Un pacto independentista da a la CUP la alcaldía de Girona y desbanca al PSC

A última hora y con un montón de recelos, Junts per Catalunya ha decidido apoyar a la CUP para que Lluc Salellas gobierne en Girona. Gemma Geis, exconsejera de la Generalitat, será vicealcaldesa. El acuerdo entre CUP y Junts de este viernes completa la alianza que la candidatura anticapitalista ya avanzó con Esquerra Republicana (ERC) y, de esta manera, el tripartito independentista logra desplazar de la alcaldía a Sílvia Paneque, del PSC, que fue la vencedora el 28 de mayo. Es la primera vez que en Girona no gobierna la lista más votada. La ciudad, donde fue alcalde el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, se convierte en la primera capital provincial con gobierno de la CUP, que se presentaba bajo la marca Guanyem. Hasta ahora, su principal fortín era Berga, municipio de 17.000 habitantes.

Los contactos entre partidos se han alargado durante días y solo antes del pitido final llegó el apretón de manos. Este sábado, Lluc Salellas (38 años, periodista y politólogo) será investido alcalde, tras lograr los mejores resultados del partido en la ciudad. Quedó como segunda fuerza más votada, pero empató con el PSC a ocho concejales. El pacto con Junts y ERC, que suman seis y tres representantes, respectivamente, aúpa a Salellas a la Alcaldía y conforma un equipo de gobierno estable, con 17 ediles, tres por encima de la mayoría. El acuerdo triangular era la única posibilidad para apartar de la Alcaldía a la socialista Sílvia Paneque, que fue la candidata más votada. “No es razonable hacer experimentos en Girona”, advirtió Paneque, pocas horas antes de que se oficializara el trato de los independentistas. “El gobierno tiene toda la legitimidad, porque suma 17 de los 27 concejales; si no creyera que la ciudad lo puede entender, hoy no estaríamos aquí”, ha manifestado este viernes Salellas, durante la primera comparecencia pública con sus nuevos socios.

Geis se presentó a las elecciones en Girona tras la salida de Junts del Govern de la Generalitat. Tenía la misión de tomar el relevo de Marta Madrenas en la Alcaldía y amarrar el gobierno de Junts. Pero perdió casi la mitad del botín electoral logrado por Junts en 2019, pasando de 13.400 votos a 6.900.

La concreción del pacto ha sido una tarea larga y farragosa, manifiestan fuentes cercanas a los equipos negociadores. Los desencuentros entre la candidata de Junts, la exconsejera Gemma Geis, y el alcaldable de la CUP han mantenido las posiciones muy alejadas hasta justo la víspera del pleno de investidura. Guanyem tenía la posibilidad de pactar con el PSC y unir en un gobierno robusto a las dos listas más votadas, con 16 ediles, ampliable a 19 si se lograba la incorporación de ERC. No hubo entendimiento y los cupaires se concentraron en armar un frente independentista que posibilitara la mayoría necesaria para agarrar la vara de alcalde.

La CUP-Guanyem y Junts mantienen modelos opuestos de gestión municipal, y ambas formaciones han acusado severas discrepancias internas al abordar la posibilidad de un pacto común. “Cuánta gente le votó pensando que nunca gobernaría con Junts?”, le lanzó Paneque a Salellas, este miércoles. Junts manifiesta que ha actuado con plena autonomía local, sin injerencias externas. Tras el escrutinio, Carles Puigdemont reaccionó mostrándose “esperanzado” de que Girona “pueda tener alcaldía y gobierno independentista”.

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