El PP refuerza el partido en Barcelona para ayudar a Feijóo a llegar a la Moncloa
El último barómetro arroja que Vox y Aliança Catalana superan a los populares


El PSC arrolló en las últimas elecciones generales con 19 escaños y el president Salvador Illa, entonces jefe de la oposición, subrayó la relevancia de haber ampliado la distancia en tres escaños con el PP (de 10 a 13). En legislaturas tan ajustadas, que se dirimen por un escaño, Génova ha asumido que el billete para que Alberto Núñez Feijóo alcance la Moncloa pasa ineludiblemente por obtener un mejor resultado en Cataluña. La dirección nacional ha dado más poder al líder del PP de Barcelona, Dani Sirera para reforzar la estructura del partido en la capital catalana. La designación se ha producido poco antes de la difusión del barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) que arroja que la extrema derecha de Aliança Catalana y de Vox superarían al PP si se celebraran hoy las elecciones.
A las puertas de la concentración de protesta en Madrid para exigir elecciones, Feijóo pidió el viernes en Foment a los empresarios que presionaran a Junts para que apoyen una moción de censura contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. “Me faltan votos de los suyos”, reconoció en una sorprendente reclamación admitiendo que el PP es débil por ese flanco. Junts lo ha rechazado de plano. En su discurso, Feijóo se refirió también al CEO que apuntó que la vivienda es la principal inquietud de los catalanes, además de mencionar sus políticas en seguridad, inmigración y la fiscalidad. El estudio pronostica una leve caída del PP y que Pedro Sánchez le supera en preferencias en Cataluña en 30 puntos.
Tras convertirse en las elecciones de 2024, con 15 diputados, en cuarta fuerza —por detrás de PSC, Junts y ERC—, el sondeo sitúa al PP en quinto lugar (con una horquilla de 12 o 13 escaños y empatado por la franja alta con Vox, con 13 o 14) por detrás de la extrema derecha. El barómetro de noviembre de la encuesta 40dB para EL PAÍS y la SER reflejó también que Vox superaba al PP a diferencia de lo que ocurre en las otras seis comunidades analizadas (Andalucía, Madrid, Valencia, Castilla-León, Galicia y País Vasco). Con solo el apoyo del 3,4% de los consultados, Feijóo es el cuarto candidato preferido para ser presidente tras Sánchez (32%), Santiago Abascal (7%) y Yolanda Díaz (5%). Y entre los simpatizantes del PP, solo el 53% creen que sería el mejor candidato.
La formación ha relativizado el resultado del sondeo porque considera que siempre históricamente se atribuye al PP peores resultados que los que realmente al final obtiene. “Nunca nadie se acuerda de que nos ha votado”, señala un miembro del partido que recuerda con sorna que nadie recordaba haber elegido la papeleta de los populares cuando José María Aznar logró 12 diputados. Según su análisis, en base también a sus estudios, Aliança Catalana y Vox crecen principalmente a costa de Junts y del PSC, respectivamente, por razones en este caso de la inmigración en municipios históricamente de izquierdas. Y hay quien hace otra lectura positiva: tras pasar de tres escaños en el mandato pasado a 15 en el actual, el PP ha consolidado su espacio.
Pero pese a su estirón en las últimas generales, cuando pasó de dos a seis escaños, Génova sabe que no es suficiente y que necesita agrandar su peso en Cataluña. La dirección nacional renovó a principio de curso las direcciones provinciales de Girona y de Tarragona y a primeros de noviembre optó por modificar la de Barcelona no sin ciertos recelos. El partido ha creado una junta local que dirige Sirera, expresidente del PP y que, tras la llamada de Feijóo, dejó Valencia en 2023 para ser candidato a las elecciones municipales. Hombre de confianza del líder popular —redactó su ponencia política en el último congreso de la formación—, Sirera encabeza ese órgano, que ya funcionó en los tiempos de Enrique Lacalle y que han rescatado ahora para mejorar los resultados en Barcelona. El comité cuenta con varios dirigentes y exlíderes, entre ellos el histórico concejal Alberto Fernández Díaz.
“Estamos engrasando el partido para ganar”, sostiene Sirera en referencia a las municipales y las generales. “Cada uno tiene su espacio para trabajar y cada presidente hace su labor y tiene su ámbito de actuación”. En ese sentido, la dirección provincial de Barcelona, en manos de Manu Reyes, alcalde de Castelldefels, trabaja para lograr el máximo de listas posibles para 2027. Todos los movimientos se producen mientras la situación del partido está enquistada: Alejandro Fernández es el presidente del partido y del grupo parlamentario y Génova, pese a sus desencuentros, no tiene la menor intención de convocar un congreso para dirimir un nuevo liderazgo porque su objetivo es la convocatoria de unas elecciones generales para descabalgar a Pedro Sánchez. En un partido lleno de familias pocos discute que ahora no hay un candidato mejor que Fernández para presidirlo.
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