El Parque del Retiro permanecerá cerrado durante “bastantes semanas”

Una semana después de la llegada del temporal Filomena, Madrid sigue luchando por reabrir calles, retirar toneladas de basuras, restablecer el transporte público o analizar la situación del arbolado. La capital vive sumida en una carrera contrarreloj desde el pasado fin de semana, cuando la ciudad quedó sepultada por gran capa de nieve convertida con el paso de los días en hielo. Se trata de una “catástrofe” no se le puede calificar simplemente de “nevada”, argumenta el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en tono serio en medio de las acusaciones de falta de previsión. “No me estoy exculpando”, añade. Su equipo espera que la semana que viene, aunque no cierra plazos, la vida pueda empezar a normalizarse. Mientras, el Consistorio espera una respuesta tras haber cursado la solicitud de zona catastrófica al Gobierno tras haber evaluado los daños en 1.398 millones de euros. Estos días hay casi 9.000 operarios desplegados en las calles.

Hay puntos emblemáticos de la ciudad que tardarán mucho más tiempo en recuperar la normalidad. Uno de ellos es el símbolo de los parques, El Retiro, que tardará “bastantes semanas” en reabrir, según el responsable de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante. Madrid cuenta con 1,7 millones de árboles y 649.000 han sufrido daños. Primero se van a revisar los de las vías, los que más ponen en peligro a peatones y vehículos. A continuación se revisarán los parques y zonas verdes que no pueden cerrarse, como la Dehesa de la Villa o la Casa de Campo. Y, por último, los que están vallados, como el de El Retiro, donde los técnicos estiman que un 70% de los árboles han sido afectados por Filomena. Se ha firmado un contrato de emergencia por 25 millones de euros para que en los próximos 50 días un total de 1.100 operarios inspeccionar y sanear la arboleda de la capital.

El pico de acumulación de basura en la calle fue el miércoles, con unas 9.000 toneladas. Quedan sin embargo por recoger todavía 7.700, según datos de Carabante. Ya están funcionando el 100% de los camiones, pero no pueden acceder a muchas de las calles pese a que se está recogiendo una media diaria a las 850 toneladas que se producen. Pese a que los empleados acceden en algunos casos a esas vías y acercan a mano los contenedores, cientos de calles siguen con montañas de basura sin retirar.

La limpieza de las calles es otra de las grandes preocupaciones. Hasta este viernes se han abierto totalmente al tráfico 2.443 y otras 2.830 parcialmente de las 9.300 que hay en la capital. Los kilómetros de acera limpios son 1.120. En estos datos no están contabilizado el trabajo que han llevado a cabo muchos vecinos de Madrid y empresas privadas, señala el delegado de Medio Ambiente y Movilidad. Queda por delante para los próximos días el reto de retirar la nieve que las máquinas van amontonando en las calles tras retirarla de la calzada y aceras. Para ello el domingo o el lunes entrarán en acción 200 baldeadoras que arrojarán agua sobre esa nieve.

La semana que viene el horizonte que se plantea el gobierno que lidera Almeida para que la inmensa mayoría de las calles estén sin nieve ni hielo. Quedarán con placas algunas calles, urbanizaciones o zonas de chalets, señala Carabante, que reconoce que las zonas con viviendas unifamiliares es donde más tardarán. Se ha referido a dos zonas que han presentado problemas especiales porque no podían llegar las quitanieves que son Tres olivos y Begoña, ambos en el distrito de Fuencarral-El Pardo.

Un total de 8.925 personas forman parte de los equipos de limpieza estos días. De ellos, 6.225 forman parte de la plantilla habitual de empleados municipales. Primero se incorporaron 1.320 más para dejar libres las aceras y después 1.100 más para el arbolado. Los últimos en incorporarse hoy son 300 trabajadores para limpiar de nieve las marquesinas de los autobuses.

Desde esta noche volverán a funcionar las 28 líneas de autobús nocturnas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Mañana sábado está previsto que deje de funcionar el Metro las 24 horas del día y recuperará su horario habitual. Este viernes hay ya circulando 593 autobuses urbanos en Madrid y la estimación es que el martes de la semana que viene pueda retomarse el ritmo normal con 1.700 durante la hora punta.

Almeida trata de defenderse de las acusaciones de falta de previsión. “Cualquier alcalde que tenga dudas sobre por qué Madrid pide la declaración de zona catastrófica, que me llame y me dé la oportunidad de explicarle”, declaró el viernes desde el parque de El Retiro. “¿Dirían los alcaldes socialistas que también ha fallado la previsión en Barajas?”, añadió en referencia al aeropuerto, que depende de Ábalos, cuyo ministerio, insiste, ha colaborado con el Consistorio y también es víctima de un temporal no previsto. Esos ediles, se defiende el alcalde de la capital, critican “sin saber lo que ha pasado”.