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Joaquín Barceló, un amigo de la infancia de Eduardo Zaplana, admite ante el juez haber sido su testaferro

El exministro del PP le solicitó figurar en una empresa de Luxemburgo para que su nombre no apareciera, según el testimonio

El 'expresident' de la Generalitat y el exministro Eduardo Zaplana, al fondo, durante una de las sesiones del juicio por el 'caso Erial'.
El 'expresident' de la Generalitat y el exministro Eduardo Zaplana, al fondo, durante una de las sesiones del juicio por el 'caso Erial'.Mònica Torres
María Fabra

“Me pidió favores, me pareció normal y se los hice. Si eso es ser testaferro, sí, he sido testaferro de Eduardo Zaplana”. Con estas palabras, Joaquín Barceló, amigo de la infancia del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana, ha señalado al dirigente del PP como verdadero propietario de, al menos, siete millones de euros de los que él figuró como titular. Algo más de dos millones se dispusieron a nombre de la empresa Imison International, radicada en Luxemburgo. Otros cinco, fueron ingresados en una cuenta en Andorra. “Nunca jamás he tenido dinero en el extranjero”, afirmó apenas 24 horas antes Zaplana.

El testimonio del testaferro declarado ha desarmado el relato mantenido por el propio exministro, que dijo que conocía los “negocios” de su amigo pero solo por la amistad que les unía. Además, adujo que los documentos que se le incautaron, con información sobre las sociedades que, supuestamente, formaban parte de la trama para el cobro de mordidas, estaban en sus manos porque Barceló le pidió consejo. Incluso, sostuvo que se los había dejado en el coche y por eso se encontraban en su despacho. Sin embargo, Barceló ha insistido hoy en que Eduardo Zaplana le pidió hacerse cargo tanto de dinero como de sociedades en el extranjero, directamente y a través del asesor de este, Francisco Grau: “He hecho lo que me ha mandado Grau siempre sin rechistar”, ha asegurado.

Con medio folio doblado entre las manos y un boli que no ha parado de girar, Joaquín Barceló ha comenzado su declaración con cierto nerviosismo que ha pasado a un tono de resignación a lo largo del interrogatorio del fiscal. El amigo del exdirigente del PP ha acabado negando sentirse defraudado por “don Eduardo” pero sí utilizado: “Me ha utilizado para todo esto, yo lo hice porque era mi amigo, le quería, y pensaba que las cosas eran lícitas, era muy atrevido pero sí, lo hice, y mal hecho por mi parte”, ha dicho. “Yo no he ganado nada de dinero”, ha mantenido.

Según ha explicado, Eduardo Zaplana le pidió que se hiciera cargo de 2,1 millones de euros que, según le dijo, eran de procedencia “transparente y lícita”. Le solicitó ser titular de la empresa Imison, de Luxemburgo, en la que él no podía aparecer “porque estaba en política”. Para la compra de esa mercantil, el testaferro declarado del exministro se trasladó a Luxemburgo en un avión privado con los hermanos José y Vicente Cotino, del grupo Sedesa, adjudicatarios de parte de los parques de energía eólica y las estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) tramitados por el Gobierno valenciano durante la presidencia de Zaplana y por los que el exdirigente del PP obtuvo, según Anticorrupción, más de 20 millones de euros. “Yo no he tenido jamás dinero en Luxemburgo, no era mío”, ha insistido. Según la acusación, Imison International fue una de las mercantiles a través de las que se hicieron efectivas las mordidas por las esas concesiones. Joaquín Barceló ha explicado que en Luxemburgo se vio con Beatriz García Paesa, sobrina del espía Francisco Paesa, y fundadora inicial de la empresa Imison junto a los Cotino. “Cuando entró la UCO (Unidad Central operativa de la Guardia Civil) en mi casa me enteré de que eran dos millones los millones que había en la empresa sino seis”, ha señalado.

Captura de la señal institucional de las declaraciones de Joaquín Barceló, uno de los amigos más cercanos de Eduardo Zaplana y supuesto testaferro del exministro y 'expresident' de la Generalitat, durante la tercera sesión del juicio.
Captura de la señal institucional de las declaraciones de Joaquín Barceló, uno de los amigos más cercanos de Eduardo Zaplana y supuesto testaferro del exministro y 'expresident' de la Generalitat, durante la tercera sesión del juicio.Jordi Ferrer (EFE)

En el caso del dinero depositado en una cuenta en Andorra, el testaferro ha explicado que la cuenta era suya y que fue el asesor de Eduardo Zaplana, Francisco Grau, quien le dijo que iba a ingresar en ella dinero del exministro. “Me dijo que era dinero no tributado pero procedente de los negocios de familiares de Zaplana”, ha asegurado a la vez que ha expuesto que planteó la posibilidad de abrir una segunda cuenta para distinguir su dinero del del exministro, algo que nunca se hizo. “No sé cómo entró el dinero en Andorra, les dije que abrieron una cuenta distinta pero, sin mi permiso, pasaron a mi cuenta esos millones que luego transfirieron”, ha relatado. Además, ha indicado que algunos de los documentos que figuran en el sumario, incautados durante la investigación, tiene firmas a su nombre que están falsificadas.

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El fiscal ha preguntado a Barceló también por el piso en la calle Núñez de Balboa en el que el exministro vivió en Madrid. Este fue adquirido, según ha relatado, con el beneficio de una venta en “La Finca”, una urbanización de lujo en la que, según la acusación, Zaplana invirtió a través de su testaferro. Ante el tribunal ha asegurado que el piso no era suyo, que nunca ha vivido en él.

Al finalizar la sesión, Eduardo Zaplana ha manifestado que la declaración de su “amigo” Joaquín Barceló no le ha sorprendido: “Era lo que esperábamos, a nadie le ha sorprendido”, ha dicho en referencia a que sobre el caso ha planeado la posibilidad de que el Fiscalía hubiera pactado con algunos acusados. Preguntado por si se ha sentido traicionado, el exministro ha respondido que no se trata de sentimientos “sino de quién dice la verdad”.

Joaquín Barceló es uno de los más de una docena de acusados en el juicio del llamado caso Erial, por la supuesta trama diseñada para el cobro de comisiones ilegales. Zaplana se enfrenta a una petición de 19 años de cárcel por los presuntos delitos de prevaricación, falsedad, cohecho y blanqueo. Para Barceló, Anticorrupción reclamaba ocho años de cárcel por los presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. Sin embargo, el hecho desvelado este miércoles de colaborar con la justicia puede conllevar una rebaja en la petición de prisión.

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