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La Diputación de Barcelona invertirá 100 millones para evitar fugas de agua en la red de distribución

La institución lanza una línea de ayudas para que los ayuntamientos puedan mejorar las infraestructuras hídricas, meses después de que lanzara una similar la Agencia Catalana del Agua

Una tubería de agua en un municipio de la comarca de Anoia.
Una tubería de agua en un municipio de la comarca de Anoia.Albert Garcia

La Diputación de Barcelona lanzará este año y el próximo una línea de ayudas de 100 millones de euros para tapar los agujeros de la sequía. Con ese dinero, 311 ayuntamientos de la provincia podrán reparar hasta 2027 las redes de abastecimiento envejecidas y en mal estado por donde se desaprovecha un alto porcentaje de los recursos hídricos, como sucede en Cabrera d’Anoia o L’Espluga de Francolí, donde pierden un 40% y un 60% de agua, respectivamente.

En 2024 se invertirán 75 millones de euros en los municipios barceloneses, a excepción de la capital catalana. Los 25 millones restantes se repartirán en 2025. Son fondos con carácter retroactivo, lo que permitirá a los ayuntamientos aplicarlos en las actuaciones realizadas a partir del año 2023 para evitar el desperdicio de agua y fomentar el máximo ahorro de los recursos hídricos.

Desde la institución trasladan que el rendimiento de las redes de suministro es “muy inferior al mínimo deseable del 80%”, especialmente, en municipios de 20.000 habitantes. Aunque no existe una lista oficial ni exhaustiva de cuántas localidades se preparan para vivir el verano con el agua justa, al menos 30 (según el recuento que ofreció recientemente la Federación de Municipios Catalanes a este periódico) han contratado camiones cisterna para abastecer a la población con agua potable. Es un desembolso que muchos ayuntamientos afrontan con las arcas mermadas tras los esfuerzos de la sequía que ha atravesado en los tres últimos años Cataluña. Las estimaciones de la Diputación de Barcelona es que esta línea de ayuda sirva para ahorrar hasta 12,5 hectómetros cúbicos (unas 5.000 piscinas olímpicas).

Las ayudas de la Diputación llegan meses después de que la Generalitat, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA) abriera una convocatoria inicialmente de 50 millones y aumentada hasta los 120 millones de euros ante el alud de peticiones, para que los municipios catalanes pudieran mejorar la eficiencia de las redes de suministro municipales.

Las acciones de los consistorios, que recibirán un importe mínimo de 100.000 euros para reparar las infraestructuras de titularidad pública municipal, deberán reducir la pérdida real de agua a través de la mejora der los depósitos de la red de suministro en baja, la renovación de los contadores domiciliarios o arreglar la conexión de las tuberías entre los depósitos. Los ayuntamientos llevan meses pidiendo apoyo financiero no solo para acometer estas mejoras, sino para reponer elementos anquilosados como las propias tuberías o las válvulas de presión que se han convertido con el paso del tiempo en grandes agujeros por donde el agua se escapa.

Barcelona, Girona y los 200 municipios que se abastecen del sistema Ter-Llobregat redujeron al mínimo las restricciones por sequía, después de que estos embalses alcanzaran el 39% de su capacidad (236 hectómetros cúbicos) gracias a los episodios de lluvias de las últimas semanas. Se trata de la primera vez en más de tres años que esta red de suministro registra los mismos niveles que en 2022, antes de que Cataluña comenzara la crisis hídrica más dura desde el año 1914. El todavía conseller de Acción Climática, David Mascort, dijo en la rueda de prensa de la flexibilización de las medidas antisequía que era “un hecho” que la situación había cambiado en la comunidad. “En marzo teníamos un 15% de capacidad (91 hectómetros) y ahora tenemos casi un 40%. Seguirá entrando agua”, indicó Mascort, quien también confirmó la relajación de las restricciones para los 12 municipios de Girona que se abastecen del embalse Darnius-Boadella, que mejoró a Emergencia I tras alcanzar el 14% de su capacidad. “La sequía no se ha acabado, tenemos que seguir comportándonos como hasta ahora, con responsabilidad con el agua”, resaltó Mascort.

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