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La huelga del 8M: solo sindicatos minoritarios la convocan, y no en todas partes

La CGT convoca una jornada de paro general este viernes en Cataluña, Baleares y Andalucía, pero en otras comunidades no hay cobertura para la protesta

8M Barcelona
Manifestación del 8M en el centro de Barcelona, el 2023.
Josep Catà Figuls

Este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, volverá a ser previsiblemente una jornada feminista muy reivindicativa, con manifestaciones y protestas en la mayoría de ciudades de España. Pero las reivindicaciones no tienen por qué llegar a los centros de trabajo, ni de la misma forma en todos los lugares del país. Hace tiempo que los sindicatos más representativos no convocan huelga general para este día —solo lo hicieron, con paros parciales, en 2018 y 2019, siguiendo la ola del movimiento Me Too—, y la convocatoria la han asumido centrales más pequeñas. Aunque no en todas partes: en Cataluña convocan huelga general la Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC) y la Confederación General del Trabajo (CGT). Este último sindicato también la convoca en Andalucía y en las Islas Baleares, pero hay comunidades, como la de Madrid, donde no se ha registrado oficialmente una convocatoria de huelga general.

Las trabajadoras que quieran ejercer su derecho constitucional a la huelga por el 8M lo podrán hacer si algún sindicato o representación legal de los trabajadores ha comunicado esta protesta en su comunidad ante la autoridad laboral. El trabajador no tiene que avisar a la empresa si va a la huelga siempre que esta esté registrada legalmente, pero sin esta cobertura puede sufrir consecuencias por su falta al trabajo.

¿Por qué unos sindicatos convocan y otros no, y por qué solo en algunas comunidades? El debate está en si es necesario convocar una medida de protesta tan inusual como una huelga general —que cubre por lo tanto a los trabajadores de todas las empresas y sectores— o es mejor ceñirse a una jornada de reivindicación o a paros sectoriales y parciales.

La secretaria general de CGT en Cataluña, Montse Sánchez, explica que la decisión depende del debate que recogen desde el movimiento feminista y entre sus afiliados. La CGT en Cataluña decidió el año pasado en su congreso que convocaría huelga sistemáticamente cada año, aunque también revisarían esta decisión anualmente, escuchando al movimiento feminista. “El movimiento quiere hacer huelga, y por eso la convocamos junto a la IAC, y la secundan asociaciones como las kellys (limpiadoras), Sindillar, la plataforma del SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), el Sindicato de Madres, la Assemblea 8M y muchos más colectivos”, explica Sánchez.

La sindicalista apunta que una huelga como la del 8M “va dirigida más a una huelga de consumo, estudiantil o de cuidados”, y que si es difícil calcular su seguimiento es precisamente por el hecho de que muchas mujeres que la secundan o no están formalmente en el mercado de trabajo o están en situación irregular. “Es difícil parar la producción con esta huelga por este motivo, y también porque los servicios mínimos son muy altos”, señala. “Una de las grandes reivindicaciones del 8M es que se reconozcan todos los trabajos no remunerados, invisibilizados”, explica Sánchez, que apunta a otra perspectiva, llamada “tercera y cuarta presencia”: reivindicar la realidad de la mujer que trabaja y se hace cargo de muchas tareas domésticas, pero que también tiene derecho al ocio y al activismo.

Sobre por qué no se convoca huelga general en todas las comunidades, Sánchez explica que cada sindicato territorial tiene sus debates y pone el foco en los movimientos feministas del lugar: “Para organizar una huelga hay que depositar mucha energía, y también los sindicatos siguen siendo espacios muy masculinizados. Nosotras hemos visto que la afiliación a la CGT en Cataluña ha crecido mucho en los últimos años tanto en mujeres como en gente joven, trabajadoras de sectores normalmente feminizados y precarizados. Y parte de ello se explica por el detonante de las huelgas del 8M: las mujeres se ven representadas por el sindicato”.

El secretario general de CC OO en Cataluña, Javier Pacheco, lo ve de otra manera. “Nosotros convocamos lo mismo que el movimiento feminista, tenemos 15 actos durante todo el día en toda Cataluña, y lecturas de manifiestos en los centros de trabajo. Pero hay quien ha empezado a incorporar la convocatoria de huelga como si solo fuese registrar el trámite: las huelgas son muy fáciles de registrar, pero luego hay que hacerlas”, explicó el miércoles en una rueda de prensa en la que presentó los datos de una encuesta a la afiliación de CC OO en Cataluña, y que entre otras cosas muestra que más de la mitad de los afiliados cree que los avances en materia de igualdad de género están yendo demasiado lentos o hasta han retrocedido.

En el meollo de la cuestión, según Pacheco, está la necesidad de preservar y proteger el derecho a la huelga. Critica a los sindicatos pequeños que convocan las huelgas con una intención que ve más publicitaria que realista, y que luego no logran un seguimiento suficiente. “El derecho a la huelga es uno de los más importantes que tenemos, y abusar de su uso, o hacer un mal uso, da herramientas a quienes tienen ganas de derogarlo. Nosotros no vemos, como si veíamos después del Me Too, que la clase trabajadora esté por convocar una huelga el 8M. Es una cosa que ha ido evolucionando”, apunta Pacheco.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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