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El Jardín Botánico, la primera zona verde madrileña en recuperarse tras el golpe de ‘Filomena’

A diferencia de otras partes de la ciudad, este centro sufrió relativamente poco la nevada y acaba de reabrir al público

Mariano Sánchez García es conservador y jefe de la Unidad de Jardinería y Arbolado del Real Jardín Botánico.
Mariano Sánchez García es conservador y jefe de la Unidad de Jardinería y Arbolado del Real Jardín Botánico.Kike Para
Nicholas Dale Leal

El Retiro tardará meses en abrir mientras calculan el daño total por Filomena y la Casa de Campo está devastada. Los responsables del Jardín Botánico, en cambio, estiman que solo han perdido un 2% de los árboles, aunque hay muchas más plantas afectadas parcialmente. Con todo, a pesar de que el que es uno de los oasis madrileños no ha vuelto la normalidad por completo, aparenta haberlo hecho en su reapertura al público menos de tres semanas después del temporal. Por sus caminos pasean algunos visitantes con una cámara colgada del cuello, apuntando de vez en cuando a un montículo de ramas caídas y, otras veces, a los árboles imponentes supervivientes de la nevada. También se ven jardineros con tijeras de poda en diferentes puntos recortando arbustos afectados por la nieve o transportando restos de ramas en pequeños carros; pero la gran mayoría de los bulevares están despejados y la cafetería atiende clientes como siempre. La entrada ahora vale cuatro euros, rebajada al solo estar habilitados el 80% de sus jardines. El Botánico está aturdido, pero ya se ha sacudido los golpes de la nevada.

Uno de los primeros en venir a ver con sus propios ojos la resiliencia de los especímenes del centro fue el aficionado pajarero Ángel Luis Neira, binoculares en mano. “Aquí llegué apenas supe que había posibilidad de volver, no hay que romper la costumbre. Hay menos pájaros, no sé si porque hay gente trabajando con motosierras o porque están desubicados por la debacle en general. Es una pena. Se ve que aquí han hecho mucho trabajo, y que queda mucho por hacer, pero seguro se recuperará pronto”, comenta este madrileño que es un visitante regular.

La evaluación total de los estragos de Filomena solo se podrá hacer en primavera, cuando los distintos tipos de plantas del Botánico florezcan o no.

En los primeros días de reapertura han alcanzado niveles casi habituales de visitantes para esta época del año, asegura en taquilla Esther Aguado; aunque ha notado que ha habido un perfil mayoritario. “Ha venido mucha gente preocupada por ver cómo estaba el jardín. Hay gente que suele venir todos los días, profesionales de botánica y en general es un sitio muy querido en Madrid; ellos son los que se han acercado realmente preocupados”. Las cifras de árboles afectados en la ciudad fueron las que causaron alarma. Filomena ha dañado un tercio del arbolado gestionado por Madrid capital. Esto, en números, se traduce en por lo menos 600.000 de los casi 1,8 millones de ejemplares afectados tras el temporal del siglo, según datos del Ayuntamiento.

Pero en el Jardín Botánico, centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esta trágica situación no es ni cercana. En gran parte gracias al trabajo y dedicación de Mariano Sánchez, Jefe de Jardinería y Arbolado, y todo su equipo. Mientras apunta a un cedro de 130 años que perdió una rama de 100 kilos bajo el peso de la nieve, Sánchez explica los diferentes tipos de daños que ha habido en el jardín. “Por las variedades que tenemos solamente hemos perdido unos 10 árboles, en el resto de la ciudad los pinos han sufrido mucho y nosotros apenas tenemos algunos. Lo que ha hecho más daño han sido las heladas. Tenemos palmeras o eucaliptos, que son especies tropicales o subtropicales, que están al límite o ya caput”. La evaluación total de los estragos de Filomena solo se podrá hacer en primavera, cuando estos tipos de plantas florezcan o no.

Vegetación dañada en el Real Jardín Botánico de Madrid tras la tormenta de nieve 'Filomena'.
Vegetación dañada en el Real Jardín Botánico de Madrid tras la tormenta de nieve 'Filomena'.Kike Para

En las dos semanas que llevan trabajando para poder reabrir, Sánchez y sus seis jardineros se han dedicado a poco más que despejar y habilitar espacios. Para facilitar la misión se ha dividido el jardín en dos. La “zona cero”, en el costado de la Cuesta de Moyano y que cubre el 20% del terreno, es donde están los daños más graves; allí apenas se han hecho algunas labores hasta el momento. El trabajo se ha concentrado en el 80% restante, donde han recogido ramas y han podado árboles y arbustos para hacer del jardín transitable y seguro. Sánchez calcula que en unas dos semanas más la “zona cero” también estará habilitada. Toda la madera y material orgánico recogido será triturado para convertirse en abono que alimentará a todas las plantas que han quedado; lo mismo que sucederá en la Casa de Campo.

Siguiendo la misma línea, el experimentado jardinero ve en la desgracia una oportunidad para muchas de las plantas que él se dedica a cuidar. “Las ramas grandes que han caído han machacado lo que estaba debajo. Pero eso no es necesariamente malo. Los madroños o los laureles son retoñantes, entonces en dos años volverán a estar como antes, incluso mejor porque les va a llegar más el sol porque no tienen una rama enorme encima tapándoles la luz”. Lo mismo sucederá con las flores en primavera. Los tulipanes, por ejemplo, deberán florecer muy bien porque las condiciones son óptimas para ellas: frío ahora y bastante sol cuando empiecen a salir.

Pero algunos no han esperado a primavera. Gonzalo Álvarez es un fotógrafo aficionado a las flores y en la mañana del viernes ya estaba paseando por los jardines. “Yo vengo hasta seis veces al año normalmente. Hoy he venido por las camelias y para ver cómo está en la reapertura después de la nevada. Lo veo bastante bien, mejor de lo que me esperaba después de oír las noticias de otros parques de la ciudad. Obviamente siento algo de pena por ver árboles caídos y arbustos u otras plantas afectadas por las heladas también, pero es la naturaleza, es lo que toca”.

Y entre los visitantes expertos, preocupados o curiosos, vuelven también los que se topan con el lugar y deciden entrar, sin darle más vueltas al asunto. Sentada en la terraza de la cafetería está Concha Arteaga, guipuzcoana que admite que el Botánico es su sitio preferido de Madrid. “¡Qué suerte hemos tenido!”, exclama cuando se entera de que había estado cerrado desde el 8 de enero. A pesar de la evidencia, escasa, de los estragos causados por la nieve, para ella, el Jardín sigue siendo “un diez”

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Sobre la firma

Nicholas Dale Leal
Periodista colombo-británico en EL PAÍS América desde 2022. Máster de periodismo por la Escuela UAM-EL PAÍS, donde cubrió la información de Madrid y Deportes. Tras pasar por la Redacción de Colombia y formar parte del equipo que produce la versión en inglés, es editor y redactor fundador de EL PAÍS US, la edición del diario para Estados Unidos.

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