¿Cómo influye pasar tiempo con perros en nuestro cerebro?
Pasear, jugar o estar simplemente junto a ellos en un sofá proporciona múltiples efectos beneficiosos y ayuda con problemas como la ansiedad, el estrés e, incluso, la depresión
Dicen que son los perros quienes eligen a sus dueños, su persona favorita, su guía en función de su propio nivel de energía y su personalidad, y no al revés. El perro es un animal de compañía que suele entrar a formar parte de la vida de una persona en un momento clave, y lo hace para cambiarla en muchos aspectos. Y es que en nuestro imaginario popular se acepta que el pasar tiempo con mascotas, en general, es beneficioso y ayuda en aspectos como la lucha contra la ansiedad, el estrés y la depresión. Son muchas las revisiones científicas a este respecto; el informe más reciente donde se habla de los aspectos positivos de tener un perro o un gato, publicado en diciembre de 2023 en el International Journal of Current Science Research and Review (IJCSRR), describe cómo acariciar, jugar y pasar tiempo con una mascota ofrece muchos beneficios para la salud mental, ya que ayuda a reducir los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés.
“Un perro ayuda en la gestión emocional descontrolada de un humano porque, cuando la persona está estresada, la compañía de un can no solo le calma, sino que enriquece el propio vínculo, le permite a los dueños conocerse mejor y comprender tanto sus acciones y reacciones como las de los propios animales”, explica la veterinaria Mercè Giménez Genovés, también coordinadora del proyecto Vida Natural Animal. “Los perros son como esponjas, ya que son capaces de somatizar las emociones de sus dueños y detectar cuándo están enfadados, tristes, alegres o nerviosos”, añade la experta.
Una nueva investigación publicada en la revista científica ScienceDaily el pasado mes de marzo, llamada Efectos psicofisiológicos y emocionales de las interacciones entre humanos y perros, y llevada a cabo por expertos de la Facultad de Ciencias del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Konkuk (Corea del Sur), ha demostrado cómo jugar con perros, o solo pasear con ellos, aumenta la fuerza relativa de las oscilaciones de las ondas alfa en el cerebro; un informe que corrobora y refuerza los efectos positivos de las terapias asistidas con animales, y en particular, con canes. “Veo todos los días los beneficios que le aportan a muchos dueños la compañía de un can, pero es muy importante que médicos, geriatras y psiquiatras den su opinión y corroboren dichos beneficios”, lanza el doctor Manuel Lázaro Rubio, miembro del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (COVELMA) y GRECA (Grupo de Especialistas de Etología Clínica).
A este respecto, Helena Díaz Moreno, jefa del servicio de Psiquiatría en el Hospital Universitario de Torrejón (Comunidad de Madrid), cuenta cómo los perros interfieren muy positivamente en la esfera social, afectiva y cognitiva de una persona. “En el hospital hacemos terapia asistida con perros y se realizan dinámicas a nivel cognitivo con resultados óptimos en cuanto a mejora de la memoria, la atención, la concentración y otras funcionalidades a nivel neurológico”, asegura. Además, y según esta experta, “todo ello repercute en el estado de ánimo, ya que un perro hace de catalizador estupendo y permite que la persona se aleje de los estados depresivos hasta hacerles mejorar en potencia”.
No obstante, Manuel Lázaro puntualiza que un animal, ante todo, te tiene que hacer, al menos, mucha gracia: “Sea para el fin que sea, si quieres un perro de compañía te tienen que gustar los animales. De nada sirve llevar un perro a una persona mayor a un geriátrico si no le gusta, porque le puede generar el efecto contrario”, matiza. Además, añade que “un perro también puede generar dependencia y ejercer un efecto negativo o contrario a lo que se espera. Los perros funcionan muy bien para terapia, pero hay que saber cuáles son los candidatos idóneos. Sé de un caso en una residencia de ancianos donde los perros van dos veces por semana para hacer una interacción, pero uno de ellos está obsesionado porque llegue el perro, le genera dependencia, y esto es contraproducente y no le beneficia, por lo que suspendimos las visitas”, explica.
Pasar tiempo de calidad con tu perro
Tener un perro significa aportar cuidados como la alimentación, limpieza, vacunas, y un entrenamiento para educarlos. Si se cumplen los cuidados básicos, podemos pasar tiempo de calidad. “Un perro te da un cariño y un sentido de empatía que, si eres una persona cerrada a dar o expresar sentimientos, esto se transforma”, explica Alexis Raciorero, psicólogo y terapeuta Gestalt. “Los perros viven en el presente y entienden lo que sucede en el momento. Son capaces de sintonizar lo que sucede a su alrededor, por lo que resultan muy efectivas las prácticas de atención plena con ellos”, asegura este experto, quien es también dueño de un Golden Retriever, con el que participa del 6 al 9 de junio en The Yoga Gallery con prácticas de yoga Kundalini. Una actividad muy beneficiosa es realizar lo que se llama la “meditación informal”, que consiste en pasear a tu perro, eso sí, bajo tres condiciones: “Sin escuchar música y sin móvil, solo tú con el perro en silencio, en un parque o en la ciudad”, detalla.
Por último, Racionero incide en la especial capacidad de los canes de combatir la soledad: “Con un perro te sientes mucho más acompañado, durante y en el post-confinamiento hubo un boom en el incremento de adopción de perros, ya que la gente, ante la visión de una posible soledad o futuros confinamientos, deseaban sentirse más acompañados junto a un perro”.
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