Vargas Llosa: “La libertad es el perfume que se respira en las calles de Madrid y es una obligación mantenerla”

―¿Esa es la Falcó o no?

—Yo creo que no, la Falcó ya ha entrado.

Tres fotógrafos dialogan en el photocall que ha preparado el Teatro Real de Madrid para la entrega del premio Madrileño del año 2022, una condecoración privada creada por una agencia de comunicación asturiana en 2021. La Falcó es Tamara Falcó, que no ha venido. Sí, su madre, Isabel Preysler; y su pareja, el premio Nobel Mario Vargas Llosa, que es quien realmente ha sido el premiado. La segunda planta del Teatro Real ha recibido a la pareja con una pregunta directa de los periodistas del corazón:

―¿Qué tal está Tamara?

La primera en responder ha sido su madre, Preysler, con unos dientes blancos brillantísimos, que parecían azulejos de porcelana:

―Estamos muy tranquilos en casa.

Vargas Llosa también quiso opinar acerca de la ruptura más mediática de la prensa rosa de este 2022:

—Tamara [Falcó] se ha portado muy bien. Lo ha hecho maravillosamente bien.

―¿Creen que van a volver?

No hubo respuesta. Minutos después, el premio Nobel de Literatura ha recogido el premio Madrileño del año 2022 de manos del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Esta iniciativa tiene como objetivo reconocer la labor de aquellas personas que destacan por su papel en el desarrollo económico, social o cultural de Madrid. En la primera edición, el pasado año, el premiado fue el presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón y Bertránd de Lis.

Para el de este 2022, el jurado, formado por el propio Marañón; Xandra Falcó, presidenta del Círculo Fortuny; Ángel Asensio, presidente de la Cámara de Comercio Madrid; Rosa Menéndez, presidenta del CSIC; Ximena Caraza, directora general de la Casa de México en España; Asís Martín de Cabiedes, presidente de Europa Press; Luis Villarejo, director de Deportes de la Agencia Efe; Jesús Martínez de Rioja; Pedro Blasco, Director de la revista Vivir Madrid, entre otros, han destacado su “amor a Madrid” y su “defensa a la unidad de España”.

En el acto, Vargas Llosa, con una voz debilitada, se ha subido al púlpito, donde durante 10 minutos ha hecho un viaje por su Madrid. “Me siento abrumado”, ha dicho. “Y, desde luego, con el recibimiento de madrileño del año; algo que desborda mis más vanidosos secretos”. Tirando de ironía, el escritor y columnista de EL PAÍS ha afirmado que este galardón demuestra que hizo muy bien en pedir la nacionalidad española en 1993, cuando el presidente peruano Alberto Fujimori le privó de la suya en su país.

“Gracias a esa decisión, vivo en Madrid y me siento madrileño”, ha dicho. Vargas Llosa ha querido también agradecer las palabras previas de Almeida, que destacó su vida en Madrid con un viaje por sus textos literarios. “Hace unos años”, ha recordado el escritor, “escuché al ahora alcalde en un congreso donde enumeraba la doctrina liberal. Desde entonces, me siento muy próximo al señor alcalde porque soy liberal”.

Entre el público, ha escuchado atentamente la expresidenta regional Esperanza Aguirre, la exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y algunos de los concejales del Ayuntamiento de Madrid, tanto de la oposición como de la actual corporación municipal. Llamativa ha sido la ausencia de Isabel Díaz Ayuso, la actual presidenta.

“Pertenecer a Madrid y ser un madrileño”, ha proseguido Vargas Llosa, “significa un honor. En Madrid ningún extranjero recibirá alguna vez esa actitud de cierta hostilidad que casi todas las ciudades muestran a los extranjeros”. También ha destacado que Madrid debía estar orgullosa de esta costumbre. “Vivir en Madrid es un verdadero placer. Entre otras cosas, por ese sentimiento de igualdad con el que los madrileños reciben a todos los visitantes que alcanzan una cierta permanencia en esta ciudad tan querida de ellos”.

Ha contado que, durante todos los años que lleva en la capital de España, jamás le han preguntado de dónde venía. Una relación que, tal y como ha relatado, viene especialmente desde 1954, cuando terminó de cursar un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. “Aquel año”, ha recordado, “el rector se dio cuenta de que no había recogido el diploma”. La realidad fue económica. “Yo fui un estudiante que tenía problemas económicos considerables, pero que, en el ambiente de Madrid, parecían ilusorios. Hice muchos amigos de Madrid, Asturias, Cataluña... desde entonces, me he sentido siempre en mi casa”.

Más tarde, ha querido dejar su punto de vista sobre la actualidad en España. “Creo que España vive los problemas de la modernidad. No los vivía antes, pero ahora están ocultos y presentes. En este país, profundamente democrático, se irán encontrando fórmulas que vayan poco a poco acabando y dando una solución a estos problemas. En todo caso, nuestra función, para los latinoamericanos, es ayudar a que España sea grande e importante en el mundo, que sea una presencia que lleve una ayuda a los países que la necesitan y que, junto con nuestros hermanos españoles, demos la batalla por la libertad. He visto cómo la libertad ha ido cuajando poco a poco en España hasta convertirse en una fuente de la que maman todos los españoles sin ninguna excepción”.

Al terminar, ha subrayado, una vez más, su amor por Madrid, donde ha dicho que, gracias a este premio, se comprometerá a hacer de esta ciudad y de España algo “hermoso”, que se reflejará en sus textos futuros. “Pueden estar seguros de que, a partir de esta noche, me sentiré mucho más madrileño de lo que ya soy y de que contribuiré en la medida de mis fuerzas a engrandecer de una manera visible y notoria a esta ciudad. Madrid y libertad son dos términos inseparables por los que todos debemos luchar. Esa libertad de Madrid es nuestra garantía de futuro. La libertad es el perfume que se respira en las calles de Madrid y es una obligación mantenerla”.

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