La ‘mascletà de Almeida: así se explica el efecto sobre un entorno renaturalizado con 121 especies de aves sin evaluación de impacto ambiental
El evento pirotécnico, que le costará 46.000 euros a los madrileños, ha sido criticado por organizaciones ambientalistas y ahora depende de la decisión de una jueza. Hay aves que ya han iniciado su periodo de reproducción
Todos los días a las 8.30 empieza una fiesta en el río Manzanares. Es una fiesta de todo tipo de cantos y revoloteos de las aves que anidan y se alimentan en un espacio renaturalizado desde 2016 por el Ayuntamiento de Madrid. Al festejo de plumas han llegado este jueves un par de gallinetas, de pico rojo y enormes patas amarillas, que trinan mientras buscan alimento entre la tierra; tres anades reales, patos de cabeza verde que se dejan llevar río abajo y se pierden de vista cuando pasan bajo el puente del Rey. En medio de esa carrera, pasan junto a una garceta real que tiembla entre el agua helada mientras caza mirando, atenta, el fondo del río. A pocos metros del puente hay una hembra de Anade Azulón que no se ha enterado del jolgorio y duerme con la cabeza metida entre las alas. De fondo, en la casa de campo, se ven volar urracas, gorriones o mosquiteros. Todas estas aves, ahora tranquilas, serán testigos de primera fila en la mascletà que se celebrará el domingo en Madrid Río y que le costará a los madrileños 45.980 euros (impuestos incluidos), de acuerdo con datos del Portal de Contratación del Estado. Testigos y víctimas, porque organizaciones ecologistas y ambientalistas insisten en el riesgo que entrañan los fuegos artificiales para 121 especies de aves.
A las 13.00, si la jueza no dice lo contrario antes del domingo, habrá otra fiesta con mucho ruido en ese mismo punto, en el río Manzanares a la altura del puente del Rey. Se trata de una mascletá, típica en la Comunidad de Valenciana sobre todo durante la fiesta de las Fallas, una tradición que se celebra en marzo en esa autonomía y que es declarada Patrimonio cultural inmaterial por la Unesco. Se detonarán 307 kilos de pólvora en una zona de fuego ubicada en la explanada junto al puente del Rey. Habrá un inicio aéreo, disparos en tierra y un “terremoto final”, como explican por teléfono desde las oficinas de Pirotecnia Valenciana SL, ubicadas en el municipio de Llanera de Ranes, donde se fabrica la pólvora artesanal valenciana para el evento en Madrid.
El evento ya ha sido autorizado por Delegación de Gobierno, que ha dado el visto bueno por el uso de explosivos -que cuando es superior a 100 kilos requiere el aval- y la seguridad ciudadana. Sin embargo, advierte que su autorización “no exime de la necesidad de otras autorizaciones, como pueden ser medioambientales, patrimoniales, de ordenanzas municipales, etc.”
Organizaciones ambientalistas como Ecologistas en Acción, la Sociedad Española de Ornitología SEO Bird Life y AnimaNaturalis temen que la fiesta del domingo altere la otra fiesta, la de todos los días en las aguas del Manzanares. Ese mismo temor lo comparten asociaciones vecinales como Puerta del Ángel, Príncipe Pío y Manzanares-Casa de Campo y la plataforma Salvemos la Casa de Campo, que se sumarán a manifestaciones este sábado y domingo si hay, en efecto, un disparo. La mascletà se juega su suerte en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 8 de Madrid, donde una jueza decidirá este viernes si decreta, o no, medidas cautelares para suspender el evento, como solicitó una protectora animal a través de un recurso contencioso administrativo.
Mientras tanto, los ojos están puestos en el río y en sus vecinos alados. Santiago Martín Barajas, miembro de Ecologistas en Acción desde su fundación en 1998 e ingeniero agrónomo de profesión, ha seguido paso a paso el renacimiento del Manzanares durante los últimos ocho años, cuando el Ayuntamiento, entonces en manos de Manuela Carmena (Ahora Madrid) decidió dar un paso decisivo: levantó las compuertas que embalsaban el agua y dejó correr un río que en la capital recorre 7,5 kilómetros y que nace en la sierra de Guadarrama, en el norte de la región, y desemboca, tras 92 kilómetros de recorrido, en el río Jarama, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid, al sur. Martín Barajas cuenta que aquello fue el inicio de una explosión de vida. La vegetación comenzó a multiplicarse, en los primeros dos años aparecieron 2.000 ejemplares de árboles autóctonos, entre ellos sauces o álamos blancos, y el verde se hizo visible y comenzó crecer con fuerza. Las aves empezaron a anidar. Llegaron peces autóctonos como el barbo. Hasta en una ocasión se vio nadando una nutria, una especie catalogada en esta Comunidad en peligro de extinción. “Ha sido un éxito. Antes no teníamos río, era una sucesión de piscinas de agua oscura y maloliente. Ahora tenemos un río en el que se ve el fondo, por el que corre agua, en el que hay un bosque de rivera”, recuerda Martín Barajas. “Se ha conseguido introducir la naturaleza en Madrid. Antes de 2016 no había especies autóctonas de peces, ahora hay. Además de 121 especies de aves”. Entre ellas, destaca las garzas reales, las martinetas y las agachadizas y la presencia aves migratorias que llegan en invierno desde el norte de Europa. Martín Barajas destaca que el proceso en Madrid ha sido referente para otros proyectos similares en el río Piles (Gijón) o el río de Oro (Melilla). “Es un error hacer allí una mascletà. El Ayuntamiento está tiempo de corregir”, afirma el activista.
