélgica también es importante”, enumera la empresaria. Reacia a conformarse, planea multiplicar la venta de alfombras implantando un corner de la firma en tiendas seleccionadas de distintos países: “En dos años tendremos unos 200 0 250 corners por el mundo”, adelanta, y arroja un dato que vislumbra el potencial de esta nueva etapa: “En Bélgica, que fue el primer sitio donde empezamos a implantar los corners, la venta se ha multiplicado por 180″.

Detalle del proceso creativo de Lorena Canals.
Detalle del proceso creativo de Lorena Canals.foto cedida

Ser una marca referente en el sector, con toda la visibilidad que eso conlleva, tiene un lado negativo y son los plagios creativos. “La primera vez que me copiaron lloré toda la noche, estaba rabiosa”, reconoce Canals. Tras hablar con su padre decidió ver el vaso medio lleno y ahora ve esos plagios como un “daño” colateral de su éxito: “Quizás es la madurez, no te digo que me guste, pero considero que somos una fuente de inspiración para muchas marcas”. Con un crecimiento anual de entre el 10 y el 15% y una facturación de 10 millones de euros prevista para este año, Lorena Canals celebra su 25º aniversario como marca recordando un mantra que le obliga a superarse: “Vender alfombras no es nada fácil, es un reto”.

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