Recurrir o liquidar: los dos únicos escenarios posibles para el futuro inmediato de Marie Claire

“Ha sido un revés”, reconocen los trabajadores de Marie Claire. Posiblemente el más inesperado en el largo proceso de tiras y aflojas en el que se ha movido la plantilla de la centenaria empresa de fabricación de medias y lencería de Vilafranca (2.000 habitantes, Castellón), en el último año. La negativa, esta misma semana, de la jueza a la venta de la textil al grupo Koltex-For Men SA, favorito en la puja junto a la valenciana Ferry’s por adquirir la compañía, en concurso de acreedores, llega en un momento de “agotamiento y hartazgo”, reconocen por su parte desde el comité de empresa.

Las miradas se posan ahora en ese plazo de cinco días dado por la jueza de lo mercantil 1 de Castellón para recurrir el auto y que finaliza el próximo martes. Un tiempo de descuento para agotar el que, posiblemente, sea el último cartucho para tratar de salvar la última gran industria de la comarca rural de Els Ports, en el interior norte de la provincia de Castellón, y que abre dos únicos escenarios posibles.

Uno: aguardar el recurso de alguna de las partes al auto y esperar a que se subsanen esas líneas rojas que la jueza no ha querido sobrepasar para autorizar la venta. Y dos: ir directamente a liquidación y proceder al despido de los 78 empleados, en ERTE desde el cese de la actividad en junio de 2023. Los últimos de los 700 que llegó a emplear la fábrica hace una década.

Esta segunda alternativa, aunque abierta, no será inmediata. El fallo dejaba prácticamente sin opciones a la compañía tras el veto dado por el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) a la oferta de For Men. “Nos sitúa en un escenario complicado; tenemos una dificultad importante, pero a fecha de hoy no voy a pedir la liquidación”, reconoce a EL PAÍS el administrador concursal, Jordi Casserras. Así, aunque liquidar la textil figura entre las opciones más factibles, Casserras asegura que esperará a que se pronuncien las partes. Le consta, dice, que el grupo inversor “está trabajando en posibilidades alternativas”.

Alternativas que pasarían por subsanar el principal escollo visto por la jueza a la hora de dar luz verde a la venta de la textil: el no del Fogasa por la exclusión en la oferta de compra del “terreno de la discordia”. Así califican desde el comité de empresa a la finca registral número 005, en manos de Calpe Invest, que se quedó el 33% de la compañía y las naves tras su venta por antiguos propietarios, que hipotecaron los bienes junto al grueso de maquinaria cuando arrancaron los ERTES. En este suelo se ubican la planta de gas y las balsas de tratamiento de aguas para el funcionamiento de la actividad industrial. “El problema es el terreno, el principal problema diría, un terreno del que el Fogasa es acreedor hipotecario”, asevera el administrador concursal.

For Men reconoce tener limitada su capacidad de adquisición a tres de las cuatro fincas que integran las instalaciones, y que son la garantía del Fogasa para el cobro de los 1,3 millones de euros que se le adeudan. Se queda fuera la número 5, pero en su oferta el grupo inversor propone a la jueza que se le adjudique esa cuarta parcela sin garantía, es decir, sin el compromiso del pago de la hipoteca que pesa sobre ella, y que es el salvoconducto de cobro para el Fogasa. Algo que sólo puede hacerse con el consentimiento del afectado. Al no darlo, la jueza no ha autorizado la venta.

Koltex-For Men planteó como contrapunto arrendar la finca durante 10 años, pero Fogasa señala en el auto que no se ha presentado contrato formal al respecto. Insiste además en que las infraestructuras que cobija este terreno son necesarias para el desarrollo de la actividad industrial. Sobre ello ha argumentado el veto que ha llevado a la jueza a no dar su autorización.

Los movimientos del grupo hispano-polaco para subsanar esta cuestión y mejorar la oferta de cara al Fogasa son, a fecha de hoy, los únicos que cabría esperar. El comité de empresa acaba de recibir el auto y no ha valorado aún qué acciones tomar “pues ni siquiera sabemos si podemos recurrir”. El Instituto Valenciano de Finanzas, principal acreedor de Marie Claire -de los 38 millones de euros de deuda que acumula la compañía, 24 se adeuda al IVF- insiste en que la mejora de la oferta “está en manos de la empresa”, en alusión a Koltex-For Men. Cabe recordar que con esta propuesta, contra la que el IVF no presentó alegaciones, la institución tenía asegurado el pago de parte de deuda, en torno a 600.000 euros por el crédito adeudado especialmente protegido mediante privilegio especial y vinculado a la garantía de maquinaria. “Si Marie Claire va a liquidación, se queda sin nada”, sostienen desde los sindicatos.

En la misma línea se pronuncian los trabajadores. “Si cierran, ningún acreedor recuperará nada”, matiza César, empleado veterano de la firma. Su hermana y su cuñado también lo son.

Como el de César, hay otros tantos casos en Vilafranca -y la comarca-, de familias casi al completo ligadas laboralmente a Marie Claire, y que ahora ponen su mirada ya con algo más de firmeza en emplearse fuera de la localidad. Las noticias, “inesperadas”, de esta semana, les han dado un empujón más. Portell, las fábricas de Vall d’Alba o incluso Castelló se posicionan como alternativas. “Posibilidades de trabajo en Vilafranca, cero, y si nos vamos 78 personas a la calle aún será más difícil; todo el mundo se está buscando la vida fuera”, reconoce.

Lamenta el revés. “Con esta gente veíamos ganas… que vinieran a un pueblo al final del mundo a gastarse dinero nos hizo pensar que la cosa iba en serio”, señala en alusión a la visita que el máximo inversor del grupo, Ángel Pío Sánchez, que posee el 90% del capital de For Men, realizó a las instalaciones de Vilafranca el pasado mayo para defender su oferta ante la plantilla.

La empresa polaca Koltex -dedicada a la venta de cinta de plástico y ajena, por tanto, al sector textil- se encargaría de dar “apoyo técnico” a Marie Claire. El peso financiero lo soportaría la madrileña For Men SA. Una sociedad sin actividad desde hace varios años, a la que Ángel Pío Sánchez, propietario de los históricos almacenes Celso en Madrid -absorbidos luego por Galerías Preciados y El Corte Inglés- y con “amplia experiencia en venta y distribución textil” quería “darle vida con el proyecto de Marie Claire”. Hasta el no del juzgado de esta semana. “A partir del martes tendremos un escenario más despejado”, concluye Casserras.