Ayuso esgrime un bulo sobre un homenaje policial para desafiar de nuevo al Gobierno
La presidenta madrileña se ofrece a organizar un acto con agentes de la lucha contra ETA tras acusar al Ministerio del Interior de un boicot inexistente
La Comunidad de Madrid ha oficializado este jueves el ofrecimiento de organizar “el homenaje conjunto a policías y guardias civiles que participaron en el fin de la banda terrorista ETA”. Esa invitación la había anunciado el día anterior la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en respuesta a la polémica surgida después de que el diario El Mundo asegurase que el Ministerio del Interior había vetado la celebración de un acto de estas características el pasado abril. El anuncio se conoce el mismo día en el que el promotor de la iniciativa, el Sindicato Profesional de Policía (SPP, mayoritario en la escala de mando de la Policía Nacional) ha desmentido, a través de Twitter, que la suspensión de dicho acto haya sido provocada por el departamento de Fernando Grande-Marlaska. Pese a ello, fuentes de la Consejería de Justicia e Interior de Madrid han señalado que mantienen su propuesta, “mientras Interior no desmienta las informaciones”, y que, de hecho, ya han contactado con los sindicatos y asociaciones policiales para reunirse la semana que viene y hablar de la organización.
El presidente del SPP, Adolfo Medina, ha asegurado a EL PAÍS que el motivo para desistir de la celebración del homenaje no fue ningún “boicot” ministerial, como se señala en el comunicado hecho público por el Gobierno de Díaz Ayuso, sino la falta de algunos requisitos formales necesarios para que la Familia Real participara en el mismo, además de la imposibilidad de asistir al mismo del rey Felipe VI por problemas de agenda. En Twitter el SPP apuntaba este jueves que “algunas informaciones publicadas a este respecto no se ajustan del todo a la realidad”, en referencia a las noticias de los últimos tres días esgrimidas ahora por el ejecutivo madrileño para hacer su propuesta. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, fue el miércoles más cauto al ser preguntado por este homenaje en el Senado: criticó a Interior, pero añadiendo un “si se confirma [que el veto existió]”.
La polémica se inició el pasado lunes, cuando El Mundo publicó que Interior había frenado el que iba a ser el primer acto de homenaje conjunto de la Policía Nacional y la Guardia Civil por su contribución al fin de ETA. La información aseguraba que la Casa del Rey había mostrado su intención de participar, pero que Grande-Marlaska no había dado el visto bueno al acto. Sin embargo, las declaraciones a EL PAÍS del dirigente del sindicato que promovió la iniciativa, los datos facilitados por otras organizaciones que apoyaban el acto y la documentación desmienten esta versión.
Medina asegura que la idea de “un homenaje de la sociedad civil a las víctimas de las Fuerzas de Seguridad del terrorismo etarra” surgió en julio del año pasado y que, a partir de ese momento, su sindicato comenzó las gestiones para organizarlo. En primer paso, añade, fue buscar un lugar donde celebrarlo. Para ello, el sindicato contactó con los responsables del Wizink Center, un amplio recinto en el centro de Madrid donde se celebran acontecimientos deportivos y conciertos multitudinarios. El presidente del SPP asegura que había “hueco” para utilizar este espacio el 25 de abril. El siguiente paso que dio el sindicato, ya a finales de año, fue enviar una carta al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, para proponer la participación de Felipe VI. “Sería un honor que dicho evento lo presidiera Su Majestad el Rey, quien siempre se ha caracterizado por su apoyo al desempeño de la función de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en aras de garantizar la convivencia en paz de todos los españoles”, recogía la misiva.
En su respuesta, la institución pidió a los organizadores que, para estudiar la propuesta, primero recabaran el apoyo del resto de sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil, algo que el SPP hizo mediante el envío de cartas fechadas el 9 de marzo. En las misivas, el sindicato de mandos señalaba que, en las “gestiones ya realizadas, tanto el Ministerio del Interior como la Dirección General de la Policía, en conversaciones con los máximos responsables, nos han mostrado su predisposición a colaborar en dicho acto”. Fuentes de Interior matizan que nunca hubo una petición formal por parte del sindicato, extremo que confirma el presidente del SPP. Medina admite que, entonces, lo único que se había producido era un comentario durante un acto entre el anterior máximo responsable de su sindicato y el director general de la Policía, Francisco Pardo, pero no una solicitud por escrito.
Tras recibir el apoyo del resto de las organizaciones, el SPP recibió una nueva comunicación por escrito de la Casa del Rey. En ella, se descartaba la presencia de Felipe VI en el acto por un problema de agenda. “También nos comentaron, de manera verbal, que en la petición faltaba la preceptiva comunicación oficial por escrito al Ministerio del Interior, que desconocíamos que fuera necesaria”, detalla el dirigente sindical. Era ya la primera semana de abril, y el SPP decidió, por tanto, no seguir adelante. “No nos daba tiempo y desistimos”, señala Medina, quien recalca que en ningún momento hubo veto por parte de Interior al acto. Otras organizaciones que apoyaban el homenaje también coinciden en señalar que nunca tuvieron constancia de ningún boicot ministerial.
La lista de invitados
El Sindicato Profesional de Policía (SPP) aspiraba a que el acto de homenaje a las fuerzas de seguridad que lucharon contra ETA contara, además de con el Rey, con la participación de numerosas personalidades de la política y otros ámbitos de la sociedad. Según la relación que envió al resto de organizaciones policiales para pedir su apoyo, el sindicato quería invitar "a altas instituciones públicas, así como a representantes de la sociedad civil". La relación incluía al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus antecesores, así como al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a quienes le precedieron en el cargo. También se iba a invitar a la titular de Defensa, Margarita Robles; a los actuales máximos responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil, Francisco Pardo y María Gámez, y a los responsables actuales y anteriores de la lucha antiterrorista en ambos cuerpos policiales.
Además, se quería contar con representantes de la CEOE y la patronal vasca, Confebask; de la Universidad del País Vasco, de la Conferencia Episcopal y de las diferentes asociaciones de víctimas del terrorismo. Y se iba a invitar a los miembros del Consejo de Estado, a altos cargos de Interior y a representantes de los partidos políticos, así como a los llamados padres de la Constitución que aún viven. El embajador de Francia, Jean Michel Casa; miembros de la judicatura y la fiscalía, representantes de la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra, la Policía Foral de Navarra y las policiales locales también figuraban en la lista. Esta se completaba con representantes de varias fundaciones de la Policía y la Guardia Civil, así como asociaciones de jubilados de ambos cuerpos y de asociaciones de prensa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.