Teatro para ahuyentar la oscuridad

“En una de sus cartas, la poeta Emily Dickinson escribió: ‘Estoy afuera, con linternas, buscándome a mí misma’. “, así empieza el dramaturgo Alberto Conejero el texto de presentación de la 38ª edición del Festival de Otoño, que tendrá lugar en Madrid entre los días 12 y 29 de noviembre. Conejero, director artístico del festival, ha sido el responsable de diseñar un programa que se ha presentado hoy y que incluye espectáculos de teatro, danza, cine, poesía y performance que se repartirán en 22 espacios de la Comunidad de Madrid. El director ha señalado que la programación hace que el festival sea “heterogéneo, diverso y plural” en el que coinciden diferentes “poéticas”. Conejero ha subrayado que la cultura puede servir como un "faro” en el momento de crisis que vivimos para ayudar a “definir” y “proteger lo que somos”. Los espectáculos se repartirán en 22 espacios asociados por toda la Comunidad de Madrid.

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Este año, el Festival ha optado por fomentar la participación de agrupaciones y piezas de producción local. Conejero ha afirmado que les parecía “sustancial estar al lado de la gente que sigue queriendo hacer teatro en estos tiempos” y eso pasaba por apoyar e “incluir en la producción” a los artistas de proximidad. Alguno de estos espectáculos son Hoy puede ser mi gran noche, de Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez; La lámpara maravillosa, de Íñigo Rodríguez-Claro; o Una costilla sobre la mesa: madre, de la polémica y conocida Angélica Liddell.

Aún así, el festival no ha renunciado al ámbito internacional, una de las “señas de identidad” del evento, según Conejero. Esta edición contará con artistas y obras invitadas de nueve nacionalidades diferentes: España, México, Bélgica, Argentina, Grecia, Reino Unido, Uruguay, Francia y Polonia. De hecho, la obra con la que el festival dará su pistoletazo de salida será La melancolía del turista, una coproducción hispanomexicana que reflexiona, a través del teatro de objetos, sobre los instantes que se fijan en la mente y se transforman en ideas del paraíso. Otras representaciones que vienen del extranjero son, por ejemplo, el espectáculo de danza Ion, de Grecia; Tous des oiseaux, de Francia; o Escorpión y Félix desde Argentina.

Esta edición ha nacido con una importante misión de “urgencia" y “cuidado”, cuenta Conejero. “La cultura debería ser un sector esencial como la educación y la sanidad”, argumenta. Y añade: “Estamos en un momento muy crítico en el que mucha gente lleva meses sin trabajar, y una de las motivaciones para realizar este festival es el mantenimiento de toda esa gente y el acceso de la ciudadanía a la cultura". “Necesitamos seguir, hay que poder seguir, tiene que haber una edición 38 para que haya una 39”.

El festival tiene actividades programadas en el Museo del Prado y en el Reina Sofía, además de un ciclo de cine en colaboración con la Filmoteca Española

El programador del festival ha insistido en que la cita se hará. Para ello, y aunque el teatro es una experiencia que implica “tiempo y espacio compartido” y “presencia”, en caso de que no pueda ser así, hay un plan alternativo que contempla el streaming como solución. Asimismo, el Festival de Otoño cuenta con una serie de iniciativas transmedia que, de por sí, funcionan a distancia, con obras en las que el espectador participará a través de las redes sociales y otras plataformas web. Una experiencia “multicanal” a través de las redes sociales o la radio, que transforman la experiencia en un “viaje” que se va “siguiendo como un videojuego”, que salta de una plataforma a otra. Las piezas en esta modalidad dramatúrgica son: El libro de Toji, de Antonio Rojano; Post_Panoptikon, de Belén Santa-Olalla; y Yo nunca. Inventario de primeras veces, de Rocío Bello y Javier Hernández Herráez.

Al mismo tiempo, además de en las salas de teatro, el festival ha programado actividades en el Museo del Prado y en el Reina Sofía, además de un ciclo de cine en colaboración con la Filmoteca Española, cuya temática se acercará a la obra de creadores cinematográficos como Andrei Tarkovsky. Conejero cree que España se encuentra en medio de una “crisis de ciudadanía” que podría ser combatida por medio de la cultura. “Hay gente que siente que los políticos no han hecho su parte”, ha comentado Conejero para explicar que esa deriva puede dar pie a discursos “populistas”.

Aparte de ser un dramaturgo con piezas tan exitosas como La piedra oscura y de haber recibido muchos premios de dramaturgia, incluido el premio Max a la mejor creación original por la obra antes citada, Conejero también es doctor en Ciencias de las religiones por la Universidad Complutense de Madrid. “Siempre me ha interesado el tema de lo trascendente”, cuenta mientras considera que ahora el mundo esta viviendo un momento crucial.

Al final del texto de presentación del programa, Conejero lanza al aire una pregunta recurrente.

—¿Y ahora qué queda?

—Quizás el teatro pueda encontrar esa respuesta.

Información práctica:

Las salas y centros que participan son: Teatros del Canal, Teatro de La Abadía, las Naves del Español en Matadero, Sala Cuata Pared, Teatro Pradillo, Conde Duque, Sala Mirador, Nave 73, La Casa Encendida, Replika Teatro, Museo Reina Sofía, Museo del Prado, DT Espacio Escénico, Espacio Guindalera (Estudio Juan Codina), Cine Doré-Filmoteca Española, Corral de Comedias de Alcalá de Henares, Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, Teatro del Bosque (Móstoles), Teatro Federico García Lorca (Getafe), Teatro Josep Carreras (Fuenlabrada), Teatro Municipal (Coslada) y el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte (La Cabrera).

Precios: Varían según el espectáculo y su localización.

Medidas de contención frente a la covid: En todas las representaciones el aforo estará limitado, garantizándose las distancias de seguridad y los medios necesarios para la desinfección y cumplimiento de todas las medidas de prevención sanitarias.