Salvador Illa anuncia una inversión de 4.400 millones para afrontar la emergencia de vivienda

Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha anunciado este martes en el debate de política general en el Parlament una inversión de 4.400 millones de euros en los próximos cuatro años para hacer frente a la emergencia habitacional en Cataluña. Con esa decisión, el president ha puesto cifras a los pactos de investidura que alcanzó con los comunes y Esquerra para crear 50.000 pisos de protección oficial hasta 2030. El discurso de Illa, que abre el curso político, ha querido solemnizar la nueva etapa en Cataluña que ha dejado atrás el pulso soberanista. El socialista ha defendido con vehemencia el pacto de financiación alcanzado con ERC y ha asegurado que “se cumplirá”.

El debate proseguirá este miércoles con la intervención de los siete portavoces de la oposición y culminará el jueves con la votación de las propuestas de resolución en las que se verá la solidez del bloque de investidura que permitió a Illa, con solo 42 escaños de 135, alcanzar el Govern. Consciente de que necesita de forma ineludible a sus socios, de entrada para aprobar los presupuestos, Illa ha lanzado guiños al expresident Aragonés, pero ha quedado meridianamente claro que Cataluña está en otra etapa. Ni siquiera ha verbalizado su rechazo al referéndum que tantos debates de política general copó en el pasado. “¿Dónde queremos estar? Queremos prosperidad compartida en una Cataluña plural y diversa, en una España plurinacional y una Europa federal”, ha dicho reclamando, eso sí, la aplicación de la ley de amnistía.

Es insoslayable. Es un reto de país. Ninguna comunidad invertirá más que la nuestra en vivienda”, afirma

En un discurso de casi hora y media, Illa ha afirmado que este será un Govern “aferrado a la realidad” con “rigor e imaginación, pero no con fantasías”. Su acción política, que expuso hace un mes cuando dio cuenta de sus nombramientos, se centra en cuatro compromisos: la prosperidad, garantizar la estabilidad y la certidumbre; fijar un rumbo y preservar las instituciones y la colaboración como el instrumento más eficaz. “Hay que dejar atrás la confrontación estéril. Nos encontrará quien no quiera confrontar”, ha afirmado reclamando al hemiciclo ayuda para generar esa prosperidad, que sea compartida -una fiscalidad justa-, una actitud constructiva y no derrotista y “rigor” en especialmente en inmigración y financiación”. “Qué fácil es hacer frases afortunadas en inmigración y financiación-las hemos visto en este campo de todos los lados y de todos los colores- y que equivocado es ese camino”, ha alertado.

Tras subrayar que el Govern ya se ha “arremangado” y que no hará milagros, Illa ha puesto en el eje de su mandato la emergencia de la vivienda con la inversión de 4.400 millones para crear 50.000 pisos públicos y una partida anual de 1.100 millones al año que estarán contemplados en los presupuestos. “No habrá comunidad que invierta más en vivienda que la nuestra”, ha afirmado. “Es el principal factor de desigualdad. Es un reto de país. Es insoslayable. No valen excusas. Todos tenemos que dar un paso adelante”, ha dicho sin precisar iniciativas para regular el alquiler de temporada, más allá de mostrar su rechazo a que Junts frenara el proyecto en el Congreso y de que estará alineado con el Gobierno. El programa estará acompañado de cuatro ejes: la creación de un fondo de suelo público; ejecución más ágil -de 100 meses a 50-; 500 millones para facilitar la construcción de pisos de operadores públicos y privados y más ayuda al alquiler.

Illa afirma que no ha oído a ningún dirigente autonómico que esté en contra de la reforma de la financiación“

Con el objetivo de potenciar los servicios públicos, Illa ha llegado al debate con un calendario de obras para combatir la sequía, que prosigue y aumenta las políticas de Aragonès, un plan para reformar la administración -se elimina la obligatoriedad de la cita previa- y el impulso para reformar el sistema de salud. “Si no hacemos reformas, no lo conseguiremos”, ha afirmado en alusión al desvío entre lo que se presupuesta y lo que finalmente se gasta. Sin complejos, ha puesto la seguridad en el eje de sus políticas y ha defendido que velar por ella es progresista. Su plan es alcanzar los 22.000 mossos en 2030. No ha querido profundizar sobre la ampliación del aeropuerto, que rechazan los comunes y genera resquemor en ERC, y ha apuntado que son inevitables las colosales complicaciones que sufren los usuarios de Rodalies si Cataluña quiere el corredor mediterráneo. “Si alguien tiene otra forma de hacerlo, me gustará que me lo explique”, ha señalado.

Illa ha concluido su discurso subrayando que aspira a que Cataluña recupere el liderazgo económico bajo la filosofía de una “prosperidad compartida” y no excluyente, en alusión al nuevo modelo de financiación que tanto rechaza ha causado en el PP y en sectores del PSOE. Ha querido, sin embargo, ver la botella medio llena y ha puntualizado que no ha oído a ningún representante de comunidad autónoma que no esté de acuerdo en que el modelo se debe de reformar. “Es un primer punto de acuerdo y tenemos que llevar el debate ahí y no al ruido al que no contribuiré. Tenemos el compromiso de implementar el acuerdo y eso pasará”, ha garantizado, señalando que están trabajando “con discreción”. “Sé que costará y que será más fácil si tengo el apoyo de esta cámara”, ha dicho rechazando cualquier acusación de insolidaridad. “Somos partidos de izquierda y lo llevamos en nuestro ADN”.