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Directivos y estudiantes de MBA, los otros inquilinos en Madrid: hay más alquiler en los barrios ricos que en los pobres

Casi una de cada cuatro viviendas en zonas acomodadas de la capital como Salamanca están arrendadas, una ratio más alta que en distritos obreros como Vallecas

Vivienda Madrid
José Daniel Castillo, estudiante guatemalteco del IE Business School que reside en el distrito de Salamanca, en Madrid.JUAN BARBOSA
Fernando Peinado

La idea del rico que vive de alquiler parece un contrasentido. Arrendar es para gente humilde y comprar para las clases medias y altas, o esa es la idea generalizada. Sin embargo, los datos publicados hace dos semanas del último censo de viviendas, un estudio que el INE hace cada 10 años, muestran una realidad sorprendente. Los distritos más ricos de Madrid tienen ratios de alquiler más altos que las zonas obreras. Así, el 23% de las viviendas en Salamanca o Chamberí y el 22% de Chamartín son destinadas al alquiler. Mientras, zonas más modestas como San Blas tienen el 18%, Villa de Vallecas el 19% o Puente de Vallecas el 21%.

El fenómeno del alquiler premium o de lujo también se aprecia en los portales inmobiliarios. En Idealista, 3.395 de los 9.952 anuncios de viviendas en alquiler en todo Madrid activos este martes costaban más de 2.000 euros al mes, es decir, un 34%. De estas, 68 propiedades superaban el precio de 10.000 euros mensuales. En el top 3 se encuentra un palacio de dos plantas con escalinata en el céntrico barrio de La Latina (16.000 euros), una villa de 1.529 metros cuadrados en Valdemarín, al norte (16.500 euros) y un “espectacular piso” de 400 metros cuadrados en la calle Padilla, en “uno de los mejores tramos del Barrio de Salamanca” (17.000 euros).

En el área metropolitana se observa el mismo patrón que en la capital. Municipios del noroeste rico tienen más cuota de su parque de viviendas destinada al alquiler que las ciudades del sur. Así, en Pozuelo o Las Rozas representan el 18%, por encima del 13% de Fuenlabrada, el 14% de Móstoles o el 15% de Leganés y Getafe. Como ejemplo, la Finca de Pozuelo, “el más selecto, exclusivo y seguro conjunto residencial de España”, dedica al alquiler un apartado de su web, donde esta semana se ofertan cinco chalés.

El fenómeno ha crecido gracias en parte al auge de Madrid como ciudad global, según cuentan los expertos. La élite nómada que salta de una ciudad a otra para estudiar o trabajar de manera temporal busca viviendas acordes a su poder adquisitivo. Son estudiantes de escuelas de negocio como IE Business School, que pagan en algunos casos hasta 110.000 euros por másteres de dos años, o directivos de grandes empresas del Ibex que cobran salarios de cientos de miles de euros y a quienes la compañía les paga el alojamiento durante el periodo limitado en que son destinados en Madrid.

También vienen empresarios latinoamericanos o europeos con dos o tres viviendas repartidas por el globo. Antes de dar el paso de comprar una propiedad en la capital española, suelen alquilar durante un tiempo hasta que se habitúan a la ciudad, dicen los conocedores del sector.

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“Madrid se ha vuelto cool y cosmopolita”, dice David Salcedo, director de la inmobiliaria de lujo GV. “Cada vez más extranjeros vienen a experimentar esta fiebre madrileña”.

La consecuencia ha sido una gentrificación que está transformando la cara de los barrios más exclusivos, un fenómeno parecido al de otras grandes capitales del mundo como Nueva York, Londres o París. En las terrazas de la calle Jorge Juan es común ver a grupos de extranjeros conversando en diversos idiomas y acentos. Podrían ser confundidos con turistas, pero muchos son vecinos del barrio de Salamanca. Los grandes perdedores son los madrileños de toda la vida que no puedan competir con los recién llegados. El precio del alquiler en Salamanca llegó en junio a un récord histórico de 21 euros por metro cuadrado.

Vivienda
Dos mujeres pasan junto a la piscina interior de Lagasca 99, un edificio residencial de lujo en el distrito de Salamanca.

Los estudiantes de las escuelas de negocio han sido protagonistas de esta transformación. En agosto comenzará la campaña del alquiler para las inmobiliarias que les atienden, como Housingo, fundada por David de Gea, un exalumno del IE que tiene 27 años. Cuenta que cuando estudiaba el máster notó que sus compañeros buscaban alojamientos en el barrio de Salamanca y que el servicio de los agentes era “deficiente” porque no hablaban inglés. Fue lo que le impulsó a montar su agencia, que esta temporada venidera dispone de una cartera de 125 pisos para alquilar, la gran mayoría en Salamanca.