A Ecologistas en Acción le preocupa el efecto del estruendo en las aves. Yago Martínez, activista del mismo grupo, comenta que en esta época las aves están “en modo ahorro de energía” y que alterarlas y hacerlas volar huyendo es “un perjuicio”. Expertos de la Sociedad Española de Ornitología alertan de que, para este fin de semana, algunas especies habrán iniciado su periodo reproductor. En el río Manzanares ya se ven nidos en construcción en los árboles y en la tierra. A los costados, además, se han instalado más de 150 casitas para las aves y, de estas, siete están justo al lado oeste del puente del Rey. Beatriz Sánchez, coordinadora del programa de biodiversidad urbana de SEO/Bird Life, afirma que el Ayuntamiento corre un riesgo. “El efecto que va a tener es desconocido. No hemos visto que haya una evaluación previa del impacto ambiental. Hay aves que ya inician periodo reproductor, puede que se asusten y se vayan de los nidos”, describe Sánchez.
Diversos estudios han demostrado cómo, a la hora de disparar elementos pirotécnicos a gran escala, como las celebraciones de Año Nuevo, las aves huyen en masa y a grandes alturas, causando pérdidas de energía, desorientación y problemas de reasentamiento. Un documento, publicado en 2023 en la revista científica Frontiers in Ecology and the Environment evidenció que la media de aves que se detectan en vuelo tras los fuegos artificiales de Nochevieja es 1.000 veces superior al de otras noches del año. El diputado Álvaro Heredia (Más Madrid), en un hilo de X, ha recordado que la zona donde se hará la mascletà goza de protección por el Plan Especial del Río Manzanares, aprobado en 2008. El plan indica que para proteger la flora y la fauna se deben aplicar regulaciones comunitarias como la Directiva de Aves.
La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha asegurado este jueves que el evento “cumple con todos los requisitos técnicos” y recordó que no es la primera vez que se dispara pirotecnia en inmediaciones del Manzanares y Madrid Río. En 2018, durante la celebración del solsticio de invierno en el puente de Toledo, se dispararon fuegos artificiales durante 13 minutos en un evento autorizado por el Ayuntamiento de Carmena. La empresa Pirotecnia Valenciana SL afirma, además, que al hacer el disparo en un espacio abierto “el sonido se expande” y no impacta tanto como en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde se realiza la mascletà más grande de Fallas. La vicealcaldesa ha argumentado que incluso se han hecho espectáculos pirotécnicos junto al Oceanogràfic de València ”sin que nadie reportara ninguna afección”, ha dicho. Pero en 2023 sí hubo preocupación desde el acuario, que envió una carta al Ayuntamiento. De hecho, el concejal valenciano Santiago Ballester (PP) criticó el traslado del espectáculo a esa zona. “Hay especies a las que, de alguna manera, el disparo les va a influir”, dijo en 2023. Ahora, Ballester invita a los madrileños a disfrutar de una mascletà junto al río Manzanares.
Otro de los riesgos que teme Ecologistas en Acción es el fuego. “Nos preocupa el tema del fuego, que salte alguna chispa sobre la enea y el carrizo, dos especies arbustivas que en esta época están secas”, anota Martín Barajas. La empresa Pirotecnia Valenciana SL asegura que todo está bajo control porque hay una “distancia acotada” entre la “zona de fuego” y la vegetación.
“Seguimos adelante”. La vicealcaldesa de Madrid se ha mantenido firme este jueves ante las preguntas sobre los estudios ambientales, el expediente de contratación y los costes de esta fiesta que se hará por cuenta de un protocolo de promoción turística firmado por los Ayuntamientos de Madrid y Valencia el mes pasado. Si nada cambia de aquí al domingo, la fiesta de la pirotecnia sonará por encima de la fiesta de los cantos de las aves.
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