La Cámara catalana avala el pacto por la financiación singular sin el apoyo de Junts

El Gobierno catalán tiene, desde este jueves, el mandato del Parlament de impulsar el modelo de financiación singular que socialistas y republicanos pactaron para la investidura de Salvador Illa. Los votos de PSC y ERC más los de los comunes -suman 68, la mayoría absoluta- han permitido que prosperaran las tres propuestas de resolución sobre el tema que habían presentado dichas formaciones y que básicamente recogen los términos del acuerdo suscrito en agosto por PSC y ERC. Los republicanos han fracasado en su intento de que Junts per Catalunya se sumara a esa mayoría, si bien sí ha votado a favor del texto presentado por los de Carles Puigdemont a favor de un “concierto económico”. El Pleno ha reflejado el ocaso del procés al no prosperar ninguna propuesta en favor del referéndum o de la independencia aunque si a favor de la aplicación de la amnistía.

La última sesión del debate de política general, el primero de Illa como jefe del Govern, ha transcurrido sin sobresaltos y siguiendo el camino fijado por dos días de intervenciones de los líderes de las bancadas. El president logró que su propuesta estrella, la construcción de 50.000 pisos hasta 2030 con una inversión que ascenderá a los 4.400 millones de euros, fuera apoyada ampliamente, con 97 a favor y 37 abstenciones. Paralelamente, el pleno ha aprobado una propuesta de los comunes, respaldada por el PSC, ERC y la CUP y con la abstención de Junts, en la que insta al Govern a hacer los “cambios legislativos necesarios” para regular este tipo de alquileres. La salud de la mayoría que le dio la investidura también ha quedado clara con la unidad ante el tema de la financiación singular. PSC, ERC y Comunes se han votado mutuamente los textos a favor de que la Generalitat recaude, liquide, gestione e inspeccione los impuestos y, por tener mayoría absoluta, convirtieron los términos del acuerdo de investidura en un mandato parlamentario al Ejecutivo catalán.

La gran duda de la jornada, respecto a la financiación singular, era si habría alguna transacción con Junts per Catalunya. ERC quería sumar a los de Puigdemont para darle transversalidad a su propuesta de cambio de modelo o, visto de otra manera, retratarles ante una propuesta que consideran imposible de rechazar. El segundo partido de la Cámara ni tan solo se abstuvo en los textos de los otros partidos sobre el tema, sino que votó en contra. El texto que habían presentado, titulado “por un concierto económico” y dejaba claro que la nueva financiación debería salir del régimen común no salió adelante, pero sí recibió los votos afirmativos de los republicanos. El PP intentó sin éxito que el Parlament votara a favor de que la financiación se canalice a través del Consejo Político Fiscal y Financiera tras no haber mencionado la carpeta durante el debate.

La sesión ha vuelto a reflejar la división independentista salvo en una resolución en favor de la amnistía. El PSC sí que ha votado a favor de una propuesta de los comunes de que se aplique estrictamente la ley. Ni ERC ni Junts han logrado que la Cámara apoyara congelar las relaciones con la Casa Real. Situado en la centralidad, el PSC se ha emplado a fondo para que todas sus propuestas de resolución salieran adelante, en varias ocasiones yendo más allá de la mayoría que facilitó su investidura. De hecho, ha logrado que prosperaran 20 de sus propuestas y ha retirado dos que ha visto que no prosperaban: Una sobre la creación del estatuto de los municipios rurales y otra en la que instaba al Govern “a establecer un diálogo con los actores políticos y sociales para construir una solución dialogada al conflicto político”.

El Pleno ha reflejado que el proyecto del macrocasino del Hard Rock, en Tarragona, tendrá un difícil recorrido al apostar los grupos de la investidura por aplicar una modificación fiscal en el juego que difícilmente hará que prospere. La cámara, de hecho, también ha desestimado una propuesta de los populares para que esté listo antes de final de año el plan urbanístico del proyecto. Por contra, el hemiciclo se ha mostrado a favor de la ampliación del aeropuerto, otra de las grandes infraestructuras que persigue el Govern de Illa. La Cámara ha aprobado una propuesta de la CUP y por 72 votos a 62 ha condenado la invasión de Israel en el Líbano y el genocidio contra el pueblo palestino.