No hay precio amigo para el resto de clientes en el hotel de Ayuso
Be Mate Plaza de España recibe huéspedes durante la fase 0, pero sus descuentos no son tan generosos
El empresario Kike Sarasola aseguró este miércoles que los clientes de su lujoso hotel Be Mate Plaza de España reciben generosos descuentos como el de su huésped más notoria, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. “Les invito cuando quieran al mismo precio para una larga duración”, dijo Sarasola en Antena 3. Pero mientras que la presidenta goza de un 60% de descuento por su larga estancia, cualquier otro cliente se beneficia solo de un 10%.
Son las rebajas que muestra la web del hotel, que este miércoles permitía hacer reservas como si estuviéramos en tiempos normales. A pesar de que durante la fase 0 solo puede admitir a huéspedes en supuestos excepcionales, un periodista de EL PAÍS hizo una reserva para la noche del miércoles y fue bienvenido por la recepcionista como un cliente común.
“Su habitación estará disponible a las tres de la tarde”, decía esa empleada este miércoles a las ocho de la mañana en la recepción del hotel. Minutos antes la empresa remitía un correo confirmando la reserva de una habitación Deluxe Skyline por 101,20 euros e informando de ese cobro. La reserva era para una de las 36 habitaciones del hotel. Era unos aposentos mucho menos lujosos que la Royal Suite de la presidenta, que ocupa todo el ático del edificio. La empresa no informaba ni en ese email ni en la web de las restricciones a causa de la epidemia. Tampoco lo hicieron dos empleados en sendas consultas por teléfono.
Mientras se acercaba la hora del check-in, Sarasola daba entrevistas en televisión. Trataba de convencer a la audiencia de que el precio que paga Ayuso es el común en su hotel. “¡Conseguir una clienta y que esté dos meses y me reporte 5.000 euros, por supuesto que nos hemos ajustado a lo que ella quería!”, decía en la entrevista en Antena 3.
Sarasola ha revelado que Ayuso paga 80 euros por noche en lugar del precio de mercado de 200 euros por la Royal Suite de su hotel y que, además, hace uso de un segundo apartamento. En total, 2.400 euros al mes. Un precio “paquete”, según el hostelero. Si no se hubiese aplicado descuento alguno, la presidenta habría tenido que pagar 6.000 euros por 30 días en la Royal Suite. El precio ordinario de la segunda habitación se desconoce.
Ayuso, que antes de la epidemia residía en su apartamento del centro de Madrid, ha ocultado el nombre del hotel donde se hospedaba hasta que la revista Vanity Fair lo identificó el lunes. Desde entonces, tanto la Comunidad de Madrid –que durante las semanas previas a preguntas de EL PAÍS, entre otros medios, había evitado dar respuestas– como el empresario han dado informaciones contradictorias sobre el precio y otras condiciones de la estancia.
Para el resto de huéspedes, la web del hotel permitía este miércoles reservar largas estancias (30 días), pero el precio no experimentaba una bajada tan espectacular como la de Ayuso. Con un 60%, el precio por la Deluxe Skyline hubiera sido 1.200 euros, pero la web mostraba que deberían pagar 3.568 euros.
Era una cantidad mayor que si multiplicamos 101.20 euros por 30 días. Este aumento se debe a que dormir en el Be Mate Plaza de España cuesta más caro los fines de semana. El precio de la Deluxe Skyline asciende algunos días a 144 euros. El hotel calcula el precio medio de los 30 días y luego aplica un descuento del 10%.
Fuentes de la industria hotelera dicen que es común la práctica de ofrecer descuentos personalizados a clientes privilegiados. La empresa dueña del hotel, Room Mate S.A., se ha negado a dar explicaciones a este periódico.
Sarasola había tratado sin éxito de contener el huracán informativo desatado sobre su negocio. En pleno modo de control de daños y con medios de comunicación en la calle del hotel, la empresa reparó en que el nuevo huésped era un periodista. 20 minutos antes de las tres de la tarde, la gobernanta del hotel le impidió la entrada. “Sabemos lo que te interesa”, puso como excusa. Añadió otros motivos. Dijo que la ley no les permite la admisión de clientes por el estado de alarma y que acababan de enviar un correo electrónico (a las 14.22) informando de esa circunstancia. “Información importante sobre su reserva”, dice el encabezado de un texto breve y formal que cita la normativa vigente. La empleada ofreció como alternativa un hotel que está a la vuelta de la esquina –que sí puede admitir huéspedes al estar incluido en la lista estatal–, el Apartasuites Jardines de Sabatini. Es un hotel que no pertenece a la empresa Room Mate SA. El empresario también excusó a su empleada.
“Es la recepcionista y no... No tiene toda la información”.
En la recepción de Apartasuites Jardines de Sabatini, un empleado confirma que en el Be Mate Plaza de España admiten a huéspedes con normalidad. Una persona ligada a Be Mate Plaza de España también lo corrobora: “En los últimos días han entrado cuatro o cinco personas”. Este periódico comprobó cómo varias habitaciones están ocupadas, además de las dos en las que habita la presidenta Ayuso, en la planta siete y ocho del edificio. A las 8.00 de este miércoles, un hombre vestido de calle fumaba asomado a un balcón, en la tercera planta del edificio.
Un portavoz de Room Mate S.A. atribuye la bienvenida a un “error de la empleada”. La empresa bloqueó temporalmente en su web las reservas a las 19.45, después de que este portavoz fuera informado de la inminente publicación de este artículo. También añadió información sobre las restricciones por la epidemia que antes no eran visibles.
Los hoteles en Madrid no pueden operar con normalidad mientras continúe la fase 0 de la desescalada. Solo 14 establecimientos del sector permanecen de guardia en la Comunidad. Lo hacen para prestar servicio a trabajadores de sectores específicos así como para personas en otras situaciones excepcionales recogidas en el real decreto que declaró el estado de alarma el 14 de marzo. También para todos aquellos que por causa de fuerza mayor o situación de necesidad requieran de un alojamiento puntual de urgencia.
Una portavoz de la Asociación de Hostelería de la Comunidad de Madrid-La Viña dijo que desconoce si, aparte de esos 14 hoteles, hay otros establecimientos operando en la región: “Se supone que los únicos hoteles que a día de hoy en fase 0 se pueden utilizar son los hoteles medicalizados, que son para sanitarios, y los de guardia”.
La Orden Ministerial que ordenó el 19 de marzo la clausura de hoteles fue seguida de otra, el 23 de marzo, que contenía un anexo con la lista de los hoteles de guardia y decía que el resto podrían alojar excepcionalmente a miembros de los colectivos que realizan tareas esenciales y a los huéspedes alojados antes del Estado de alarma.
Sarasola, que se encuentra en Bogotá desde el inicio de la pandemia, trataba de explicar en los medios que no se ha producido ninguna irregularidad. “Por desgracia tengo el hotel vacío”, pero quizás la distancia le ha impedido conocer que Ayuso no es la única inquilina.
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