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Vox renuncia a la comisión de estudio sobre las residencias de Madrid ante los reparos de la izquierda y la presión de Ayuso

“Este es el fin de la pantomima”, dice la líder de la oposición sobre la retirada de la propuesta que iba a votarse el jueves en el pleno

Ayuso y Rocio Monasterio
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, posa junto a la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, en la Real Casa de Correos, en noviembre de 2021.Alberto Ortega (Europa Press)
Juan José Mateo

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha avanzado este martes que su partido renuncia a impulsar la comisión de estudio sobre las residencias en la región que anunció hace solo una semana. La propuesta, que para salir adelante necesitaba del apoyo de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, se iba a votar en el pleno de este mismo jueves, y había vuelto a poner en el centro de la agenda política regional las más de 5.000 muertes ocurridas en las residencias madrileñas durante la primera ola de la pandemia. La razón oficial de su retirada, ha dicho Monasterio, es “el bochornoso espectáculo” ofrecido por un PP “falto de humanidad”, y por una izquierda llena de “rencor”. En el trasfondo, sin embargo, hay otras razones: la propuesta no podía salir adelante sin los votos de la izquierda, que la había recibido con muchos reparos, y, además, con las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 ya en el horizonte, Isabel Díaz Ayuso había dado orden de usar este asunto para desgastar a la extrema derecha y atraer a sus votantes con el argumento de que Vox se echaba en brazos de la izquierda. El mejor resumen fue la entrevista del lunes por la noche a la presidenta regional en Trece TV: una crítica tras otra a sus socios por la iniciativa.

“Este es el fin de la pantomima”, ha lamentado Mónica García, líder de la oposición como portavoz de Más Madrid, durante la rueda de prensa que este martes ha seguido a la reunión semanal de la Junta de Portavoces de la Asamblea. “A Vox le han interesado los mayores lo que ha tardado en llegar una llamada del PP”, se ha quejado. “Son el felpudo del PP”, ha subrayado. “Todavía no sabemos a cambio de qué, pero sospechamos que habrá otro recorte en los derechos de los madrileños made in Vox”.

“Es repugnante usar el dolor de las familias como moneda de cambio en sus negociaciones”, ha coincidido Juan Lobato, líder del PSOE madrileño, en referencia al diálogo abierto por PP y Vox para aprobar los Presupuestos de 2023.

“La derechita cobarde es capaz de jugar cruelmente con las expectativas de las familias que han perdido un ser querido”, ha dicho Alejandra Jacinto, portavoz de Podemos, que ha expresado sus dudas sobre que Vox pueda retirar la iniciativa del orden del día a solo dos días del debate en el pleno. “Ha sido una mera instrumentalización del dolor”, ha añadido. “Eso es indecente. Me repugna que se use el parlamentarismo para este trilerismo”.

Desde que anunció su intención de impulsar la comisión, hace una semana, Monasterio se ha visto sometida a varias presiones contrapuestas que le han doblado el brazo. De un lado, la del PP. Del otro, la de la posible ganancia política: renunciar a la comisión a cambio de ganar algo en la negociación de los Presupuestos de 2023. Y, finalmente, la del pragmatismo: ni PSOE ni Más Madrid parecían inclinados a dar su necesario apoyo a la propuesta, ya que la izquierda quiere una comisión de investigación ―destinada a depurar responsabilidades― en lugar de una de estudio ―que se dedicaría a analizar mejoras en el sistema―.

“Desde que Vox introdujo en el orden del día del pleno del jueves el debate y constitución de la comisión, nosotros nos manifestamos claramente en contra”, ha dicho Pedro Muñoz Abrines, el portavoz parlamentario del PP. “Dijimos que teníamos una enorme sensación de sorpresa y tristeza. Vox había incurrido en lo que quería la izquierda radical de esta Cámara, utilizar el dolor de los familiares de los fallecidos para hacer política”, ha recordado. Y ha lamentado: “Se han dado de cuenta de su error, y la han retirado, pero probablemente sea tarde, porque ya ha prendido la mecha”.

Los siete días transcurridos entre el anuncio de la comisión y el de su suspensión han provocado un inmenso desgaste en Vox pero, sobre todo, en el PP. El miércoles, un día después de que se conociera la apuesta de la extrema derecha, el número dos del Gobierno, Enrique Ossorio, tachó de innecesaria esta comisión, con el argumento de que las familias de los ancianos fallecidos en las residencias durante la primera ola de la pandemia “ya lo han superado”.

El jueves, la oposición de izquierdas al completo pidió la dimisión del vicepresidente en un pleno lleno de gritos y protestas. Este lunes, tras registrar Más Madrid, PSOE y Podemos tres votaciones para reprobar a Ossorio, la Mesa de la Asamblea, que controla el PP, vetó las iniciativas para escándalo de la oposición, pues anteriormente había permitido otras similares. Este martes, finalmente, la izquierda ha anunciado que ha pedido un informe jurídico sobre esa decisión, que la Mesa reconsiderará, y que estudia emprender acciones legales.

Mientras los partidos echan un pulso, las familias de los fallecidos siguen esperando respuestas. El Gobierno de Madrid impuso a los hospitales regionales en marzo de 2020 unos protocolos de triaje que negaron el traslado a los hospitales de miles de personas mayores que vivían en residencias, decisión que los condenó a morir sin atención médica, ni cuidados paliativos y solos en sus habitaciones. Esas instrucciones quedaron por escrito, un caso excepcional en comparación con el resto de comunidades autónomas.

Las muertes en estos centros se empezaron a investigar la pasada legislatura, cuando el PP estaba en minoría y dependía de Ciudadanos. Rota la coalición de gobierno, y con Ayuso en un momento dulce tras las elecciones del 4-M, Vox se mostró dispuesto a reanudar los trabajos de investigación en la actual legislatura. Nunca ocurrió. Ayuso intervino en público para acusar a Monasterio de echarse en brazos de la izquierda y esta rectificó, exactamente lo mismo que ha ocurrido ahora con la comisión de estudio.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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