Gobierno y Generalitat chocan por la propuesta de Aragonès para cambiar el funcionamiento de las pistas de El Prat en verano
El ‘president’ propone modificar el funcionamiento en julio y agosto para poder asumir más vuelos de largo recorrido
El Gobierno central y el de la Generalitat siguen sin ponerse de acuerdo sobre cómo ampliar el tráfico en el aeropuerto de El Prat. A las puertas de un verano que promete volver a acercarse a los niveles previos de pandemia en términos de reservas y ocupación turística, el presidente del Govern, Pere Aragonès, ha desgranado este jueves una propuesta para poder asumir vuelos de largo recorrido, que implica modificar el funcionamiento de las pistas durante dos meses del verano, desde las diez de la mañana a las dos del mediodía, y así incrementar el número de operaciones. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha rechazado esa posibilidad, asegurando que es de “corto alcance” y que molestaría a los vecinos de los municipios situados al sur del aeropuerto, básicamente los residentes de las zonas más litorales de Gavà y Castelldefels.
La propuesta del Ejecutivo catalán, adelantada por La Vanguardia, permitiría pasar de los 78 vuelos por hora actuales a una capacidad de 90, el máximo previsto en la declaración de impacto ambiental de la infraestructura. Eso sería posible si durante julio y agosto, los meses de temporada alta, dos de las tres pistas se utilicen en simultánea para aterrizajes y despegues, tal y como estaba pensado que funcionaran cuando se diseñaron las dos pistas en paralelo. Con el diseño actual, la pista más larga y lejana del mar es la que se usa exclusivamente para aterrizajes, aunque se cambia a la configuración de pistas independientes en determinados momentos de necesidad. Esa configuración horaria ya existe en instalaciones como Schiphol (Ámsterdam), Heathrow (Londres) y Zúrich.
El Govern, insiste en el documento de la propuesta, cree que Aena “sobredimensiona” las limitaciones del aeropuerto barcelonés. Asegura que, en realidad, el problema de congestión de vuelos se limita a unas horas al día en pocas semanas al año: un 1,2% del tiempo anual y mayoritariamente en verano y precisamente en los meses en los que se propone el cambio, donde hay más afluencia de vuelos intercontinentales.
Dando más capacidad en esas horas punta, que es cuando se concentran el mayor número de vuelos transoceánicos hacia América y Asia -el principal objetivo donde crecer para la Generalitat-, el estudio elaborado por el Departamento de Territorio considera que se podrían ganar 12 nuevos despegues a la hora en cada una de esas seis horas. El Govern defiende que la propuesta es la más fácil y rápida de implementar si se compara con las obras de prolongar pistas y que se trata de una “planificación moderna: flexible, adaptable, gradual, escalable y reversible”. Es decir, que se podría adaptar a las nuevas condiciones de la ingeniería aeronáutica.
La Generalitat asegura que se salvaguardan los 1.700 millones de euros de inversión que preveía Aena. Sobre todo porque se mantiene la necesidad de construir la nueva terminal satélite, necesaria para superar la capacidad de gestión de los 55 millones de pasajeros que tienen como límite teórico las terminales 1 y 2, y que esta ya supone una inversión superior a los 1.000 millones de euros. Del plan de Aena solo se caería la ampliación de la pista mar, cuya prolongación afectarías a las zonas verdes y protegidas que rodean el aeropuerto. Son 262 millones de euros que la Generalitat considera que tendrían que servir para obras de insonorización de inmuebles afectados por el funcionamiento de las pistas independientes, pero también para comprar inmuebles afectados o para compensar a propietarios de viviendas afectadas. El Govern defiende que el de Barcelona es uno de los aeropuertos más silenciosos de Europa y que continuaría teniendo ese atributo, si bien el nivel de afectados por el impacto sonoro de más de 55 decibelios pasaría de 1.800 personas a 3.600, el doble.
“Se ha de fortalecer El Prat y ha de ganar capacidad para conectar Cataluña todo el mundo, especialmente con el Pacífico, el Asia y el de América”, ha asegurado Aragonès durante el desayuno informativo Barcelona Tribuna. La mejora, ha insistido el president, debe responder a las necesidades de Cataluña y de su modelo de país. “No a las necesidades de una empresa cotizada y que por tanto tiene como interés una buena retribución de los accionistas”, ha apostillado.
La propuesta, ha agregado el republicano, pivota sobre cinco criterios. El primero sería la necesidad de reducir el “peso excesivo” de los vuelos low cost y de corta distancia -Ámsterdam, Roma o Madrid, ha ejemplificado- se tendrían que hacer en tren- y, el segundo, que no se obvie el compromiso ambiental de cuidar el área protegida de La Ricarda. “Una mala decisión sobre La Ricarda y el Aeropuerto también condiciona el futuro del Puerto de Barcelona, ha advertido Aragonès como tercera idea. Aena, en cuarto lugar, podría ayudar a mitigar más el impacto acústico cuya propuesta ya estaría dentro de los límites. “Girona y Reus no pueden tener un papel sustitutivo sino complementario. Diferentes aeropuertos, interconectados, deben jugar papeles diferentes”, ha apostillado.
Puente, en una entrevista en Catalunya Ràdio, ha rechazado abiertamente el plan que Aragonès. La propuesta, ha dicho el ministro, vulnera un acuerdo preexistente porque pasa por perjudicar a los vecinos de Gavà Mar, a los que la justicia ampara por el exceso de ruido al que se ven expuestos si se aplica el diseño propuesto por el Govern. “Es una propuesta de corto alcance y no respeta las premisas básica”, ha asegurado Puente. Por su parte, el líder del PSC, Salvador Illa, ha rechazado por “inviable” la propuesta y, en una entrevista en Ràdio Estel, ha recordado que hay “un acuerdo muy relevante” y unos ”compromisos” con los vecinos y municipios del entorno del aeropuerto sobre la operativa de pistas para disminuir los “daños acústicos”. Desde las filas de ERC, le ha replicado su portavoz, Raquel Sans: “Lo que vemos nuevamente es como el PSC no defiende los intereses de toda la ciudadanía sino de unos privilegiados que construyeron unos chalets con piscina cuando el aeropuerto ya estaba en funcionamiento”, ha dicho.
A principios de este año comenzaron las negociaciones entre el Gobierno central y el de la Generalitat para intentar acordar cómo “mejorar” el aeropuerto para que gane capacidad. Actualmente está al límite de los 55 millones de pasajeros al año y la propuesta de ampliación de la pista Aena chocó con los planteamientos ecologistas y de rebaja de la presión turística defendidos cuando Ada Colau era alcaldesa de Barcelona. ERC tampoco comparte la idea de crecimiento y prefiere centrarse en la gobernanza de la infraestructura. La propuesta tiene que estar lista antes de 2027, cuando Aena ha de presentar su nuevo proyecto de acción en los aeropuertos españoles.
