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Un yihadista condenado por los atentados de Barcelona se suma sin pruebas a la teoría de la conspiración

Mohamed Houli, que cumple una pena de 43 años de cárcel, culpa en una comparecencia en el Congreso al imán de Ripoll de su radicalización y afirma que “lamenta” las muertes del 17-A

Jesús García Bueno
Mohamed Houli, durante su comparecencia en la comisión de investigación del 17-A en el Congreso de los Diputados.
Mohamed Houli, durante su comparecencia en la comisión de investigación del 17-A en el Congreso de los Diputados.J.P.Gandul (EFE)

Mohamed Houli, uno de los tres yihadistas condenados por los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, se ha sumado este jueves, sin aportar ninguna prueba, a la teoría de la conspiración que promueve Junts per Catalunya. Esposado con las manos por delante y bajo la vigilancia de dos policías de paisano, Houli —que cumple una pena de 43 años en la cárcel de Córdoba— ha dirigido en la en la comisión de investigación del 17-A del Congreso unas breves palabras a los diputados que coinciden con las tesis alternativas promovidas tanto por el partido de Carles Puigdemont como por el excomisario jubilado José Manuel Villarejo: “El CNI tenía conocimiento de las intenciones del imán y permitió que el imán nos comiera la cabeza. Lo digo ahora y no lo dije antes por miedo a represalias. Pero ya estoy condenado y no tengo nada que perder”.

Salvo la diputada de Junts Pilar Calvo, que ha expresado incluso cierta solidaridad con él (“lamento que un chico de 20 años se destrozase la vida de esta manera”), el resto de grupos ha denunciado que Houli se haya presentado como víctima, y no como perpetrador, de un atentado que dejó 16 muertos y más de 300 heridos. Los diputados del PP, de hecho, han abandonado la sala antes de la insólita comparecencia “en memoria de las personas asesinadas por terrorismo”, en palabras del diputado Santi Rodríguez, y han protestado de forma airada. La comparecencia de Houli, de hecho, era insólita y tuvo que prepararse con fuertes medidas de seguridad que incluían la presencia de cuatro policías armados para custodiarlo. El presidente de la comisión, Txema Guijarro (Sumar), aclaró que fue el juez quien decidió que la comparecencia se realizase de forma presencial.

Houli ha sido incapaz de ofrecer detalles o de aportar alguna prueba que sustente sus afirmaciones. Ha hecho aflorar una conversación que en una ocasión mantuvo, supuestamente, con Mohamed Hichamy, otro de los miembros de la célula de Ripoll (Girona) que lideró el ataque nocturno a Cambrils después del atropello masivo de La Rambla perpetrado por Younes Abouyaaqoub. “Mohamed Hichamy nos contó que, a veces, cuando se reunían con el imán, él les decía que se tenían que ir porque iban a venir agentes del CNI. Es lo único que puedo decir”. A preguntas del diputado de Esquerra Francesc Marc-Álvaro, ha admitido que sus afirmaciones son una “conjetura” y que no está en condiciones de aportar información. “No tengo pruebas, lo que quiero es que se busquen”, ha afirmado.

La noche del 16 de agosto de 2017, una explosión fortuita hizo volar por los aires una casa que la célula terrorista había ocupado en Alcanar (Tarragona). Allí acumulaban gran cantidad de explosivos con la intención, presuntamente, de cometer un gran atentado con bombas en los entornos de la Sagrada Familia y el Camp Nou. La explosión, sin embargo, obligó a sus miembros a cambiar los planes, y ése fue el origen de lo que acabó siendo el 17-A: el atropello masivo en La Rambla y el posterior ataque en el paseo marítimo de Cambrils. Houli resultó herido en la explosión esa noche, cuando se encontraba en el exterior de la casa, mientras que las dos personas que le acompañaban (el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, presunto cerebro de los atentados; y Yousseff Aalla, uno de sus discípulos) estaban en el interior y fallecieron en el acto.

“Éramos chicos bien integrados”

La teoría de la conspiración, orquestada por sectores de Junts per Catalunya, sostiene que el CNI (que había estado en contacto con Es Satty durante su estancia en prisión por tráfico de drogas tres años antes) conocía los planes de la célula y no los impidió para hacer descarrilar el proceso independentista en Cataluña. Y apunta, entre otras cosas, que el imán no murió realmente en la explosión. “Yo pensaba que había muerto en casa. Pero hay cosas extrañas, con el tiempo vas pensando...”, ha especulado Houli, condenado por pertenencia a organización terrorista. Houli, que en su día explicó los planes de la célula para atacar, por ejemplo, la Sagrada Familia, ha dicho este miércoles en el Congreso que lo hizo “presionado” y ha insistido en que su intención es averiguar quién “permitió que el imán campara a sus anchas e hiciera lo que hizo”. “Yo estoy en la cárcel, pero los que tenían que vigilar al imán no lo están”.

Tras escuchar su declaración (que ha hecho en parte en catalán) el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no ha tardado demasiado en reaccionar a través de su cuenta en X con un mensaje en el que concede plena credibilidad a Houli. “Más claro no lo puede decir, y probablemente pocas personas como él pueden estar en condiciones de formular esta acusación”.

Houli ha buscado un difícil equilibrio entre la asunción de su papel en los hechos la necesidad de aligerar su responsabilidad como un joven inmaduro que se dejó llevar. No ha sido capaz de verbalizar demasiado cómo fue su proceso de radicalización y ha culpado a Es Satty. “Éramos chicos bien integrados, nunca habíamos dado problemas a nadie. Vino el imán y pasó esto”. “Por mucho que diga, el dolor que sienten [las víctimas], no puedo hacer nada. Era joven, me comieron la cabeza y ya está. Ahora no sería capaz de hacerlo. Nunca he hecho daño a nadie ni me he metido en problemas. Dejémoslo así”.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.
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