Tomás Díaz Ayuso: un negocio que viene de familia
Los padres y el hermano mayor de la presidenta Isabel Díaz Ayuso han desarrollado su actividad económica alrededor de la sanidad pública
La sanidad es la partida presupuestaria número uno para cualquier presidente autonómico. Lo que hace peculiar el caso de Isabel Díaz Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid es que sus padres, Leonardo y Mabel, y su hermano mayor, Tomás, han vivido desde hace décadas de la hucha sanitaria pública —que en 2022 cuenta con 8.783 millones de euros (el 38% del presupuesto madrileño)— como empresarios dedicados a la comercialización de artículos médicos. Este potencial conflicto de interés era un riesgo para la presidenta madrileña, que ha acabado provocando una crisis originada por el enriquecimiento de su hermano Tomás con un contrato financiado por los madrileños.
Los hermanos Tomás e Isabel tomaron en un principio rumbos profesionales muy distintos. Mientras que la hermana menor estudió periodismo y entró en política, el primogénito de los Díaz Ayuso se graduó en 1995 de la Cámara de Comercio de Madrid con una diplomatura en gestión comercial y marketing e inició una carrera en el mundo de las ventas sanitarias, que era el negocio de la familia. Sus padres se dedicaban a la importación de aparatos de electromedicina, una de las áreas de los hospitales donde más dinero hay en juego. El comercial de empresas sanitarias es una presencia común en los centros sanitarios españoles, públicos y privados. Como los agentes de telefonía, luz o inmobiliarias, su éxito depende de la persuasión, el encanto y los contactos. Tomás Díaz Ayuso tenía un porfolio de productos de las empresas a las que representaba y una agenda de contactos en los hospitales de Madrid, jefes de área, responsables de ventas y directores gerentes.
Un exdirector gerente de un hospital público madrileño recuerda haber tratado con él hace unos cinco años. “Me acuerdo de él porque nos llamó mucho la atención que en su catálogo tenía unas papeleras que se activaban automáticamente al pasar la mano por encima y esto nos gustó porque las que teníamos se abrían con el pie y se rompían mucho”, dice esta fuente sanitaria, que pide anonimato porque considera que hablar del personaje es delicado.
Los negocios de la familia con hospitales están en el origen del caso Avalmadrid, el primer dolor de cabeza de la presidenta Ayuso. La empresa de los padres con otros socios, MC Infortécnica SL, intentó conseguir un contrato con el Servicio de Salud Vasco para suministrarles 120 máquinas para quirófano que la empresa iba a comprar en Estados Unidos. Por aquel tiempo los hospitales estaban retirando las placas de rayos X y las estaban sustituyendo por ordenadores para observar las pruebas en pantallas de alta definición. Para hacer la compra en EE UU, contactaron a la entidad financiera semipública Avalmadrid para conseguir un crédito de 400.000 euros. No pudieron devolverlo y las donaciones posteriores de sus propiedades a los hermanos Tomás e Isabel acabarían siendo investigadas años más tarde como un posible caso de alzamiento de bienes.
Fruto de esos apuros familiares es la donación a los hijos en 2012 de la empresa Sismédica SL, en la que la presidenta es accionista al 50% con su hermano. Después de que InfoLibre desvelara el año pasado que Ayuso ocultaba esta sociedad en su declaración de bienes, la presidenta se vio obligada a incluirla. La empresa ingresó 18.000 euros por ventas en 2013, el último año en el que depositó sus cuentas en el Registro Mercantil.
Cercanía con los políticos
Su hermano Tomás no solo se ha dedicado a la venta de productos sanitarios. En 2016 pasó a combinar esa labor con la de gerente en el grupo Europichen del empresario chino, Chen Shengli. Chen tiene una fábrica de productos de iluminación en Seseña (Toledo) y su negocio ha crecido muy rápidamente, en parte gracias a que se convirtió en suministrador de bombillas LED de las administraciones públicas. Según dos personas que conocen los negocios de Chen, el empresario chino ha buscado siempre la cercanía con los políticos. Hoy, Chen rehúye las llamadas de los periodistas, pero hubo un período previo a la pandemia en que solía aparecer en medios de comunicación, gracias a que en 2018 fue elegido presidente de una patronal de empresarios chinos. En 2019, el grupo Europichen facturó casi 10 millones de euros y había crecido sostenidamente un 25% anual durante una década, según la empresa.
Las empresas de Chen han sido beneficiarias de varios contratos públicos entre 2017 y 2020 y casi todos esos negocios tienen una conexión sanitaria. Artesolar Iluminación SL vendió luces a hospitales públicos madrileños y a la empresa autonómica de aguas por 114.000 euros en 19 contratos. Arteconfort Hotel SL suministró mascarillas por 500.000 euros al Hospital de La Paz durante la primera ola de la pandemia. Chen también participó en la operación de Ayuso para traer 24 aviones de material sanitario desde China en la primavera de 2020, según reconoció él mismo a este periódico y confirman otras fuentes consultadas conocedoras de su papel. Sin embargo, tras aparecer su nombre en prensa negó su participación. Tampoco hay rastro suyo en la documentación colgada en el portal de transparencia autonómico.
Esos contratos eran conocidos desde hace tiempo, al igual que la venta de mascarillas del amigo de Tomás, Daniel Alcázar. Pero las nubes negras solo se han posado sobre la presidenta esta semana cuando se ha sabido que su hermano se está lucrando directamente. Ahora los negocios médicos de su familia están bajo lupa: el diario Público ha revelado este sábado que una empresa del socio de la madre se ha beneficiado de un contrato de 925.000 euros para suministrar 25 respiradores al Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
Tomás Díaz Ayuso no ha hecho declaraciones y pocos han visto más que las fotos de él en las que aparece con la presidenta en Instagram, subidas allá por 2013, cuando ella era una diputada autonómica desconocida. La presidenta cree que su hermano tiene derecho a continuar con su trabajo de toda la vida: “Siempre me he negado a dar explicaciones sobre la actividad laboral de mi hermano, porque nunca he interferido en ella”, dijo en su comunicado el viernes, como si nada hubiera cambiado el 14 de agosto de 2019, cuando ella asumió el poder madrileño y los intereses de ambos entraron en colisión.
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