Los representantes del Real Madrid descargan en los promotores la responsabilidad del ruido en el Bernabéu
Los vecinos sostienen que el propietario del estadio es el autor del delito medioambiental y una de las acusaciones pedirá de nuevo que se investigue al Ayuntamiento
El administrador único de Real Madrid Estadio, José Ángel Sánchez, y el director de infraestructuras del Real Madrid, Francisco Panadero, han declarado este martes en los juzgados de instrucción de plaza de Castilla de la capital por la denuncia que interpusieron dos asociaciones vecinales sobre el ruido de los conciertos del Santiago Bernabéu. Sánchez ha asegurado que el club cuenta con todas las licencias de actividad y que es responsabilidad de los promotores controlar que el número de decibelios de los conciertos se adapte a la normativa, según explican fuentes cercanas al caso.
En la reclamación, los vecinos presentaron un listado de todos los conciertos que el estadio ha acogido este año y expusieron que el propietario de las instalaciones, el Real Madrid, no había “realizado ningún estudio para prevenir la salida de ruidos durante la celebración de los eventos”. El club anunció en septiembre que aplazaba las citas previstas hasta verano de 2025. Ni Sánchez, ni Panadero ni sus representantes legales han hablado con la prensa al acabar las tomas de declaración.
En una extensa declaración de alrededor de dos horas, el administrador único ha señalado que el nuevo estadio ha mejorado la calidad medioambiental del barrio y ha incidido en que, a lo largo de la instrucción, han presentado hasta 90 licencias que los acreditan a desarrollar las actividades que realizan. Estas mismas fuentes aseguran que tanto Sánchez como Panadero han defendido que el Bernabéu es el mejor recinto de mundo para acoger este tipo de citas musicales y que ellos son meros “caseros” de estos conciertos. Los declarantes han indicado que una muestra de que la responsabilidad recae en los organizadores de los conciertos es que las sanciones municipales interpuestas hasta la fecha han recaído sobre ellos.
El Consistorio ha enviado 11 sanciones con multas que van desde los 17.000 hasta los 280.000 euros. Entre ellos, dos multas de 142.000 y 146.000 euros a los productores de los dos conciertos de Taylor Swift celebrados el 29 y 30 de mayo. Las multas impuestas por el área municipal de Medio Ambiente son todas por incumplimiento en la normativa de ruido e incluyen tanto el día del concierto como los ensayos previos. En total, suman 801.000 euros entre todas las sanciones interpuestas por el Consistorio.
Informes de peritos
Los vecinos acusan al club blanco de un delito medioambiental por el exceso de ruido y vibraciones de los conciertos y sostienen que el Consistorio también es responsable de la situación. En su denuncia, presentaron informes de peritos independientes y no relacionados con la asociación, tal y como han recalcado este martes en los pasillos del juzgado, a pesar de contar con varios ingenieros entre los 2.000 miembros de la asociación creada para batallar contra el nuevo proyecto del Bernabéu.
Tras esta primera denuncia, los vecinos la ampliaron y presentaron pruebas de que, según ellos, el Real Madrid opera con una licencia caducada desde el año 2001, algo que el club negó. De esta materia se ha hablado también en las declaraciones de este martes y los dos representantes del club han indicado que todas sus licencias están en regla y aseguran que la última data de agosto de 2024 y que supone una actualización de aquella con la que ya contaban. Los letrados de la acusación sostienen que, cuando se realiza una obra que altera por completo el proyecto inicial y aquello a lo que se va a dedicar, es necesario tramitar una licencia desde cero.
Sobre esto ha abundado el director de infraestructuras del Real Madrid, Francisco Panadero, que trabajó en el Ayuntamiento de la capital como coordinador general de Organización y Gestión de Proyectos y en 2012 fue fichado por Florentino Pérez. Ante las preguntas de los abogados sobre quién ha sido su interlocutor dentro del Ayuntamiento para tramitar las obras del proyecto del nuevo Bernabéu, Panadero no ha dado un nombre específico, explican las mismas fuentes de la acusación.
Después de estas declaraciones, los letrados de Juristas contra el Ruido, que representan en esta causa a un grupo de ocho vecinos de los alrededores del campo, anuncian que solicitarán de nuevo que se investigue al Consistorio por su posible responsabilidad en un delito medioambiental. La jueza ya ha rechazado incluir al Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida como acusado en dos ocasiones.
En esta causa, la magistrada también solicitó a la Policía Municipal la totalidad de las actas de mediciones tomadas desde el 26 de abril hasta el 15 de julio de 2024, periodo en el que se han celebrado en el estadio una docena de macroespectáculos, desde el concierto de Taylor Swift hasta los cuatro ofrecidos por la cantante Karol G, pasando por el de Duki o Luis Miguel, entre otros.
Este es uno de los múltiples frentes judiciales que mantienen los vecinos contra el club blanco y el Ayuntamiento. Además de esta denuncia por delito medioambiental, la asociación ciudadana ganó en mayo una de estas batallas en los tribunales gracias al fallo de la jueza María del Carmen Casado, que obligó a parar las obras de construcción de dos aparcamientos y un túnel en los alrededores del campo. Los trabajos se estaban haciendo con el visto bueno del Gobierno municipal, pero sin autorización administrativa, según la sentencia.
El proyecto contemplaba dos aparcamientos públicos de cuatro plantas cada uno y cuya superficie total es de más de 70.000 metros cuadrados. Una se proyecta bajo el paseo de la Castellana y tendrá 1.229 plazas de aparcamiento. El otro, bajo la calle Padre Damián, con 617.
En septiembre, el Real Madrid anunció que suspendía los conciertos programados en el Bernabéu al menos hasta marzo de 2025, tras las quejas por el ruido. El club prevé acometer la instalación de pantallas para reducir esos daños. Entre las artistas afectadas están Aitana, Lola Índigo y Dellafuente, entre otros. Una decisión que “forma parte del conjunto de medidas que viene tomando el club para que durante los conciertos se verifique el estricto cumplimiento de la normativa municipal vigente”, según el comunicado que emitió el club.
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