La Ejecutiva de ERC bendice el acuerdo para investir a Illa y lo consultará el viernes a sus bases

Fumata blanca para el preacuerdo entre Esquerra Republicana y los socialistas para la investidura del socialista Salvador Illa. Tras nueve horas de reunión de la Ejecutiva de los republicanos, en la que han intervenido unas 60 personas, el partido independentista ha optado por avalar el último texto que en la mañana de este lunes entregaron los negociadores del PSC. No obstante, con el objetivo de intentar convencer a una militancia muy escéptica, se pospondrá la consulta del jueves al viernes, para ganar un día más de explicación a las bases. De esta manera se ha evitado alargar una negociación que se ha dilatado ante las exigencias de ERC de garantías de que se mantendrán la reforma fiscal comprometida por el Gobierno incluso si se produce un cambio de color en La Moncloa. La propuesta incluye un “concierto económico solidario”, nombre elegido por ERC para el sistema que permitirá al Generalitat la recaudación de impuestos de carácter estatal, y nuevos recursos para promover la lengua catalana.

En el debate de la Ejecutiva, explican algunos presentes, se llegó a proponer que se devolviera el documento a los socialistas para que se pulieran aún más las condiciones sobre su cumplimiento. Una fórmula que erosionaría una negociación ya muy al límite y, en vista de que el texto presentado —que aún no es público— va en la buena dirección, finalmente se ha optado por centrarse en la pedagogía a las bases. Esa línea ha tenido este lunes su primer paso, con una macroasamblea telemática en que la propia secretaria general, Marta Rovira, ha dado las explicaciones y así hacer que la militancia se sienta más protagonista. Mañana martes habrá reuniones regionales. En los planes más optimistas de la dirección de los republicanos, la encuesta se realizaba el próximo jueves, día 1 de agosto, pero ahora se hará a partir del viernes, para así mostrar la apuesta por más diálogo y transparencia.

Desde las 9.30 de este lunes la Ejecutiva de Esquerra Republicana ha debatido qué hacer con la propuesta de preacuerdo de investidura de Salvador Illa, que además ya empieza a tener detractores y defensores de peso en las filas del partido. El gran obstáculo para cerrar el pacto son las garantías de que las reformas a nivel fiscal ―ya acordadas en lo político― queden blindadas de los cambios de signo en La Moncloa y según algunas voces de la dirección que participan en las deliberaciones aún hay margen para trabajar en más concreción. Así, una de las posibilidades es que la cúpula finalmente se decante por seguir negociando unos días más para atar los cabos sueltos. Aunque la propuesta de preacuerdo no es pública, algunos cargos públicos del partido, como la diputada en el Congreso Pilar Vallugera, se han posicionado abiertamente en contra en sus redes sociales.

La expectativa por el resultado de la reunión de la Ejecutiva republicana de este lunes la había puesto el mismo partido la semana pasada. En sus planes más optimistas, se cerraba el acuerdo durante el fin de semana pasado, pasaba el filtro de la cúpula, se activaba el mecanismo para la consulta interna a las bases, que se celebraría el próximo jueves, día 1 de agosto. Desde el viernes pasado, sin embargo, las negociaciones se encallaron ante la falta de respuesta del ministerio de Hacienda sobre la letra pequeña del acuerdo y que la cúpula del partido ve indispensable para convencer a unas bases muy escépticas. “La cocción tiene que ser más lenta”, acepta un miembro del órgano. “Aún falta para que el acuerdo sea redondo”, asegura otra.

Fue la propia secretaria general del partido, Marta Rovira, la que a principios del mes había dado un ultimátum a los socialistas para que hubiera un preacuerdo “antes de que acabe julio”, con la amenaza de levantarse de la mesa de negociaciones si no ocurría. Ese movimiento efectivamente hizo agilizar el ritmo de unas negociaciones en las que todo pivota en torno a la mejora de la financiación de la Generalitat y donde todo apunta a que la fórmula intermedia acordada permitiría que el Govern catalán gane autonomía fiscal. Fuentes del partido insisten en que la líder interina ha dicho siempre que el límite es el día 31, dando a entender que pese al calendario que querían sí existe margen.

Sin embargo, la reunión de las primeras espadas de ERC se ha dilatado mucho y esa imagen de falta de acuerdo interno levanta muchas dudas. Fuentes de La Moncloa confirman que el último documento pendiente fue enviado este lunes antes de que comenzara la Ejecutiva y, por tanto, se ha tenido que explicar en la reunión. A las 12 horas la reunión ha parado después de que justamente Rovira y el equipo negociador explicaran las conversaciones.

El PSC ha optado de momento por guardar un hermético silencio a la espera de que ERC tome sus decisiones. Los socialistas han celebrado una ejecutiva ordinaria sin comparecer ante los micrófonos. De hecho, no lo hacen desde hace más de un mes. Los dirigentes del partido estaban en la sede en la calle de Pallars y la han abandonado por la tarde antes de que ERC se pronunciara. Illa dijo en sus últimas intervenciones públicas que aún quedaba tiempo para negociar. Más allá del calendario optimista de los republicanos, el plazo oficial para celebrar el debate de investidura y evitar la repetición electoral vence el 26 de agosto.

Mientras que la cúpula debate el contenido de la propuesta y piensa cómo encarar la consulta a las bases, algunos cargos del partido han comenzado a hacer públicos sus posicionamientos sobre el posible apoyo al PSC. La más destacada es la diputada en el Congreso Pilar Vallugera, que con un simple “no” en su cuenta X ha manifestado el rechazo. “Efectivamente no”, ha insistido cuando otros usuarios le han insistido sobre si se refería a la investidura.

El exdiputado del Parlament Carles Castillo, que en las elecciones de 2019 se presentó por ERC tras dejar al PSC, también cargó contra la posibilidad de investir a su exjefe de filas, Salvador Illa. “Conozco personalmente a Illa, sé como es de inseguro, ultracatólico, conservador y falso. Ninguno me convencerá de que se ha vuelto progresista”, ha asegurado también en X. El preacuerdo entre socialistas y republicanos se empezó a fraguar la semana pasada y se ha ultimado este domingo al cerrar el capítulo de la financiación. ERC ha considerado ineludible avanzar en la soberanía fiscal como condición sine qua non para poder votar a favor de la investidura de Illa. Los detalles del preacuerdo se desconocen pero el caballo de batalla se ha centrado en que Cataluña pueda recaudar y gestionar alguno de los grandes impuestos estatales, como el del IRPF.

El senador por ERC Joan Queralt sí ha pedido abiertamente a la militancia que se mire con cuidado el eventual pacto y “vote con la cabeza”. “No pido ahora a la militancia que vote si sí o si no, sino que vote con la cabeza, con argumentos, no con las emociones, ni mucho menos por consignas ni emociones”, ha escrito en X.

La necesidad de ganarse a unas bases, llenas de resistencias y desconfianza ante pactar con los socialistas, centra las preocupaciones de la dirección de ERC. Además de la financiación, el Gobierno ha traspasado el Ingreso Mínimo Vital y se ha comprometido a hacer inversiones por valor de 1.500 millones en Rodalies, en la gestión de becas y en investigación. La condonación de los 15.000 millones de la deuda del FLA, pactada en noviembre para investir a Pedro Sánchez, aún no está cerrada.

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