Según De Gea, aunque estudien en la torre Caleido, el nuevo rascacielos de la Castellana donde IE acoge a 6.000 alumnos, escogen Salamanca para residir, seis kilómetros más al sur. Tampoco suelen optar por los barrios tradicionales de universitarios, añade: “El centro les parece demasiado bohemio”.

David de Gea, CEO de Housingo, posa para la cámara desde el exterior de su oficina en la calle Serrano.
David de Gea, CEO de Housingo, posa para la cámara desde el exterior de su oficina en la calle Serrano. JUAN BARBOSA

Buscan viviendas de dos o tres habitaciones para compartir. “Es una prioridad”, afirma Beatriz Alberte, directora de Alquileres en la inmobiliaria Gilmar.Entre varios sí pueden permitirse pagar un alquiler por encima de 2.000 euros al mes”.

Uno de estos inquilinos es José Daniel Castillo, guatemalteco de 29 años que estudia en el IE Business School. Reside en un “depa” (piso) de 1.700 euros al mes en Salamanca, donde hace su vida, como la mayoría de compañeros de su escuela: “Aquí lo tengo todo. Restaurantes, clubs nocturnos, bares, farmacias, tiendas y el Retiro cerca para hacer patinaje en línea”.

También algunos hijos de la élite española viven de alquiler. Un ejemplo conocido es Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón (la nieta de los reyes eméritos) y su pareja. Según reportó Telecinco en 2021, pagaban 5.000 euros al mes por un piso en el paseo de la Castellana. Y otro caso famoso es el de la representante de todos los madrileños, la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que vivió en un apartamento de lujo al principio de la pandemia. Costaba 6.000 euros al mes, aunque el empresario Kike Sarasola se lo rebajó a 2.600 euros.

El pago para entrar en estos pisos puede ser astronómico. Iván Barrero, director de la inmobiliaria de lujo John Taylor, dice que en algunos casos han visto desembolsos iniciales de ocho mensualidades (el mes corriente, el de fianza y seis de garantía adicional). En un piso de 10.000 euros al mes esto supone 80.000 euros a cambio de recibir la llave. Esa exigencia de garantías mayor a las permitidas por ley para alquileres comunes es posible porque se consideran alquileres suntuarios, una modalidad que no necesita de la protección del inquilino.

El casero pide estas cantidades para dormir tranquilo, precisa Barrero: “Accedes a una propiedad que vale tres millones de euros. El propietario necesita una garantía de que va a ser devuelta en las mismas condiciones”.

Como pasa en los barrios obreros, aquí también puede darse el problema de los inquilinos morosos. Fuentes del sector cuentan que las agencias tienen listas negras de individuos aprovechados que, a sabiendas de lo lentos que son los desahucios, dejan de pagar nada más instalarse y viven durante largas temporadas como un marajá.

Menor precio que París o Londres

En conjunto, cada vez vive más gente de alquiler en la capital. La cuota del alquiler en el parque de viviendas de la capital asciende ya al 24%, frente al 20% de 2011, fecha del anterior censo. De las 1,3 millones de viviendas de Madrid, 317.766 son destinadas al arrendamiento. El distrito Centro es el que tiene mayor porcentaje de inquilinos (un 30% de las viviendas), seguido de Tetuán (26%). En los distritos de la almendra central, dentro de la M-30, el negocio del alquiler avanza con fuerza.

Es verdad que no todo es oro en Salamanca. En este distrito sigue habiendo oferta por menos de 1.000 euros al mes, pero es muy escasa y casi todos los anuncios en los portales son para estudios de menos de 40 metros cuadrados con poca luz y muchas veces sin ascensor. También aquí se oferta mucho alquiler turístico. Son pisos que pueden valer más de 200 euros la noche.

Pero más de la mitad de la oferta de alquiler de Idealista en ese distrito son alquileres de larga duración que cuestan más de 2.000 euros mensuales. Este es el sueldo mediano de un madrileño, según el INE. Son precios baratos para directivos de grandes empresas que han vivido en París o Londres, dos capitales aún mucho más caras, dice Barrero. “A ellos pagar una renta de 6.000 euros al mes les parece ideal. Si a eso le añades el atractivo de una ciudad con una gran vida nocturna, se explica que Madrid esté on fire”.

Contacta al autor por correo fpeinado@elpais.es o por Twitter @FernandoPeinado

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Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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