Vox se abre a facilitar que Ayuso saque adelante los presupuestos de 2023 por la crisis económica
La Comunidad de Madrid arranca los trabajos para diseñar unas cuentas en las que Monasterio reclama ayudas para autónomos, rebajas de impuestos y recortes en gasto político
El PP y Vox coinciden en el análisis de que 2023 será un año de crisis económica, lo que facilita una situación excepcional en política: los dos partidos, que competirán por seducir a los mismos electores en los comicios de mayo, están dispuestos a negociar este otoño unos nuevos presupuestos para el año que viene. “No aprobarlos sería una irresponsabilidad”, asegura una fuente del máximo rango en la formación de extrema derecha. Ese posicionamiento, transmitido este martes por la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha diluido las dudas con las que afrontaban la negociación del proyecto algunos de los hombres de confianza de la líder conservadora.
“Al estar próximo el fin de la legislatura y las elecciones, el escenario cambia”, reconoció una fuente popular antes de que Ayuso se entrevistara el martes con todos los portavoces de la oposición. “Por eso no sabemos si aprobar los Presupuestos será viable”, añadió, recordando que el PP no tiene mayoría absoluta, y que necesita a la extrema derecha para sacar adelante sus planteamientos. “En 2021, cuando se diseñaron los presupuestos vigentes, se hicieron muy flexibles, por si había que prorrogarlos de cara a 2023″, detalló.
Sin embargo, la cita de Ayuso con Monasterio en la Real Casa de Correos, adonde la tarde de este martes también han acudido Mónica García (Más Madrid), Juan Lobato (PSOE) y Carolina Alonso (Unidas Podemos), ha despejado de un plumazo todos esos temores e incertidumbres.
“Queremos buscar recursos para las clases medias y bajas, que son las que van a sufrir más las políticas de este Gobierno [de Pedro Sánchez] que escoge siempre el camino equivocado”, ha explicado Monasterio en una rueda de prensa posterior. “Eso supone una reducción del gasto público ineficaz y de los impuestos”, ha seguido, reclamando una rebaja del IRPF, un plan de choque para ayudar a los autónomos, eliminar 70 millones en publicidad institucional, los 23 millones del proyecto del arco verde, o reducir el gasto en alquileres y consejerías. “Si van en esa línea, Vox aprobará los presupuestos”, ha prometido.
Coincidencia en el diagnóstico
Un compromiso que Enrique Ossorio, número dos del Gobierno regional, ha celebrado casi inmediatamente. “Hemos coincidido en el diagnóstico de muchas cosas”, ha reconocido el vicepresidente regional. “Tenemos preocupación por el precio de la energía, el incremento de las hipotecas, la inflación...”, ha seguido. “[Monasterio] nos ha planteado algo que compartimos: que nos ocupemos de los autónomos. Nos ha recordado su plan de compensación y lo vamos a analizar, porque puede ser necesario”, ha añadido. “Y hemos hablado de la voluntad de negociación de los Presupuestos con el grupo Vox”.
No es una cuestión menor. Desde que llegó al poder por primera vez, en 2019, Ayuso solo ha conseguido aprobar las cuentas públicas en una ocasión: fue en 2021, y gracias a Vox, el único socio posible que tiene en la Asamblea regional. Ese proyecto, que es el vigente, puede quedar desfasado si no es sustituido por uno nuevo: fue diseñado en 2021 y, de prorrogarse, tendría que servir de respuesta para la aguda crisis que vaticinan PP y Vox en 2023.
Con el objetivo de sustituir las cuentas actuales por unas actualizadas, las consejerías ya empezaron a trabajar antes del verano en la preparación de sus propuestas. Esos documentos ya han llegado a la Consejería de Economía y Hacienda, que dirige Javier Fernández-Lasquetty, el encargado de armonizar en un plan coordinado todos los deseos y peticiones de sus compañeros de Gobierno.
Y no solo esos: también tendrá que dejar hueco presupuestario a las demandas que pueda hacer Vox, al que el PP también corteja para aprobar antes de las elecciones los 15 proyectos legales que tiene aún pendientes en la Cámara regional.
Compromisos con Más Madrid
De la cita que posteriormente ha mantenido Ayuso con Mónica García, la líder de Más Madrid, han salido acuerdos más concretos. La líder del Ejecutivo se ha mostrado dispuesta a ampliar el proyecto que ya había anunciado para poner placas solares en las cocheras del metro y reducir así la factura eléctrica del suburbano, que amenaza su estabilidad económica. También, a incrementar las ayudas para renovar electrodomésticos y sustituir los antiguos por otros más eficaces ante un invierno que estará marcado por los precios de la energía.
“Esperemos que estas propuestas salgan adelante por el compromiso con el que hemos cerrado está reunión”, ha dicho García, que también ha dialogado con Ayuso sobre la necesidad de que los debates parlamentarios abandonen el duro tono que los viene caracterizando, para centrarse en la política y las propuestas.
Finalmente, Ossorio, también presente en esa cita con los representantes de Más Madrid, ha avanzado que el Gobierno está abierto a retirar del reglamento que regula las casas de apuestas la posibilidad de pagar con tarjeta, criticada por asociaciones de vecinos y expertos.
“Si puede incidir en la ludopatía, no vamos a ir en esa dirección”, ha advertido el número dos del Ejecutivo regional sobre la propuesta elevada a consulta pública por la Consejería de Presidencia. “El uso de las tarjetas de crédito y débito se ha incrementado , hay un antes y un después de la pandemia, pero en materia de juego analizaremos si incide en las ludopatías, porque si lo hace no iríamos en esa dirección”, ha abundado.
Por su parte, Lobato, del PSOE, ha reclamado que el Gobierno autonómico adopte medidas de ahorro energético (por ejemplo, invirtiendo en los próximos meses lo que tenga pensado invertir en eficiencia energética de edificios públicos en los próximos años); y que resuelva el problema causado por la línea 7B de Metro en San Fernando de Henares, donde cientos de personas han tenido que abandonar sus hogares por los movimientos en el suelo causados por la infraestructura.
“Tiene que haber una respuesta para paliar el sufrimiento de todas estas familias”, ha dicho el líder de los socialistas sobre todos esos vecinos que han visto cómo se derribaban sus viviendas mientras que la línea 7B se cerraba por novena vez en apenas 15 años como consecuencia de los problemas generados por su construcción.
Finalmente, con Podemos ha habido un duro choque que ha retratado la distancia que separa al partido de izquierdas del PP. “Ha sido una reunión fracasada, que busca lavar su imagen [la de Ayuso], pero no escuchar a la oposición ni buscar ningún tipo de acuerdo”, ha dicho la portavoz Carolina Alonso. “No ha sabido o querido decirnos si se van a abrir las urgencias de atención primaria. Es una tomadura de pelo”, ha añadido. “Tampoco se ha comprometido a combatir las listas de espera, ni ha aceptado la gratuidad del transporte público hasta el 31 de diciembre, o ha explicado si va a construir los centros educativos prometidos para este curso”, ha detallado. “No se ha comprometido a absolutamente nada”.
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