El Gobierno de Madrid recortará 5.350 plazas de Infantil a Bachillerato el próximo curso, según un informe de CC OO
La Consejería de Educación no revela sus previsiones y señala que, “una vez que se conozca la demanda real, se harán los ajustes necesarios”
El Gobierno regional reducirá el próximo curso 5.350 plazas de Infantil a Bachillerato en los centros públicos, según un informe en el que lleva trabajando varios meses Comisiones Obreras (CC OO) y al que ha tenido acceso EL PAÍS. La Consejería de Educación responde que no dispone siquiera de un cálculo aproximado, porque “la oferta se ajusta a la demanda de las familias y la admisión de solicitudes acaba de concluir [el 26 de abril]”. “Hasta que no termine el proceso de matriculación ―que es escalonado y que para los últimos, Secundaria y Bachillerato, acaba el 7 de julio―, no dispondremos de los datos”, asegura una portavoz.
Sin embargo, enviaron las previsiones de plazas, aulas y profesorado a los centros el 31 de marzo, 14 días antes de la apertura del plazo para presentar las solicitudes, según el sindicato y otras fuentes del sector. Así consta por escrito en un PDF colgado en la web de cada colegio e instituto desde el 13 de abril, cuando arrancó el plazo. Ese 31 de marzo los directores supieron con cuántas plazas contarían para el curso siguiente. Y el sindicato, ante la falta de transparencia de la Administración, ha comparado las cifras centro a centro para hacer las sumas y las restas entre las plazas de este curso y el que viene. Y el resultado sale negativo.
La sorpresa se la han llevado los padres de los más pequeños. El grueso de las supresiones se produce en las primeras etapas y, según ha comprobado el sindicato, “3.887 niños y niñas de Infantil y Primaria no podrán optar a una plaza pública y se derivarán a manos privadas”. Además, en los cursos superiores “1.463 alumnos y alumnas no podrán optar por acabar sus estudios en la pública”. El sindicato insiste en que no entiende cómo un Gobierno que ha puesto en marcha un plan de natalidad cae en “semejante contradicción, no se les puede decir a las parejas que tengan hijos si luego no van a poder escolarizarlo en la escuela pública”.
Sin aportar cuáles serán sus previsiones, Educación sostiene que “durante el periodo de escolarización se hace una estimación del número de unidades que serán necesarias en cada centro y, después, una vez que se conoce la demanda real, se hacen los ajustes necesarios. En consecuencia, colegios e institutos pueden experimentar variaciones en el número de grupos, al alza o a la baja en función de las necesidades de escolarización de cada zona”. Ni la consejería ni el Ministerio de Educación cifran el número de alumnos que habrá en Madrid el curso que viene.
En cuanto a las aulas, el sindicato explica que se suprimen 1.142 y se crean 1.454, por lo que “hay un saldo positivo de 312″. El problema, para CC OO, es su distribución. “En Primaria e Infantil se eliminan 881 y se crean 709, lo que significa que hay una pérdida de 172. En cambio, en Secundaria y Bachillerato se reducen 242 y se abren 597, por lo que hay un aumento de 354, en parte para compensar el descenso de la ratio en 1º de la ESO. El curso pasado, por esa misma razón, se incrementaron las aulas en las primeras etapas, pero este año les ha llegado el recorte. El descenso drástico para los cursos de los más pequeños hará, que a la larga, los niveles superiores sufran el mismo descenso”, detalla Aida San Millán, secretaria de Enseñanza Pública del sindicato. Otra consecuencia es que Infantil y Primaria perderán 258 docentes frente a los 708 que ganarán las etapas superiores. En el cómputo total, habrá 596 profesores más.
La capital tendrá 2.889 plazas menos
La región está dividida en cinco Direcciones de las Áreas Territoriales de Educación (DAT), y la de la capital, que es la más grande, es “la peor parada” según el informe, con 2.889 plazas menos. La DAT este es la segunda que más plazas pierde, 1.829, aunque paradójicamente aumentan las aulas en 65,6 y los docentes en 135. La mejor parada es la DAT norte, la más pequeña de todas, donde aumentan en 24,5 las aulas, en 28,5 los docentes y en 475 las plazas, aunque “hay importantes recortes en la sierra, lo que es demoledor para la España vaciada”.
Isabel Galvín, secretaria de Educación del sindicato, considera “muy grave que la Comunidad recorte la oferta antes de saber qué van a elegir las familias”, porque “lo que hace es manipular y recortar la demanda, ya que lo que no hay, no se pide”. “Y lo hace en etapas estratégicas, en Infantil, la gran puerta de entrada, y en la ESO, donde se produce un trasvase de alumnos de la concertada que no encontraron plaza pública previamente”, explica Galvín. En Bachillerato, el recorte “coincide con otra política que pusieron en marcha el año pasado, las llamadas becas para ricos [a las que pueden optar familias que ganan más de 100.000 euros]”. Para la responsable sindical, no hay nada casual o inocente en este hachazo, sino que forma parte de una “estrategia calculada y sistemática” para desviar alumnos de la pública a la concertada, que San Millán llama “el efecto Ayuso”.
“Si reduces plazas y no haces colegios públicos o los haces por fases, es decir, tarde, mal y nunca, el resultado es que cada vez más familias optan por la concertada. La famosa libertad de elección de centro no existe, en muchos casos solo se puede elegir concertada”, denuncian ambas. Según CC OO, este es el cuarto curso que constatan con un estudio la reducción de la oferta pública, aunque sospechan que se venía produciendo años atrás. El sindicato ha denunciado esta “práctica reiterada” en tribunales, donde siguen a la espera de sentencia. Este curso, volverán a presentar otra denuncia.
A la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad) los datos de CC OO no le sorprenden “en absoluto”, ya que coinciden con sus impresiones, explica su presidenta, Rosa Rocha. “Es un plan orquestado para enviar alumnos a la concertada, el sistema está viciado de origen, si no hay plazas no se puede elegir pública. Es mentira que las familias en Madrid elijan centro, no hay libertad de elección, sino estrategias, algunas subrepticias como estas, para ir apretando, para que la pública quede en algo residual, lo que no es justo ni equitativo ni bueno para la educación”, coincide Rocha con Galvín.
“La crítica de la reducción de plazas es habitual, la hacen algunos sindicatos todos los cursos, pero no se sustenta cuando finaliza el proceso y se constatan las cifras oficiales. Como suele suceder todos los cursos escolares, el número de aulas y de plazas aumenta, porque el número de alumnos también lo hace. El saldo en la Comunidad de Madrid es siempre positivo, la eliminación no tiene sentido en un sistema educativo, como el madrileño, que continúa creciendo”, responde un portavoz de Educación.
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