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El 21% de los centros concertados de Madrid pide mantener la ratio de 30 alumnos por clase en 1º de la ESO

Los institutos públicos deben cumplir con un máximo obligatorio de 25 estudiantes por aula el próximo curso y muchos lo harán a costa de prescindir de otros espacios, como la biblioteca o los laboratorios

Colegio en la Comunidad de Madrid
Estudiantes en los pasillos y dentro de clase en un colegio concertado de la Comunidad de Madrid.JUAN BARBOSA
Beatriz Olaizola

Al menos el 21% de los centros educativos concertados de la Comunidad de Madrid han pedido mantener para el próximo curso una ratio de 30 alumnos por clase en 1º de la ESO, mientras que todos los institutos públicos de la región han tenido que bajar el número de estudiantes a 25 por aula en esa misma etapa. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció esta reducción ―obligatoria para unos y opcional para otros― el pasado 2 de marzo en la Asamblea regional. La explicación que ofrece la Consejería de Educación es que a los concertados “se les puede aplicar una moratoria, una medida excepcional, previa justificación”, en caso de que no puedan bajar la ratio “por causar un grave perjuicio a alumnos que ya están matriculados”. En la pública, en cambio, o amplían aulas, y no tienen espacio para ello, o los estudiantes que no quepan deberán matricularse en otro centro donde haya hueco.

En Madrid hay 361 institutos públicos ―donde estudiaron 41.642 alumnos este año― y 468 colegios concertados y privados ―donde lo hicieron 28.810 chavales― que imparten educación secundaria, señala un portavoz de Educación. Del total de concertados, al menos 100 han pedido en los últimos meses que en las clases de 1º de ESO del curso 2023-2024 siga habiendo 30 alumnos, según la información obtenida a través del portal de transparencia por un docente, con fecha del 15 de junio, y cedida a este periódico.

La consejería, preguntada por esta cifra, se niega a dar información provisional y señala que “continúa abierto en el proceso de escolarización” y que los datos sobre el número de alumnos del próximo curso “aún no son definitivos”. El grueso de las matriculaciones se realiza en julio (el plazo para secundaria finalizó el día 7 de ese mes), al no haber ya recuperaciones en septiembre. Un portavoz sí que confirma que la bajada de ratio en la primera etapa de secundaria “se aplica en todos los centros públicos” y que “la mayoría de los centros concertados van a aplicar la reducción” este septiembre.

A los directores de los institutos públicos, la reducción de alumnos les pilló por sorpresa cuando, a principios de marzo, vieron en el sistema interno que el próximo curso los cupos para 1º de ESO serían de 25 alumnos. La Comunidad de Madrid publicó la resolución donde daba cuenta de la medida el 16 de ese mes, pero seis días antes, la consejería ya había comunicado a los concertados que podrían incumplirla. “En el curso 2023/2024, aquellos centros concertados que requieran continuar con la ratio de 30 alumnos por aula podrán hacerlo, retrasando un curso escolar la implantación de esta nueva medida”, recoge un documento enviado a los centros y al que ha tenido acceso este periódico. Apenas dos meses después, el Gobierno regional rizó el rizo: el 31 de mayo publicó la orden de regulación de Secundaria en Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) y ni rastro de la bajada prometida por Ayuso. En el artículo 7, se establece que “los grupos tendrán una ratio máxima de 30 alumnos”.

Para Rosa Rocha, la nueva presidenta de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad), todo responde a una falta de planificación. Esta última semana, la asociación ha lanzado una encuesta abierta a las direcciones de más de un centenar de institutos públicos de la región, una especie de sondeo para ver si aplicarán la ratio reducida de 25 alumnos. Por ahora han respondido 35 y en la mayoría intentarán cumplir con la bajada. “Es un reflejo de lo que está sucediendo en otros centros”, asegura la docente, aunque matiza que en muchos, la reducción solo es posible si prescinden de otros espacios. “La biblioteca, el salón de actos, los laboratorios, el gimnasio... lo que sea, porque no hay aulas suficientes”, lamenta. Y otros institutos ni siquiera cuentan con esos huecos y tendrán que ampliar el número de estudiantes a 28, 29 y 30 por clase. “La bajada de ratios es buena, pero debe ir aparejada de ayudas para la infraestructura. Este año sobreviviremos como podamos, pero, ¿el curso que viene? El número de grupos aumentará con los años, ¿dónde los metemos?”, se pregunta.

“Expulsados” de la pública

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Isabel Galvín, secretaria de Educación de CC OO Madrid, tilda de “competencia desleal” la diferencia de criterio entre los centros públicos y los concertados. “La bajada de ratios tiene que asegurar que también se mantenga la oferta. Es como si para reducir el número de pacientes que atiende un médico quitas camas. Es una medida buena en la teoría, pero en la práctica lleva a la supresión de plazas”, critica la responsable sindical. Si en un instituto público había tres clases de 30 alumnos en 1º de la ESO, ejemplifica, eso eran 90 huecos para 90 futuros estudiantes. Pero, al reducir a 25 por aula, habrá 15 estudiantes que se queden fuera de ese centro. “Lo expulsas de la pública, porque no han mantenido la oferta y acaban encontrando plaza en la privada, donde sí se mantiene”, añade.

Madrid ya puso en marcha la política de reducción del número de alumnos por aula con una bajada de ratio en 1º el segundo ciclo de Infantil, donde se ha pasado de 25 a 20 alumnos por clase, una medida que el siguiente curso debía ampliarse a 2º y, de forma progresiva, a Primaria en dos cursos. Según un informe de Comisiones Obreras, publicado en mayo, el Gobierno regional reducirá el próximo curso 5.350 plazas de Infantil a Bachillerato en los centros públicos. El grueso de las supresiones se produce en las primeras etapas: en segundo de infantil, donde se da la bajada de ratio, CC OO calcula que se eliminarán 2.981 plazas, frente a las 730 de nueva creación. Eso es un saldo negativo de 2.251 huecos.

Jose Antonio Poveda, de Escuelas Católicas, que representa al 67% del sector de la concertada, indica que las escuelas concertadas son “centros integrados” y que por eso se les ofrece la posibilidad de alargar un año más la ratio de 30 alumnos por aula. Con la palabra “integrado” se refiere a que se agrupan en un mismo colegio Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. “En la pública la estructura es distinta, de primaria pasan a un instituto, hay traslado de centro. Esta es una medida que trata de adecuarse a la realidad de la concertada”, comenta. Si 28 alumnos de sexto de primaria, ejemplifica Poveda, pasan a 1º de ESO en el mismo lugar, permitir al centro prolongar un curso más la bajada de ratio “es una forma de facilitar el paso”. Y añade que no tiene datos de cuántos colegios concertados reducirán finalmente el número de alumnos.

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Beatriz Olaizola
Es reportera en la sección de Madrid. Antes escribió reportajes para eldiario.es en el País Vasco, donde cubrió sucesos y temas sociales, políticos y culturales. También realizó prácticas en la Agencia EFE. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS.

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