De la mentira, del odio y del ruido se sale
Ayuso repite el esquema que le enseñó Aguirre: confrontar con el Gobierno de España y victimizar a Madrid, pero agitar el enfrentamiento y la crispación conduce al odio
Tras su elección como presidenta del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso inauguró su absolutismo en la derecha madrileña con más de lo mismo. Así, en un desayuno informativo estrenó su nuevo cargo desplegando todas sus armas con dos tazas más del tan manido “el PSOE castiga a Madrid”, usado por la derecha desde los tiempos de Esperanza Aguirre.
Las cifras son irrefutables: En los cuatro años de Gobierno socialista, Madrid ha recibido 20.694 millones, un 42,6% más que en los últimos años de Mariano Rajoy. Para afrontar la pandemia, obtuvimos del Gobierno de Pedro Sánchez 3.346 millones, siendo la comunidad autónoma más beneficiada. Dentro de los Fondos Europeos, Madrid ha percibido 2.870 millones. Solo para 2022, Madrid tiene previsto en los Presupuestos Generales del Estado 1.151 millones de euros de inversión directa, un 5,5% más que 2021. En los dos primeros años del Gobierno de Sánchez, el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana invirtió casi 1.400 millones de euros, un 14% más que el anterior Gobierno. Además, a través de Renfe destina más de 67 millones de euros para la mejora de la red de Cercanías y aporta 127 para la financiación del transporte de viajeros, apoyando al Consorcio Regional de la Comunidad de Madrid.
Un último dato: el supuesto déficit de efectivos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El Gobierno de España ha devuelto a Madrid a la situación que dejó en 2011 el Ejecutivo de Zapatero. En la etapa Rajoy se perdieron más de 13.000 efectivos en toda España, en Madrid 1.489. En la actualidad, volvemos a superar los 20.000 policías y guardias civiles. Tenemos más efectivos, con mejores medios y con mejores sueldos, garantizando la seguridad de todos y todas. El Gobierno de Pedro Sánchez sabía que las condiciones en que se encontraba Madrid tras la gestión de Rajoy exigían un compromiso fuerte. Lo asumió y lo ha cumplido.
En Madrid, la estrategia es clara. Ayuso repite el esquema que le enseñó Aguirre: confrontar con el Gobierno de España y victimizar a Madrid. Pero agitar el enfrentamiento y la crispación conduce al odio y el odio genera más odio. Las noticias falsas, los datos falsos y los discursos incendiarios nos conducen a un camino peligroso.
Intentar tapar con ruido la buena gestión del Gobierno de Sánchez para que la gente no escuche es un camino. Cogieron la cacerola en la pandemia y, desde entonces, no la han soltado. Pero mientras el ruido es atronador, el Foro de Davos, la Comisión Europea y los países de nuestro entorno ven a un Gobierno que dirige un país con éxito. Reconocen y felicitan a España.
El ruido en Madrid tiene varios compases: tapar la buena gestión del oponente, esconder el vacío de la propia y satisfacer una ambición personal. Y eso no debería tolerarse. De la mentira, del odio y del ruido se sale con algo tan poderoso como la verdad.
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