Un jabalí de 100 kilos recorre el barrio de Entrevías de Madrid antes de ser abatido por la policía

Nunca antes se había visto un jabalí en Entrevías, pero un ejemplar adulto de unos 100 kilos provocó el domingo escenas de pánico en este barrio del distrito madrileño de Puente de Vallecas, situado en el sureste de la capital y en el que viven más de 35.000 personas. El animal recorrió calles, embistió a varios vecinos y agentes y llegó a morder a un policía, burló el efecto de varios dardos sedantes y entró en la estación de El Pozo de Cercanías antes de acabar muerto a tiros tras más de dos horas de persecución y tres kilómetros de carrera, según ha informado a este diario una portavoz de la Policía Municipal.

Los primeros avisos se recibieron a la Comisaría de Vallecas pasadas las diez y media de la mañana del domingo, cuando unos vecinos alarmados contaron que habían visto a un jabalí “de gran tamaño” que podía resultar “peligroso” campando a sus anchas cerca de la estación. Los viandantes, asustados ante la presencia del animal, comenzaron a huir y a refugiarse en los portales cercanos.

“Se activó a la unidad canina y a la de drones para que ayudaran a localizarlo” y también participaron agentes de la Policía Nacional, explica la portavoz, que no ha podido precisar el número de agentes que llegaron a estar implicados en la cacería improvisada por las calles de Entrevías, pero sí que fueron “bastantes”. Además, se llamó al Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa) “por si había que sedarlo”.

Y así fue. En un primer intento de controlar la situación, los agentes lograron acorralarlo a la altura del número 6 de la calle de Mancha en un jardín y le lanzaron dos o tres dardos sedantes que, a pesar de hacer blanco, no surtieron efecto. El animal fue cercado por los vehículos policiales, pero logró saltar el capó de uno de los coches y continuó corriendo por las calles del barrio. Durante más de tres kilómetros de huida, se llevó por delante y tiró al suelo a varios ancianos que paseaban por la zona.

El jabalí incluso logró entrar en la estación de El Pozo, donde generó momentos de tensión entre los pasajeros. Dos agentes municipales intentaron sacarlo de la terminal, pero uno fue embestido por el jabalí y al otro le mordió en un brazo. Este policía se llevó “un buen mordisco” y fue trasladado al hospital para curarle la herida y ponerle la vacuna antirrábica. La situación se complicó aún más cuando el animal volvió a escaparse y a salir de la estación en dirección a la M-40. Entonces, en un descampado cercano, fue acorralando y el agente al que había embestido poco antes sacó el arma y lo mató de varios disparos “para evitar daños mayores y posibles consecuencias nefastas”. Según la portavoz policial, “nunca antes se había llegado a ver a un jabalí” en esta zona de Madrid y se cree que pudo haber salido del parque forestal de Entrevías.

Capturarlos de “forma ética”

En los últimos años, se han avistado ejemplares en Las Tablas, en el norte de la capital; en Ciudad Universitaria, en el noroeste; cerca de la Universidad Autónoma, en Cantoblanco: o incluso de paseo por la M-30. La presencia de jabalíes en núcleos urbanos de la comunidad se ha hecho común en los últimos años sobre todo en municipios del noroeste como Torrelodones, Las Rozas, Majadahonda, Hoyo del Manzanares, Valdemorillo, Galapagar y Pozuelo, que reclaman al Gobierno regional un plan para controlar su población. Aunque no hay un censo oficial, el Gobierno regional estima que hay entre 26.000 y 39.000 en la región. Al año, se cazan unos 5.000.

Tras este nuevo avistamiento en una zona en la que “no es normal”, la Real Federación Española de Caza (RFEC) ha pedido “menos trabas” y que se concedan “más permisos” para realizar “de forma efectiva” el control cinegético del jabalí mientras que el Partido Animalista Con el Medio Ambiente (Pacma) ha instado a capturarlos “de forma ética, sin tener que sacar la pistola y pegarles tiros”, según recoge Europa Press.

Fuentes de la RFEC recuerdan en declaraciones a esta agencia que estos animales se acercan a las zonas urbanas en las afueras de muchas ciudades porque encuentran comida “con mucha más facilidad” y explican que hay cazadores arqueros en la Federación Madrileña de Caza que abaten a los jabalíes con arco. Por su parte, el presidente de Pacma, Javier Luna, ha manifestado a Europa Press su “extrañeza” ante el hecho de que “no existan” en Madrid protocolos de actuación ante la aparición de un jabalí que permitan al animal salir vivo de su excursión a la ciudad.

El Seprona pide a la población que no se acerquen a animales salvajes como jabalíes ni intenten darles comida, ni acariciarlos o sacarse una foto con ellos, ya que se pueden volver agresivos si se sienten amenazados. Hay que mantener la calma porque aunque puedan parecer intimidantes, los jabalíes temen a los humanos y suelen evitar el contacto. Si se ponen agresivos, el Seprona recomienda buscar un lugar seguro como un coche o una zona elevada, no acorralarlos ni perseguirlos y ponerse en contacto con el 112, las autoridades locales o el Seprona.