Ferran Palau lanza ‘Plora aquí’, un disco complementado por un corto
“Los hay que se compran coches, nosotros utilizamos el poco dinero que tenemos para materializar nuestra ideas”, dice el artista de Collbató
¿Judit Mascó y Ferran Palau?, ¿Ferran Palau y Sr Chen, un productor de hip hop? Sí y sí. Y casan. La primera, un icono en las antípodas del músico de Collbató (41 años) tiene, junto a Bruna Cusí, un papel magníficamente interpretado en el corto de ocho minutos que complementa Plora Aquí, el nuevo disco de Palau. El segundo es quien remacha el regusto hip hop que siempre ha declarado Palau como influencia en su forma de cantar, sin armónicos, más bien seca, casi recitada. Se trata así de un proyecto que evalúa con sobresaliente el talento de Ferran Palau, que con su aspecto aniñado juega, suyas son las voces de los monstruos que suenan en el disco, incluso en su forma de trabajar, gastando presupuesto en un corto de espléndida factura dirigido por Pablo Maestres en un momento en el que ni los clips tienen el protagonismo de antaño: “Los hay que se compran coches, nosotros utilizamos el poco dinero que tenemos para materializar nuestra ideas, aunque nos endeudemos. Hay que aprovechar las oportunidades que se presentan. No hay intención promocional de ninguna canción con el corto, es puro onanismo de Pablo y mío, que ya nos conocemos desde hace tiempo y que con nuestras afinidades hemos querido hacer algo que merezca la pena como obra al margen del disco, a pesa de que tiene vinculaciones. Creemos que nunca se había hecho algo así, de este calibre, en Cataluña. Hemos venido aquí a jugar”, remacha Ferran.
Comencemos por la estrella y su papel, una Judit Mascó en buena medida autoparódica. “Se nos ocurrió ella y ella respondió magníficamente pese a que sabía que no iba a hacer de guapa convencional y que su papel tenía cosas que nunca había hecho. Y funcionó muy bien”, dice Pablo. Su fichaje produjo a Ferran ciertas dudas iniciales por antitética, luego desvanecidas al ver que Judit domina la sonrisa congelada de las presentadoras vacuas. Pablo asegura que Judit se ajustó ejemplarmente a los referentes que le sugirió “en especial Cate Blanchet en Don’t Look Up, donde el espectáculo televisivo ha de continuar pese a que la Tierra puede desaparecer”, recuerda. El corto, de factura internacional, “en USA me representa Superprime, que no es una firma menor”, dice Pablo, que también ha sido apoyado por la productora local Roma, “trata de la explotación de la gallina de los huevos de oro, como un famoso que se pone de moda hasta que se quema y se tira a la cuneta”. Ferran añade: “Buscábamos una peli familiar, esa familia que acoge un monstruo, algo muy de los 80, para luego pasar a peli de terror y acabar en drama. Todo con notas de humor, muchas emociones y sentimientos”. Ocho minutos que también hablan de lo mal que digerimos la diferencia y lo bien que nuestra sociedad convierte todo en mero consumo.
En lo musical, Plora Aquí representa un cambio natural del sonido de Ferran Palau, y ha supuesto limitar el protagonismo de Jordi Matas y de Joan Pons (El Petit de Cal Eril), sus tradicionales colaboradores: “Con Matas y Pons había una línea continuista y quería una evolución. Matas es más músico que productor, y necesitaba un productor para lograr un sonido hip-hop en lo rítmico, en la mezcla, en distribución de instrumentos, en la voz. Matas hubiese subido las partes armónicas y el disco hubiese tenido más dinámica, pero yo quería algo más plano, más seco, voz en primer plano ocupando más espacio, menos guitarra, las partes armónicas más filtradas, grabaciones en baja fidelidad, las baterías reales y luego sampleadas”. De esta manera, Plora Aquí suena a Palau pero más lleno, más rítmico, pero no de baja fidelidad. Amplía la idea Ferran “pese a que hay cosas grabadas con recursos humildes, no es un disco lo-fi (baja fidelidad) porque está muy bien producido manteniendo el sonido que quería, una textura como de corcho, de madera porosa, con aire pero seco, sin estéreos llamativos”. Otra ventaja del Sr Chen es su velocidad de trabajo “como productor tiene sus herramientas bien organizadas y te surte de ideas con rapidez. Si una no funciona ya tiene la siguiente. Buscaba algo intuitivo y, rápido, Jordi Matas es músico, guitarrista, el músico que medita, que busca la pista perfecta, nunca te hace un acorde sin darle una vuelta y hacerlo diferente a lo que se espera, y eso requiere tiempo. El Sr Chen es inmediato”.
La idea del disco surgió nada más y nada menos que en Port Aventura, cuenta divertido Ferran, “allí ves mundos en tres minutos, del Far West a Chinatown. El disco es un poco eso, pasajes cortos como de cartón piedra, baja fidelidad, que te adentran en mundos distintos, unos más oscuros, otros más luminosos, otros casi country como el inicio de 120″. Las canciones son breves, de poco más de dos minutos, “no hay desarrollos, apenas partes instrumentales, muchas canciones comienzan con el estribillo, van al grano”, confirma Palau. Y las letras algo más narrativas que evocan el amor, en genérico “las frases son más largas de lo habitual pero no he escrito historias en el sentido estricto. Con los años he tendido a depurarme, ir de lo figurativo a hasta la simplificación de la mancha, como en pintura. Se trata de aprender técnicas hasta encontrar la tuya”, puntualiza. También los monstruos que hablan en el disco, aparecen en el corto y forman parte del grafismo, pueden leerse en clave amorosa: “Es como si fuesen una pareja que funciona, y mientras uno imagina cosas más allá el otro sabe que más allá no hay nada mejor”.
Y todo este mundo pequeño nació en Collbató, a los pies de Montserrat: “Tener contacto con la grandiosidad de la naturaleza te hace dar importancia a las cosas que de verdad merecen la pena. Vivir en ciudad te hace perder perspectiva. La quietud que veo desde la ventana es actualidad, lo que pasa en el bosque también, pero esa actualidad parece no contar, no se valora. Yo no hubiese sonado igual de vivir en otro lugar”, asegura. Y el disco no se hubiese llamado así de no existir Leo, su hijo “una vez hacíamos cola en una pollería y me contrarié por la espera. Leo, que usa esta frase cuando ve a alguien enfadado o que ha cometido un error y desea arrepentirse, suele ofrecer su hombro y decir “plora aquí”. Me lo dijo en la cola y vi rápido que sería el título”, recuerda. Dos monstruos, Sniff (el marrón de la portada, la rauxa) y Smosly (el blanco de la contraportada, el seny), un mundo imaginario más cerca del real de lo que parece y un disco hecho con urgencia en el sentido menos estresante del término. Ferran, aquejado de otosclerosis, no oye del oído izquierdo y el derecho ya comienza a calcificarse. La dolencia avanza, “quizás por ello mi urgencia creativa”, dice sonriendo, ajeno al tremendismo. Si midiese uno noventa igual su música tampoco sería tan delicadamente diminuta, cálida y traviesa. Siempre hay un porqué. O una hipótesis plausible.
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