La Cataluña que sí pacta Presupuestos
Pese a los vetos cruzados en Barcelona y la Generalitat, los partidos sacan adelante las cuentas en diez de los once municipios con más de 100.000 habitantes
El pleno del Parlament oficializará este miércoles la prórroga presupuestaria de la Generalitat para este 2025. El Gobierno socialista de Salvador Illa no pudo reeditar la mayoría de la investidura para sacar adelante las cuentas —ERC ni se sentó a la mesa, algo que sí hicieron los comunes— y cualquier otra fórmula se descartó prácticamente de antemano. Lo mismo sucede en Barcelona, donde Jaume Collboni (PSC) también lidera en minoría y su búsqueda de socios terminó chocando con la espiral de exigencias del partido antes liderado por Ada Colau. Los vetos políticos que han impedido actualizar los Presupuestos en esas dos Administraciones y parecen escritos en piedra, sin embargo, se evaporan en otros sitios. De hecho, la de la capital catalana es la única administración sin nuevas actualizadas dentro del grupo de once poblaciones catalanas que tienen más de 100.000 habitantes.
La hipótesis de los diputados de Junts per Catalunya negociando y pactando los que habrían sido los primeros Presupuestos de Illa, dada la actual tesitura política, suena casi a ciencia ficción. Sin embargo, esa suma imposible entre los de Carles Puigdemont y los socialistas es la que permite, por ejemplo, que Sabadell, Lleida, Tarragona y Mataró tengan cuentas. En las dos últimas poblaciones, para rizar más el rizo, en el pacto presupuestario también están grupos de la esfera de los comunes.
La aparente incoherencia entre el discurso en la arena nacional y la local siempre se solventa desde los partidos con la idea de la autonomía municipal. “Que se beneficie más a la ciudadanía de Cataluña y al progreso nacional es lo que nos hace tomar decisiones en todas partes”, aseguró ayer la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany.
La casuística de los pactos presupuestarios, que en su mayoría se cerraron el año pasado, es variada. En L’Hospitalet de Llobregat, donde el PSC está a un regidor de la mayoría absoluta (13 de 42), las cuentas han salido adelante gracias a la abstención de los tres concejales de los comunes. La segunda ciudad de Cataluña sigue a rajatabla el patrón de lo que estaba en juego: poder aprovecharse de una buena situación económica que eleva los ingresos y permite más inversión. Allí el gasto medio por cada vecino pasa de los 1.183 euros anuales a 1.283.
En Sabadell, el gobierno de coalición PSC- Junts salido de los comicios de 2023 y que lidera Marta Farrés hizo valer su mayoría absoluta (16 escaños de un total de 27) para aprobar los Presupuestos. En Tarragona y Lleida, por su parte, los Ejecutivos en minoría socialistas han tenido que salir a buscar el apoyo para sacar las cuentas. Respectivamente, Rubén Viñuales (con solo 9 concejales de un total de 27) logró actualizar las cuentas gracias a los votos adicionales de los tres diputados de Junts y los dos de los comunes. Fèlix Larrosa (también con nueve sillas) consiguió acercar a los liderados por Carles Puigdemont y así alcanzar la cifra mágica de la mayoría absoluta.
El PSC y En comú Podem Mataró – Confluència conviven en el Ejecutivo municipal de Mataró, sumando conjuntamente 13 escaños de 27. El apoyo de Junts (siete regidores) permitió sacar adelante las cuentas las cuentas pero además en ese municipio del Maresme los socialistas y los neoconvergentes ensayan una fórmula de cooperación particular. Ya para las cuentas del año pasado, las tres formaciones suscribieron un acuerdo de sostenibilidad presupuestaria, vigilando especialmente la presión fiscal. “Nos preocupa el espacio público y cómo lo percibe la ciudadanía, y por eso debemos actuar. El espacio público también es el bienestar de la ciudadanía y la imagen de ciudad que proyectamos”, aseguró el líder de Junts, Alfons Canela, tras renovar el acuerdo en octubre del año pasado. En esa negociación recibió a cambio más dinero para un plan de espacio público.
Los de Puigdemont en Mataró no son los únicos que intentan marcar terreno desde fuera Los socialistas lo han hecho en Badalona, donde el alcalde del PP Xavier García Albiol vive la comodidad de una aplastante mayoría. Los 18 concejales populares (de un total de 27) podrían firmar solos las cuentas pero el PSC (cuatro sillas) se avino a pactarlas. “Somos conscientes de que la mayoría en el consistorio la tiene el PP, pero eso no ha impedido que nos sentemos a trabajar”, reivindicó en su día el socialista Fernando Carrera, que por los votos arrancó, entre otras cosas, planes de rehabilitación de viviendas y un centro de atención LGTBI.
Girona aprobó inicialmente en el pleno extraordinario del pasado 20 de diciembre un presupuesto total de 164,9 millones de euros para el ejercicio 2025, un 10,91% superior que el anterior. La cuentas se aprobaron con mayoría absoluta gracias a los 17 votos de los partidos que conforman el equipo de gobierno, Guanyem Girona, Junts y ERC y los votos en contra de los 10 ediles en la oposición de PSC, PP y VOX. La aprobación definitiva de las cuentas se hará en el pleno de los presupuestos previsto para el próximo día 3 de febrero.
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